La impunidad contra las mujeres en siete casos que merecen justicia

Fucsia.co, 2/6/2015

La periodista Jineth Bedoya es la última mujer que ve como su caso de violencia sexual queda en la impunidad, tras la liberación de uno de sus victimarios. Como ellas, muchas mujeres que nos hacen preguntarnos por qué todavía persiste esta impunidad.

Foto: Oxfam - Foto:

El Estado de derecho colombiano sufrió un revés ayer. La Fiscalía 49 ordenó la libertad de Alejandro Cárdenas Orozco, alias 'JJ',  investigado por el secuestro, tortura y violación de la periodista Jineth Bedoya Lima en el año 2000.

Las autoridades judiciales concluyeron que alias 'JJ' no se encontraba en el lugar de los hechos, pese a que el presunto autor del crimen confesó en 2011 su participación en la tortura de la periodista, de la que posteriormente se retractó, según informó Misael Rodriguez, director de la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía.

Tras conocerse la noticia, Bedoya aseguró en su cuenta de Twitter tener "el corazón golpeado y la dignidad intacta".


La impunidad en el territorio todavía es una materia pendiente, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad 2015 (IGI), elaborado por la Universidad de las Américas Puebla. Colombia es el tercer país del mundo en el que más se perpetúa la impunidad, por detrás de Filipinas y México.

Antes de Jineth Bedoya, otras mujeres cuyos casos no han recibido todavía la pertinente investigación y sanción contra los presuntos culpables por parte de las autoridades judiciales.


Recordamos aquí los más significativos:

1. Jineth Bedoya

El 25 de mayo de 2000, con 26 años, la periodista fue secuestrada por tres paramilitares a las puertas de la cárcel La Modelo de Bogotá, y posteriormente violada y torturada.

Las investigaciones posteriores concluyeron que los autores intelectuales y materiales del hecho fueron los ex-Auc Mario Jaimes Mejía, 'Panadero', Alejandro Cárdenas Orozco, 'JJ', y Jesús Emiro Pereira, 'Huevoepisca'.

Tras 12 años de impunidad, la Fiscalía 49 de Derechos Humanos anunció en 2012 que los hechos vividos por la periodista debían ser cobijados dentro del Derecho Internacional Humanitario y los graves crímenes contra la humanidad, por eso se clasificó como crimen de lesa humanidad, sin oportunidad de prescribir. Ahora, la misma Fiscalía ha ordenado la liberación de alias 'JJ'.

Gracias a la lucha de Bedoya por visibilizar el problema de la violencia sexual en el marco del conflicto,  el 25 de mayo fue decretado como el Día Nacional por la Dignidad de Víctimas de Violencia Sexual.(Lea también el artículo sobre este día "Mi cuerpo no es botín de guerra")


2. Mujeres desaparecidas en el Palacio de Justicia

Clara Helena Enciso Hernández, Irma Franco Pineda, Cristina del Pilar Guarín, Gloria Estela Lizarazo, Luz Mary Portela León, Lucy Amparo Oviedo Bonilla, Gloria Anzola de Lanao, Ana Rosa Castiblanco, Norma Constanza Esguerra y Noralba García Trujillo.

Estos son los nombres de las 10 mujeres desaparecidas el 6 de noviembre de 1985 en la toma al Palacio de Justicia y las Altas Cortes.

En diciembre de 2014, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), declaró responsable al Estado colombiano por las desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones de estas mujeres. También se le declaró responsable por vulneraciones contra la integridad mental y sexual de una de ellas.

Sin embargo, a 29 años de lo ocurrido, "todavía no se conoce toda la verdad de lo ocurrido a las víctimas y su paradero", indicó la CIDH.


3. Natalia Ponce de León

El 27 de marzo de 2014 la vida de esta mujer dio un giro cuando un amigo de la infancia, Jonathan Vega, la roció con ácido a la salida de su casa, quemando el 35 por ciento de su cuerpo"Hay que vivir el momento porque en cuestión de segundo todo cambia"

Vega está recluido en la cárcel La Picota de Bogotá hasta que haya una condena firme y el juez ratifique o no la solicitud de 35 años de prisión que pidió la Fiscalía General. Mira el video de Natalia Ponce durante la presentación de su libro.


4. Ana Elvia Cortés de Pachón

El macabro asesinato de esta campesina de 55 años en Chiquinquirá conmocionó a la opinión pública  en el año 2000.

Tras más de ocho horas de sufrimiento con un collar bomba que le endosaron al cuello cuatro hombres de negro, el aparato detonó, llevándose la vida de la mujer y del técnico Hernando López que trataba de liberarla.

Doña Elvira murió sin saber quien la mató y las investigaciones todavía no han esclarecido el crimen.


5. Niña violada en Melgar por fuerzas estadounidenses

Dos militares estadounidenses, llegado al territorio por el Plan Colombia, drogaron, secuestraron y violaron a la pequeña de 12 años en la  base de la Fuerza Aérea Colombiana en 2007.

Su madre, Olga Lucía Castillo lleva ocho años pidiendo justicita en el caso de su hija, que todavía no ha sido resuelto. El suyo es uno más del 98 por ciento de los casos de violación sexual en medio del conflicto armado que se mantienen en la impunidad. (Organizaciones sociales exponen violencia sexual colombiana ante CPI)


6. Doña Emperatriz Romero


El caso de Doña Emperatriz Romero fue otro de los más violentos que se recuerdan. Su nieto, Carlos Enrique Capera Romero, abusó  sexualmente de ella, la torturó y asesinó en 2012 en el barrio Lucero Bajo de Ciudad Bolívar. "Hubo un ensañamiento y una crueldad excesiva", aseguró la Fiscalía en el momento de su detención.

Retenido en la cárcel de La Picota desde entonces, todavía no existe una condena firme para el presunto asesino.


7. Claudia Julieta Duque

La periodista sufrió intimidaciones, amenazas y actos de tortura sicológica recurrentes y continuados por parte de exfuncionarios del DAS en el año 2005. Fue coaccionada para que desistiera de continuar en sus investigaciones sobre los nexos entre los paras y altos cargos de este organismo ya liquidado.

Por estos hechos, están procesados el exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, y los exdirectores de inteligencia Gian Carlo Auque y Enrique Alberto Ariza. Sin embargo, y tras más de 10 años, el juicio contra los supuestos culpables fue aplazado recientemente sin que se conozca la nueva fecha de su desarrollo.