Personaje

Emma Watson alza su voz a favor de la igualdad de género

Fucsia.co, 21/9/2014

La actriz que representó a la eterna amiga de Harry Potter se ha convertido en una mujer en contra de la discriminación de género, que se perpetúa en el mundo. Así se mostró la embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, con un primer gran discurso.

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"Mientras más hablo del feminismo, más caigo en cuenta de que luchar por los derechos de las mujeres es para muchos sinónimo de odiar a los hombres. Y si de algo estoy segura es de que esto tiene que terminar”. Así empezó la primera intervención de Emma Watson en su papel como embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres, en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York.

La joven, más conocida por su papel de Hermione en la saga Harry Potter, hizo un llamado a la igualdad de género con un discurso perfectamente estructurado que logró poner en pie a su audiencia, entre ellos, al secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon.

La actriz británica acudió a la gran manzana para presentar la campaña HeForShe puesta en marcha por ONU Mujeres. La iniciativa busca sumar el compromiso masculino cómo única forma real y efectiva de acabar con la discriminación de la que es víctima la mujer en el mundo. "Hombres, me gustaría dar esta oportunidad para extenderles unainvitación formal. La igualdad de géneros es nuestra cuestión, también".

El objetivo es que la desigualdad de géneros deje de ser una quimera en 2030 con el apoyo de hombres y mujeres por igual. “¿Cómo podemos lograr el cambio en el mundo cuando solo la mitad está invitada o se le recibe para participar en la conversación?”, expresó en su discurso.

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Watson, también rechazó en su intervención la actual tendencia a denigrar el movimiento feminista y las connotaciones negativas  que se asocian a este, debido a una interpretación equivocada del término original. “El feminismo, por definición, es creer que tanto hombres como mujeres deben tener iguales derechos y oportunidades”, concluyó.

No te pierdas el gran discurso de esta actriz a continuación, en video o en texto.



DISCURSO COMPLETO


Me nombraron Embajadora de buena voluntad de ONU Mujeres hace seis meses. Cuanto más hablaba de feminismo, más me daba cuenta de que luchar por los derechos de las mujeres se ha convertido demasiado a menudo en un sinónimo de odio contra los hombres. Si hay algo que sé con certeza, es que esto tiene que parar. Para que conste, el feminismo por definición es la creencia de que los hombres y los mujeres deberían tener igualdad de derechos y oportunidades. Esta es la teoría política, económica y social de la igualdad de sexos.

Cuando tenía 8 años, me llamaron mandona porque quería dirigir una obra de teatro que habíamos organizado para nuestros padres. Cuando tenía 14 años, empecé a ser sexualizada por ciertos elementos de los medios de comunicación. A los 15, mis amigas empezaron a dejar los equipos de deporte porque no querían parecer masculinas. A los 18, mis amigos varones no podían expresar sus sentimientos.

Decidí que era feminista. Esto no me pareció complicado para mí, pero mis recientes investigaciones me han mostrado que el feminismo se ha convertido en una palabra poco popular. Las mujeres están eligiendo no ser identificadas como feministas. Aparentemente, [esa expresión] es percibida como demasiado fuerte, demasiado agresiva, aisladora, antihombre, e, incluso, inatractiva.

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¿Por qué la palabra se ha hecho tan incómoda? Creo que es un derecho que me paguen lo mismo que a mis compañeros hombres. Creo que es un derecho que pueda tomar decisiones sobre mi propio cuerpo. Creo que es un derecho que las mujeres estén involucradas por mí en las políticas y decisiones que afectarán mi vida. Creo que es un derecho que socialmente se me ofrezca el mismo respeto que a los hombres.

Pero tristemente, puedo decir que no hay ni un solo país en el mundo en el que las mujeres puedan esperar estos derechos. Ningún país del mundo puede decir todavía haber conseguido la igualdad de géneros. Estos derechos están considerados como derechos humanos pero soy una de las afortunadas.

¿Qué decimos cuando hablamos de feminismo en el siglo XXI?


Mi vida es un privilegio porque mis padres no me quisieron menos porque naciera niña. Mi colegio no me limitó porque fuera niña. Mis profesores no asumieron que llegaría menos lejos porque daría a luz a un hijo algún día. Estas influencias son las embajadoras de igualdad de género que me han hecho lo que soy ahora. Pueden no saberlo pero son las feministas involuntarias que necesita el mundo hoy. Necesitamos más de ellas.

Si sigues odiando la palabra, no es la palabra lo que es importante. Es la idea y la ambición que hay detrás de ello, porque no todas las mujeres han recibido los mismos derechos que yo. De hecho, estadísticamente, muy pocas lo han conseguido.

En 1997, Hillary Clinton hizo un famoso discurso en Pekín sobre los derechos de las mujeres. Desafortunadamente, muchas de las cosas que ella quería cambiar siguen existiendo hoy en día. Lo que me llamó la atención es que menos del 30% de la audiencia eran hombres. ¿Cómo podemos lograr el cambio en el mundo cuando solo la mitad está invitada o se le recibe para participar en la conversación?

Hombres, me gustaría dar esta oportunidad para extenderles una invitación formal. La igualdad de géneros es su cuestión, también.
Porque hasta la fecha, he visto el papel de mi padre valorado menos por la sociedad. He visto a hombres jóvenes sufrir enfermedades mentales, siendo incapaces de pedir ayuda por miedo a que ello les haga menos hombres. De hecho, en Reino Unido el suicidio es la mayor causa de muerte de los hombres entre 20 y 49 años, eclipsando los accidentes de tráfico, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. He visto a hombres frágiles e inseguros por lo que se considera éxito masculino. Los hombres tampoco tienen los beneficios de la igualdad.

No hablamos muy a menudo de los hombres siendo presos de estereotipos de géneros pero puedo ver que existen. Cuando sean libres, las cosas cambiarán para las mujeres como consecuencia natural. Si los hombres no necesitan ser agresivos para ser aceptados, las mujeres no se verán obligadas a ser sumisas. Si los hombres no necesitan controlar, las mujeres no tendrán que ser controladas.

Tanto los hombres como las mujeres deberían sentirse libres para ser sensibles. Tanto los hombres como las mujeres deberían sentirse libres para ser fuertes. Es hora de que veamos los géneros como un espectro en lugar de dos ideales opuestos. Deberíamos dejar de definirnos a los otros  por lo que no somos y empezar a definirnos por lo que somos. Podemos ser más libres y esto es de lo que trata HeForShe. Es sobre la libertad. Quiero que los hombres acepten la tarea para que sus hijas, sus hermanas y sus madres puedan ser libres de prejuicios pero también que sus hijos tengan el permiso de ser vulnerables y humanos también que reclamen partes de ellos que habían abandonado, y con ello, sean una versión más verdadera y completa de ellos mismos.

Puedes pensar: ¿quién es esta chica de Harry Potter? ¿Qué hace en la ONU? Yo también me lo he estado preguntando a mí misma. Todo lo que sé es que me preocupa este problema y que quiero mejorarlo. Y habiendo visto lo que he visto, y teniendo esta oportunidad, siento que es mi responsabilidad decir algo. El estadista Edmund Burke dijo que todo lo que necesita para que triunfen las fuerzas del mal es que los hombres buenos y las mujeres buenas no hagan nada.

Durante mi nervios por este discurso y mis momentos de duda, me decía a mi misma firmemente: si no soy yo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo? Si les asaltan dudas cuando una oportunidad se les presenta, espero que estas palabras los ayuden. Porque la realidad es que si no hacemos nada, nos llevará 75 o 100 años antes de que las mujeres puedan esperar ser pagadas lo mismo que los hombres por el mismo trabajo. 15,5 millones de niñas se casarán siendo niñas durante los próximos 16 años. Y al paso que vamos, no será hasta 2086 cuando todas las niñas africanas de zonas rurales puedan tener educación secundaria.

Si crees en la igualdad, puedes ser una de las feministas involuntarias de las que hablaba antes, y por eso las aplaudo. Debemos luchar por un mundo unido, y la buena noticia es que tenemos una plataforma. Se llama HeForShe. Los invito a dar el paso, ser vistos y preguntarse: si no soy yo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo? Gracias.”