La barbarie hecha legislación

Fucsia.co, 13/2/2014

Aunque la violencia doméstica está tipificado como delito en 125 países, 603 millones de mujeres viven todavía en estados donde esta práctica se acepta. Aquí están alguna de las normativas más inhumanas contra las féminas en el mundo.

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Estamos en la era de las nuevas tecnologías, de la difusión masiva de datos e información, de la globalización, de la liberalización del mercado, de las grandes empresas. Sin embargo, no ha llegado el día en el que todas las personas, sin importar su condición, edad, raza o género, pueden beneficiarse de los mismos derechos.

Las diversas jurisdicciones a nivel mundial perpetúan esta desigualdad proclamando leyes que constitucionalizan la distinción entre hombres y mujeres. Esta realidad provoca asimismo que estas últimas, en muchos casos, sean consideradas ciudadanas de segunda categoría, por detrás de sus compañeros varones. Por lo que, también se restringe el acceso de estas a la educación, la sanidad, el trabajo y la justicia, entre otras parcelas de la vida, en igual de condiciones que los hombres.

Según el último estudio realizado en 2011 por la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, más conocido como ONU Mujeres, bajo el nombre de El progreso de las mujeres en el mundo: En busca de la justicia, aunque la violencia doméstica está tipificado como delito en 125 países, 603 millones de mujeres viven en estados donde todavía se acepta esta práctica a nivel social. Por otro lado, más de 2,6 mil millones de mujeres viven en países donde la violación conyugal no está penada (solo la legislación de 52 estados lo contempla).

Aquí están algunas de las leyes más restrictivas contra los derechos de las mujeres que se mantienen en algunos rincones del planeta.

1. Impunidad ante la violencia doméstica en Afganistán. Las dos Cámaras afganas acaban de aprobar recientemente una ley que dificultará, más si cabe, la protección de las mujeres en casos de violencia doméstica. Bajo esta reforma del código penal, las autoridades judiciales no podrán, en ningún caso, interrogar a los familiares de un acusado por estas causas ante los tribunales.

Esta jurisdicción resulta un retroceso en la lucha para la erradicación de las prácticas machistas en Afganistán puesto que la mayor parte de abusos contra las mujeres se registran en el ámbito familiar y son perpetradas por los hombres de su círculo más cercano. Diversas organizaciones han pedido formalmente al presidente afgano que no ratifique la nueva normativa, último paso para que la ley cobre realidad.

2. Delito llevar minifaldas en Uganda. El país africano acaba de reformar, a través de su Parlamento, la Ley Anti-pornografía 2011 a través de la que se regula que cualquier parcela de la vida ugandesa no sea excesivamente sexual, según la propia moralidad de las autoridades, por supuesto. La nueva ley contempla ahora que cualquier mujer que vista en público faldas o pantalones por encima de la rodilla podrá ser arrestada.

La justificación que facilitó Simón Lokodo, ministro de Asuntos Éticos e Integridad de Uganda, para explicar la pertinencia de dicha modificación es que “queremos evitar los abusos. Las mujeres que visten provocativamente a veces son atacadas. Él es un criminal, pero lo cierto es que fue provocado”, explicó en declaraciones al periódico El Mundo el también artífice de la propuesta.

3. A la cárcel por conducir en Arabia Saudí. Las mujeres tienen prohibido manejar un carro en el país asiático, principalmente porque tienen vedado sacarse la licencia oficial. Estas normativas no estás contempladas de forma formal en el código penal saudita, lo que no impide que cuando a una mujer es descubierta conduciendo por la autoridad pertinente se le multe económicamente.

En octubre de 2013, varias sauditas desafiaron esta normativa costumbrista y se unieron en una campaña de rebelión. A través de las redes sociales, difundieron instantáneas en las que se mostraban a ellas mismas manejando un carro. La reivindicación fue desmantelada por las autoridades, quienes, un día después de la puesta en marcha de la iniciativa, informó que habían multado a 16 infractoras. Además del pago económico, debieron, por un lado, firmar un documento comprometiéndose a no volver a conducir, y hacer que un tutor masculino responsable jurídico de cada una de ellas firmase otro en el que quedaba recogido que no le permitiría volver a empuñar un volante.

4. Lapidadas por adulteras en Nigeria. Cualquier mujer que mantenga relaciones extramatrimoniales en 12 de los 36 estados que conforman el país africano puede ser castigada a morir por lapidación si cuatro testigos atestiguan que ha cometido tal delito, o si está embarazada, prueba irrefutable de que es culpable. Los hombres, por el contrario, aunque también pueden morir lapidados por el mismo motivo, pueden librarse de la pena de muerte si juran sobre el Corán y ante el tribunal encargado de juzgar el caso la falsedad de los hechos. No se contempla esta posibilidad para la mujer.

5. Camerún no penaliza el planchado de pecho. Se trata de una práctica cultural del país africano –aunque no es el único- que se realiza a niñas entre ocho y once años basado en aplastar sus pechos durante meses  con un objeto plano y ardiente para evitar que estos se desarrollen de forma natural y adquieran una turgencia que resulte demasiado atractiva para los hombres. Es decir, con ello se intenta prevenir que la mujer sufra abusos sexuales por resultar ‘demasiado apetecible’ o que se quede embarazada a una edad temprana.  Esta tortura no está tipificada como delito en la legislación camerunesa.

6. Prohibido asistir a partidos de fútbol en Irán. Las iraníes tienen vetado acudir a los estadios de fútbol porque los hombres vistan pantalones cortos y por el lenguaje inapropiado que se sucede en este escenario. El Gran Ayatolá Fazel Lankarani, una de las autoridades islámicas con más influencia del país justificó la normativa mientras viviía de esta manera: “Mujeres mirando el cuerpo de un hombre, incluso aunque no sea para conseguir su gratificación, es inadecuado. Además, el Islam insiste en que los hombres y las mujeres no se deberían mezclar”.

Las legislaciones discriminatorias se suceden a lo largo del planeta. Y aunque estos ejemplos pueden resultar los más sorprendentes por su barbarie, son cientos los estados que todavía mantienen normativas que violan los derechos de las mujeres. Lee el artículo sobre la violencia contra la mujer que las sociedades excusan.