Premian la lucha de las mujeres de Buenaventura

Fucsia.co, 11/9/2014

Las Mariposas de Buenaventura, mujeres que ayudan a otras mujeres víctimas del conflicto, se han erigido como la primera organización colombiana en recibir el premio Nansen para los refugiados de Naciones Unidas. Hablamos con ellas.

Foto: ACNUR - Foto:

Por primera vez en la historia, una organización colombiana ha obtenido el Premio Nansen, el más alto reconocimiento en la protección de las personas refugiadas, apátridas y desplazadas internas que otorga Naciones Unidas a través de su Agencia ACNUR en colaboración con el Consejo Noruego de Refugiados.

Las ganadoras, la Red Mariposas con Alas Nuevas Construyendo Futuro, un grupo de más de 100 mujeres voluntarias y afrodescendeientes de Buenaventura que, enmarcadas dentro de nueve organizaciones, acompañan a otras mujeres víctimas del conflicto y de la violencia sexual que este perpetúa.  

El hito es doble. No es solo que en los 60 años de vida de estos galardones nunca hubieran recaído en manos colombianas, sino que, además, lo hacen en manos femeninas, reconociendo así la importancia y urgencia de la participación femenina en la resolución del conflicto y en la construcción de paz. “Este premio es una llamada de atención al Gobierno colombiano. Se reconoce lo que se está haciendo desde las instancias estatales pero también se cuestiona que puede que  no sea suficiente, como en el caso de Buenaventura”, indica Stephane Jaquemet, representante de ACNUR Colombia.

Ahí, donde el estado no llega, aparecen mujeres como Gloria Arboleda Murillo, Mery Medina Mina y Maritza Asprilla Cruz, todas ellas integrantes de la red y encargadas de recibir el galardón en nombre del resto de Mariposas en un evento organizado en Bogotá.  “Desde el 2010, cuando se puso a funcionar la red, no hemos tenido ayuda de gobierno alguno. Hemos salido adelante por nosotras mismas”, asegura Medina.

Para la voluntaria, resulta clave que el gobierno invierta en el ámbito social si se quiere terminar con el conflicto y con la violencia de la zona.  “Las mujeres trabajan a veces vendiendo plátanos, chontaduro; haciendo fritanga, masas. Con eso sostienen a sus hijos, pero estos no tienen la oportunidad de acceder a educación, por lo que ellas tienen que mantenerlos económicamente hasta que son adultos. Pero cuando se hacen mayores, ellos  tampoco tienen la posibilidad de acceder a un trabajo digno, igual que sus madres. Ninguno se empodera y así la violencia se mantiene”.
 
Se estima que en Colombia hay 5,7 millones de desplazados internos, de los cuales, el 51%  son mujeres. Buenaventura es la ciudad que más desplazados genera. Según datos de ACNUR, entre el 2012 y el 2013, más de 15.400 personas abandonaron sus hogares a causa del conflicto armado. A esto, hay que sumarle la situación de vulnerabilidad y desprotección que viven las mujeres en esta zona del Pacífico. Desde 1991, 461 mujeres han sido asesinadas, 15 de ellas sólo en lo que va de 2014.

La vulneración sistemática de los derechos de las mujeres responde, en opinión de Medina,  a la perpetuación de una cultura machista, arraigada en todo el país; también en Buenaventura. “En este contexto patriarcal y machista, hay una falta de reconocimiento hacia la mujer, más con las mujeres afro y del pacifico, y, por lo tanto, falta de visibilización de ellas como parte fundamental de la construcción de paz”.

En tres años de labor, las Mariposas han atendido a más de 1.000 mujeres y niñas a las que empoderan con talleres de autoestima para que“tomen conciencia de que no están solas, de que no han nacido para ser maltratadas, que se tienen que hacer respetar, valorarse como mujer y como persona. A partir de allí ellas vuelven a sus hogares pero con una mentalidad diferente: ya no se van a dejar someter”, explica Medina.

Con el Nansen bajo el brazo, las Mariposas buscan ahora “una metamorfosis de la sociedad” que erradique las vejaciones, los abusos sexuales y la violencia que se ejerce contra las mujeres de Buenaventura en el marco del conflicto armado y fuera de este. “Este premio nos va a servir para conseguir más manos amigas que nos apoyen y sacar así este proceso de paz adelante”, dice con esperanza Mery Medina Mina.