Piel

Bronceo en busca de 'El Dorado'

Revista Fucsia , 5/2/2012

El color dorado no es un espejismo, ni se logra con trucos de última hora. Pasos para hacer la diferencia entre un quemado que asusta o un bronceado que seduce. Tu piel lucirá espectacular.

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Hay que empezar por decir que una piel seca, áspera, deshidratada, es el mejor indicio de que el tan anhelado bronceo de vacaciones va a salir mal. Y no sólo de que va a salir mal, sino de que se puede volver una quemadura de menor o mayor grado, con las consecuencias que ésta puede traer para la salud.

No está por demás, como lo aconsejan algunos expertos,  empezar a consumir betacaroteno (vitamina A), que se encuentra principalmente en las frutas y hortalizas de color naranja, unas semanas antes de salir de vacaciones.

Y, aunque suene repetitivo, no nos cansamos de insistir en que una cosa es broncearse y otra muy distinta someterse a los peligrosos rayos ultravioleta que lanza ese sol que nos ilumina y nos calienta, y que hace tan placentero estar en la piscina o tirado en la playa haciendo nada.
Es importante seguir paso a paso algunas rutinas y consejos desde antes de irse de vacaciones, para lograr el dorado que todas las mujeres persiguen.

Cómo preparar la piel
Lo primero e ineludible es exfoliarla, haciendo énfasis en las manos, codos, rodillas y pies. Utilice cremas —indicadas por su dermatólogo o esteticista— no demasiado fuertes, pues pueden continuar su proceso de exfoliación y evitar que el bronceador funcione.

Límpiatee el desodorante, y evita untarte aceites corporales que dejen una capa grasa sobre tu piel. Humecta todo tu cuerpo, en especial las zonas más secas como manos, codos, rodillas y pies. Es bueno usar guantes de látex para aplicarse el exfoliante.

No te practiques la exfoliación sino al menos un día después de depilarte el cuerpo, porque puede deshidratar o enrojecer la piel.

Bronceador de los pies a la cabeza
Piernas y cuerpo: Aplicar el bronceador detrás de la rodillas, extendiéndolo hacia los tobillos con un movimiento circular, y luego hacia los pies y entre los dedos. ApliCA bronceador en los muslos y sigUE  hacia arriba, hasta el área del cuello. Límpiate con un pañuelo facial las uñas y cutículas para que no se manchen.

Brazos: Empieza por la parte exterior, en la que el sol se va a posar primero. La parte de adentro de los brazos está menos expuesta, así que hay que ponerle un poco de crema humectante o menos bronceador para un resultado más real. Finaliza en la muñeca.

Cara: Evita que la piel quede demasiado oscura mezclando el bronceador con una crema hidratante. Evite tocar el comienzo del pelo (puede absorber el color del bronceador). En el área de los ojos un poquito de crema hidratante al residuo de bronceador que queda en las manos y aplica esa mezcla sobre las cejas, hasta donde empieza el pelo. Sobre el cuello aplíquese la misma mezcla.

Manos: Si no has usado guantes quítate el residuo de bronceador que queda en ellas. Pónte hidratante y un poquito de loción bronceadora en el dorso. Frótatelas y esparce esa mezcla entre los dedos. Añade un poco más de hidratante en las muñecas.

Lo que hay que evitar

Hay cosas que son inconvenientes cuando ya se ha puesto el bronceador, como actividades que hacen sudar. Al lado del mar, por ejemplo, la sal y la humedad pueden hacer que el bronceado se divida en parches.

Lavarte los dientes puede hacer que el bronceador alrededor de la boca desaparezca. Meterte a la piscina, si notas que el bronceado no va bien, es un error, porque el cloro puede blanquear el bronceado y ayudar a que se destiña.

Untarte bronceador a cada rato puede tener un efecto contraproducente, si hay algo que perdure es broncearse poco a poco.