Los devastadores efectos de abusar de las cámaras de bronceado

Tawny Willoughby es una enfermera de 27 años que se ha convertido en la una embajadora de la lucha por la prevención del cáncer de piel, gracias al impulso de las redes sociales.

Todo empezó el mes pasado, cuando compartió una selfie en su Facebook, acompañado de una introducción que alertaba de la dureza de la imagen que mostraría a continuación: “Si alguien necesita un poco de motivación para renunciar a las cámaras bronceadoras y a la exposición directa al sol, aquí tenéis”. En esta, se muestra el rostro de la joven estadounidense lleno de ampollas, llagas y heridas tras someterse a un tratamiento para acabar con la enfermedad.

Esta joven fue diagnosticada de cáncer de piel a los 21 años. Como ella misma indica en su cuenta de Facebook, estaba obsesionada con tener un color de piel menos blanquecino, por lo que acudía con regularidad a cámaras de bronceado, "e cuatro a cinco veces por semana". También se exponía al sol frecuentemente sin protección alguna.

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Madre de un niño de dos años, ahora es consciente de los riesgos a los que se expuso cuando era menor de edad. “Sólo tenemos una piel y hay que cuidarla. Aprende de los errores de otras personas. No permitas que el bronceado no te deje ver a tus hijos crecer. Ese es mi  mayor miedo ahora que tengo a mi pequeño”, concluye.   

El dermatólogo Álvaro Andrés Luque Acevedo, de la Asociación Dermatológica y Cirugía Dermatológica de Colombia, aseguró a Fucsia.co que lo que hizo Tawny Willoughby es un error grave. “La gente tiene que saber en lo que se está metiendo cuando acude a cámaras de bronceo. Los profesionales recomendamos evitar  este tipo de métodos porque aumentan significativamente los riesgos de padecer cáncer de piel por la exposición directa y no controlada a la que se somete la persona en su interior. El riesgo es doble porque además nadie entra con bloqueador”.

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Según el doctor, la exposición intermitente tiene mayor incidencia a la hora de desarrollar un cáncer de piel. “Esto es debido a que la exposición suele ser más prolongada y en lapsos de tiempos más cortos. Generalmente, no se usa bloqueador y, por lo tanto, la gente se quema”.

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Resulta imprescindible cuidar la piel de los efectos del sol. Para ello “hay que utilizar bloqueador de factor 30 en adelante y aplicárselo tres veces en la ciudad, y cada hora y media cuando se está en la playa”, concluye el especialista.