Adelgazar

Comprobación científica de la importancia del desayuno

RevistaFucsia.com, 20/3/2012

Un estudio desde hace más de quince años junto al grupo de investigación de la Commonwealth University of Virginia, comprobó que el desayuno no solo no engorda sino que acelera el metabolismo y controla el hambre, la saciedad y la atracción pasional hacia los alimentos que la mayoría de las personas sienten al atardecer.


La Dra. Daniela Jakubowicz, afirma en su libro ‘adiós al sobrepeso’ que desde hace muchos años se sabe que el organismo cambia a lo largo del día, que el metabolismo funciona de una forma por las mañanas y de otra diferente por las noches. Esto la llevó a pensar que la vía metabólica y las transformaciones que sufren los alimentos deben ser diferentes según la hora de la ingesta. De igual manera, la llevó a demostrar que un mismo alimento puede incrementar la fuerza y energía cuando es ingerido en la mañana, mientras que el consumo de ese mismo alimento en la noche engorda y aumenta las grasas en la sangre.

Al comprobar la anterior hipótesis, todas las teorías acerca de las calorías en una dieta adelgazante quedarían completamente obsoletas, pues las mismas calorías en la mañana nos aportan energía y no nos engordan, mientras que a otra hora sí lo hacen, afirma la doctora. 

Un estudio desde hace más de quince años junto al grupo de investigación de la Commonwealth University of Virginia, comprobó que el desayuno no solo no engorda sino que acelera el metabolismo y controla el hambre, la saciedad y la atracción pasional hacia los alimentos que la mayoría de las personas sienten al atardecer.

Por lo tanto, la hora del desayuno es el momento del día en que se puede consumir toda clase de alimentos que, a esa hora, como se menciona anteriormente, se convierten en energía y no en grasa.

Es importante tener presente que el desayuno no puede ser a cualquier hora. El cerebro debe tener la señal de que estamos desayunando y que no necesita poner en marcha los sistemas de emergencia que se activan por la ausencia del desayuno. Lo recomendable es desayunar 15 minutos después de despertar. Si lo haces a las 6 a.m., debes comenzar el desayuno a más tardar a las 6:15 a.m.

Luego de iniciar el desayuno, por ejemplo con un vaso de leche o café con leche, lo ideal sería continuar desayunando durante una media hora más. Pero, si por ejemplo, por una cuestión de tiempo no podemos hacerlo, en esas circunstancias se puede subdividir el desayuno enn dos o tres partes y comer la segunda porción un poco más tarde y luego comer nuevamente. Lo importante es que todas esas ingestas sean hechas sin sobrepasar las 9:30 a.m. o a lo sumo 10:00 a.m.

Recomendaciones de la dr. Jakubowicz para es desayuno:
-    Debes aprender cómo incorporar las proteínas pavo, queso, leche etc. Que aceleran el metabolismo y controlan el hambre.
-    Debes comer a la hora del desayuno carbohidratos, en especial dulces, que te protegerán contra la atracción pasional hacia determinadas comidas que habitualmente apetecemos en la tarde, hora del día en que ese tipo de alimentos nos engordan.

Nota curiosa: las personas obesas por lo general tienen severas dificultades para desayunar. Algunos sienten naúseas con solo pensar que tienen que desayunar, otros tienen total ausencia de hambre a esa hora del día y otros incluso creen que si no desayunan pueden adelgazar. Todos estos conceptos equívocos están presentes en lo que se denomina ‘el cerebro de gordo’. Conducen a la falta del desayuno, al consiguiente descenso del metabolismo, a sentir hambre todo el día a sentir una atracción pasional por la comida al atardecer y a la progresiva ganancia de peso.

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