Salud

Cuerpo de mujer: 6 dolores cotidianos que no debes dejar pasar

RevistaFucsia.com, 21/12/2011

Cuando un dolor de cabeza es más frecuente de lo normal, no siempre significa que tu organismo está “muy bien” acostumbrado a convivir con alguna molestia: quizás tu cuerpo te está pidiendo que le pongas atención a lo que te dice. Alarmas corporales que no debes dejar pasar de largo y otros de alerta roja.

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Pequeñas punzadas en la sien, retorcijones en el estómago, un corazón que de la nada late a mil. No hablamos ni de las mariposas del amor ni de un corazón romántico. Enfermedades progresivas pueden ir desarrollándose en tu cuerpo con el pasar de los años sin mostrar ninguna evidencia grave y obvia. Vivimos expuestas a graves afecciones como producto de una vida inestable, virus del ambiente, mala alimentación, sedentarismo y estrés. No queremos convertirte en una hipocondríaca, pero sí alertarte a que prestes mayor atención a las señales que no se deben ignorar. Nada malo puede estar sucediendo, pero qué mejor tranquilidad que tengas la certeza completa.

1.    Fuerte dolor de cabeza:
Cuando las migrañas insoportables hacen su entrada triunfal, sabemos que son crisis de máximo dos días. Sí, sufres de migraña y sabes que cuando llega lo peor puede pasar, pero dependiendo de la intensidad y la frecuencia, debes prestar más atención a los otros síntomas que la acompañan. La visión borrosa, un dolor que en cada crisis se hace más fuerte o el vómito, pueden ser señales de un aneurisma cerebral. Cuando esto sucede, no hay flujo de oxígeno. Tiene solución, pero debes actuar de inmediato acudiendo a un hospital y realizarte una tomografía de emergencia.

2.    Dolor de dientes: Un helado o un café muy caliente te causan escalofríos en cada fibra de tu cuerpo. Lo que llamamos la “sensibilidad dental” como producto de una caries o de unas encías con bacterias, se convierte en un daño del nervio de tu diente. La placa habrá hecho de las suyas y se ha podrido una parte de la corteza del diente y, finalmente, ha llegado al nervio.  Una infección de las encías puede incluso causar problemas cardiacos.

3.    Dolor en un costado del cuerpo: Muchas veces se presenta por una mala posición mientras dormimos o por una silla que está acabando con nuestra espalda y columna. Pero cuando las punzadas son cada vez más fuertes y se intensifican a lo largo del día, pon atención.  El mareo,  sensaciones como si estuvieran acuchillándote por dentro, y, para rematar, un  estómago que está hecho un desastre, debes ir de inmediato a la clínica: una apendicitis te está amenazando.  Una vez ya estés segura del mal, el único remedio es la cirugía; no debes esperar a que la inflamación del órgano se agrave y se produzca una peritonitis, lo que te puede, literalmente envenenar por dentro.

4.    Estómago inflamado y diarrea o estreñimiento: Lamentablemente, las dolencias del colon y sus derivados (como la gastritis, acidez y estreñimiento) se han convertido en una enfermedad muy común del siglo XXI. Cuando un alimento nos cae mal y nuestro estómago enloquece, sabemos qué viene a continuación y que debemos esperar como mínimo 48 horas hasta que el organismo se restablezca, la inflamación del vientre baje y el apetito vuelva. Ya has aprendido a vivir con este mal, pero no debe suceder muy a menudo o algo realmente está mal. Cuando el dolor es diario y perdura por lo menos un mes, puede ser un cáncer de ovarios o cáncer de colon, más aún cuando sufriendo del síndrome, descuidas tu alimentación y tus hábitos son sedentarios.  Si no has estado embarazada y tienes antecedentes de cáncer de mama dentro de tu árbol genealógico, el riesgo es mayor.

5.    Exceso de fatiga y falta de sueño:
Cuando existe dificultad para conciliar el sueño, y además el cansancio es tu amigo número uno durante el día, esto quizás es un reflejo de problemas cardiacos o de un posible ataque en camino. Si van acompañados de ansiedad, nerviosismo permanente e indigestión, escucha a tu corazón y visita pronto a un especialista.

6.    Dolor de espalda severo: Si permaneces sentada todo el día, no es de extrañarse que y estés acostumbrada a que tu espalda quede destrozada cuando la semana está por finalizar. Aparte de ser un mal hábito, estás dándole paso a otras afecciones en los músculos, caderas y órganos internos. Si al hacer un gran esfuerzo quedas con un fuerte dolor, puedes tener un disco gastado y si esto se deja progresar, un daño en alguno de los nervios de la espina dorsal. Si los dolores van precedidos por una o más caídas fuertes, es importante que te hagas revisar por tu médico de cabecera y te practiques una resonancia magnética para salir de dudas.

Cuando no parece tan normal
•    Toser con sangre puede ser un síntoma de cáncer de pulmón. Según unos científicos de la universidad de Keele (Inglaterra), cuando signos como sangre en la orina o en las heces, anemia o aparentes bolas de grasa en los senos aparecen después de los 50, existen una probabilidad alarmante de sufrir algún tipo de cáncer.
•    La sensibilidad a la luz, la rigidez de la nuca, el dolor de piernas y confusión son señales de una posible meningitis.
•    Tres signos pueden ser la pauta para un derrame cerebral en proceso: cuando la cabeza recae hacia un lado, dificultad para alzar los brazos y para hablar.