Más cerca del sueño de tener hijos a pesar de carecer de útero
Fucsia.co, 14/1/2014
Nueve mujeres han recibido nuevas matrices gracias a un programa experimental desarrollado por médicos suecos. Las pacientes podrán en el futuro tener hijos biológicos si las intervenciones demuestran la viabilidad de este tipo de transplante.
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Foto: Ingimage - Foto: TANYA_R
Un grupo de investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) ha abierto un nuevo canal de esperanza a aquellas mujeres que no pueden cumplir sus deseos de ser madres biológicas por carecer de útero, bien por una malformación durante el desarrollo embrionario que provocó que nacieran sin él, o por haber sido sometidas a una extirpación del mismo a causa de un cáncer cervical localizado en esa zona del aparato reproductor.
A través de este programa, que aún está en fase experimental, los especialistas han dotado de matrices trasplantadas a nueve mujeres que se ofrecieron a participar en este proyecto. Los órganos que recibieron las voluntarias fueron donados por sus respectivas parientes, todas ellas vivas, lo que ha generado cierta controversia sobre la pertinencia de emplear órganos de personas que aún no han fallecido en beneficio de otras.
El objetivo ahora es comprobar si las nueve mujeres, todas ellas con una media de edad de 30 años, pueden alumbrar hijos propios. Sin embargo, no podrán quedar embarazas de forma natural. El motivo responde a que en la intervención no se conectaron las matrices a las trompas de Falopio, conductos que conectan los ovarios (donde se generan los óvulos) con la matriz. Debido a esto, las mujeres trasplantadas, aunque capaces de generar sus propios gametos femeninos, deben recurrir a la fertilización in vitro para tener descendencia biológica. De hecho, antes de la operación, a cada paciente se le extrajo una muestra de óvulos que, posteriormente, fueron congelados a la espera de ser transferidos al útero cuando las nueve mujeres estén lista para quedar embarazas.
Mats Brannstorm, presidente del departamento de obstetricia y ginecología en la citada universidad y jefe de la investigación, aseguró en declaraciones para la agencia de noticias internacional The Associated Press, que las pacientes se encuentran bien tras la operación, que tuvo lugar en septiembre de 2012. Como señala el doctor, algunas menstruaron seis semanas después de que se les realizara los trasplantes, un signo de que las matrices están sanas y funcionan bien.
Si bien es cierto que otras mujeres sí que sufrieron episodios de leve rechazo del “cuerpo extraño”, ninguno de gravedad, por lo que a los pocos días, todas ellas fueron enviadas a sus respectivos hogares para recuperarse de la intervención.
Otras experiencias de trasplante de útero
El primer intento de trasplante de matriz se realizó en Arabia Saudí en el año 2000. Médicos saudís realizaron esta intervención a una paciente de 26 años que había perdido este órgano reproductor tras sufrir una hemorragia durante el parto, y se lo reemplazaron por una matriz de una mujer de 46.
La voluntaria mantuvo el nuevo útero durante tres meses, llegando incluso a menstruar en dos ocasiones. Finalmente, su cuerpo rechazó el “órgano extraño”. A pesar del fracaso, la intervención supuso un logro a nivel médico y científico por la complicación de la misma.
La turca Derya Sert se convirtió en agosto de 2011 en la receptora del primer trasplante de matriz del mundo que culminaba con éxito. La joven de 21 años afectada por agenesia congénita úterovaginal (también conocida como síndrome de Rokitansky), por lo que carecía de útero y de parte de la vagina, fue operada en el hospital de la Universidad de Akdeniz (Turquía) con éxito.
En marzo de 2013 se hizo público que la joven estaba embarazada de su primer hijo biológico producto de la fecundación in vitro de sus óvulos fecundados con los espermatozoides de su marido. Sin embargo, durante una revisión a las ocho semanas de embarazo, se constató que el corazón del embrión ya no latía, por lo que Sert tuvo que ser sometida a un aborto.
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A través de este programa, que aún está en fase experimental, los especialistas han dotado de matrices trasplantadas a nueve mujeres que se ofrecieron a participar en este proyecto. Los órganos que recibieron las voluntarias fueron donados por sus respectivas parientes, todas ellas vivas, lo que ha generado cierta controversia sobre la pertinencia de emplear órganos de personas que aún no han fallecido en beneficio de otras.
El objetivo ahora es comprobar si las nueve mujeres, todas ellas con una media de edad de 30 años, pueden alumbrar hijos propios. Sin embargo, no podrán quedar embarazas de forma natural. El motivo responde a que en la intervención no se conectaron las matrices a las trompas de Falopio, conductos que conectan los ovarios (donde se generan los óvulos) con la matriz. Debido a esto, las mujeres trasplantadas, aunque capaces de generar sus propios gametos femeninos, deben recurrir a la fertilización in vitro para tener descendencia biológica. De hecho, antes de la operación, a cada paciente se le extrajo una muestra de óvulos que, posteriormente, fueron congelados a la espera de ser transferidos al útero cuando las nueve mujeres estén lista para quedar embarazas.
Mats Brannstorm, presidente del departamento de obstetricia y ginecología en la citada universidad y jefe de la investigación, aseguró en declaraciones para la agencia de noticias internacional The Associated Press, que las pacientes se encuentran bien tras la operación, que tuvo lugar en septiembre de 2012. Como señala el doctor, algunas menstruaron seis semanas después de que se les realizara los trasplantes, un signo de que las matrices están sanas y funcionan bien.
Si bien es cierto que otras mujeres sí que sufrieron episodios de leve rechazo del “cuerpo extraño”, ninguno de gravedad, por lo que a los pocos días, todas ellas fueron enviadas a sus respectivos hogares para recuperarse de la intervención.
Otras experiencias de trasplante de útero
El primer intento de trasplante de matriz se realizó en Arabia Saudí en el año 2000. Médicos saudís realizaron esta intervención a una paciente de 26 años que había perdido este órgano reproductor tras sufrir una hemorragia durante el parto, y se lo reemplazaron por una matriz de una mujer de 46.
La voluntaria mantuvo el nuevo útero durante tres meses, llegando incluso a menstruar en dos ocasiones. Finalmente, su cuerpo rechazó el “órgano extraño”. A pesar del fracaso, la intervención supuso un logro a nivel médico y científico por la complicación de la misma.
La turca Derya Sert se convirtió en agosto de 2011 en la receptora del primer trasplante de matriz del mundo que culminaba con éxito. La joven de 21 años afectada por agenesia congénita úterovaginal (también conocida como síndrome de Rokitansky), por lo que carecía de útero y de parte de la vagina, fue operada en el hospital de la Universidad de Akdeniz (Turquía) con éxito.
En marzo de 2013 se hizo público que la joven estaba embarazada de su primer hijo biológico producto de la fecundación in vitro de sus óvulos fecundados con los espermatozoides de su marido. Sin embargo, durante una revisión a las ocho semanas de embarazo, se constató que el corazón del embrión ya no latía, por lo que Sert tuvo que ser sometida a un aborto.
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