axilas

¡Manos arriba!

Revista Fucsia , 30/8/2011

Aunque las axilas son áreas que se mantienen ocultas la mayor parte del tiempo, no hay que escatimar cuidados para mantenerlas en forma.

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Levantar el brazo con confianza, mostrar esta bonita parte de la anatomía femenina, puede convertirse en algo vergonzante para muchas mujeres que nunca le brindan un cuidado especial a esa zona que, por cierto, es bastante delicada. La piel de las axilas ha estado expuesta históricamente al maltrato por cuenta del uso de desodorantes y jabones que irritan la piel, de la depilación con máquina de afeitar o con cera, y de otras técnicas de depilación como el láser.

Muy pocas mujeres se detienen a pensar en el trato que deben dar a las axilas. Es un hecho, que durante el proceso de depilación no sólo se elimina el vello que crece en esa área, sino que al eliminarlo se desprenden capas superficiales de la piel. Por eso, es tan importante destinar productos especiales al cuidado de esta parte, que contribuyan a hidratarla y protegerla.

Una adecuada profilaxis garantiza que no sea necesario preocuparse por la sudoración excesiva ni afrontar problemas de higiene o de maltrato en las axilas. Hay algunos consejos que, aunque obvios, hacen una diferencia significativa si se practican diariamente y se vuelven una costumbre. 
 
Antes de alzar el brazo
1
. Usa productos suaves (jabones suaves y humectantes) antes y después de afeitarte.
2. Si usas desodorante en aerosol, aplícalo a una distancia prudente de la axila para evitar irritaciones (15 cm. Aprox.).
3. Sé fiel a tu piel, no a una marca. Si un desodorante te irrita, cambia de producto y consulta a tu dermatólogo.
4. Aféitate las axilas antes de acostarte. Es el momento ideal, pues la piel y el cuerpo descansan y están expuestas a menores agresiones externas.
5. No te afeites directamente sobre la piel seca. Humedécela para suavizar los poros y evitar una fricción innecesaria.
6. Después de la afeitada, hidrata esta zona con productos que no contengan alcohol.
7. No uses cuchillas desgastadas y aféitate con movimientos suaves y uniformes, en la dirección en que crece el pelo.
8. Si utilizas cera, asegúrase de mantenerla a una temperatura estable para no irritar, quemar o maltratar la piel.
9. Utiliza fibras suaves para secarte las axilas después del baño como toallas de algodón, nunca papel higiénico o toallas desechables, éstas maltratan.
10. Mantén hidratada la piel de las axilas. El cloro de las piscinas y los minerales del agua salada pueden irritarla.

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