Ansiedad

¡Para de sufrir! Fuera el estrés laboral

Revista Fucsia, 27/11/2011

El estrés del trabajo, la universidad, la casa, tu pareja o de otras preocupaciones, no te da un minuto de paz y sientes que vives en un estado de alerta las 24 horas del día. Una enfermedad que no sólo hace infelices a las personas, sino que amenaza seriamente tu salud. Aprende a encontrar la calma.

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Si últimamente no duermes bien, te levantas con un cansancio inexplicable que continúa el resto del día, sientes dolores que no logran hallar una explicación médica en puntos como la cabeza o espalda, comes de manera desordenada y rematas con desórdenes estomacales como colon irritable, es muy posible que estés enfrentando episodios de estrés.

Cuando se habla de conceptos como estrés o ansiedad, tienden a asociarse con personas muy ocupadas, que deben responder a exigencias permanentes a nivel laboral y personal, pero lo cierto es que no importa si se trata de un niño de kínder, un ama de casa, un piloto de guerra o un sacerdote, todos los seres humanos pueden desarrollar niveles elevados de estrés en un momento dado.

Con los pelos de punta

La sicóloga Mariana Samper explica que reacciones como la ansiedad o el estrés son respuestas adaptativas normales del organismo para defendernos de aquello que puede causarnos daño, es el ‘sistema de alarma’. “Si voy manejando y se me atraviesa un carro lo normal es que yo me agite y reaccione con un grito, o un insulto y que mis músculos respondan para frenar en seco. Cuando esa ansiedad deja de ser adaptativa y funcional y no se limita a situaciones donde existe un peligro real es cuando la gente se ve afectada”.

Empieza entonces a producirse ansiedad por llegar al trabajo, por hablar con el jefe, por parquear el carro en el supermercado, por llegar a la casa. El cuerpo comienza a emplear mal todos los recursos y la energía que debería utilizar el organismo para el buen funcionamiento del sistema inmune, cardiovascular, gastrointestinal y se desperdician como si se fueran por un sifón, debido al trastorno de ansiedad o estrés del paciente, que anda todo el día con el sistema de alarma activado.

Para tratar esta condición, la doctora Samper utiliza una técnica denominada VRC,  cuya principal ventaja es que no implica el uso de medicaciones para ayudar al paciente y le enseña a reprogramar sus sistema nervioso autónomo. “Los problemas de la gente siempre van a estar ahí, pero cuando aprendemos a conocernos y a identificar la naturaleza de nuestras reacciones, aprendemos a manejarlos para que no dominen nuestra vida”, asegura la doctora Samper.

Cállate corazón, cállate

Los malestares producidos por el estrés excesivo son suficientes para que quienes lo padecen opten por realizar algún tipo de terapia, sin embargo, uno de los temas que más preocupa a la comunidad médica tiene que ver con la incidencia de enfermedades cardiacas en las mujeres como consecuencia del estrés.

Desde 1984 en Estados Unidos se ha registrado que mueren más mujeres que hombres a causa de determinadas afecciones cardiacas, la enfermedad de la arteria coronaria es la principal causa de muerte en la población femenina mayor de 25 años, y desde hace un tiempo los cardiólogos vienen estudiando una serie de fallas temporales en el corazón que afectan mayormente a las mujeres, muchas de ellas son deportistas, están en el peso ideal, no tienen antecedentes familiares, comen saludablemente, pero al parecer están expuestas a episodios prolongados de estrés, que no logran manejar adecuadamente y , que pueden ser el pasaporte a enfermedades más severas como la angina de pecho, un fuerte dolor causado por el mal flujo de sangre al corazón, accidentes cardiovasculares entre otras.

La doctora Alice K. Jacobs de la Universidad de Boston realizó con su grupo de colaboradores un estudio con mujeres a partir de los 30 años, con diferentes categorías de estrés. Aquellas con niveles más altos, demostraron tener corazones con menor oxigenación y salieron mal libradas del Duke Activity Status Index, una encuesta donde a la gente se le pregunta sobre su capacidad para llevar a cabo tareas cotidianas que implican un esfuerzo físico, como barrer un patio, sacar la basura, subir unas escaleras, e incluso tener relaciones sexuales. La doctora Jacobs explica que este tipo de resultados apuntan a la importancia de que los chequeos y controles médicos incorporen una  cuota emocional, que permita acercarse a los sentimientos y emociones que maneja cada paciente.

Amenaza silenciosa
En Latinoamérica y particularmente en Colombia, las enfermedades circulatorias son la principal causa de muerte natural. En los denominados accidentes vasculares, se obstruyen determinadas arterias, debido a la acumulación de grasas, células y calcio, afectando al cerebro y otros órganos al causar derrame o isquemia. Este tipo de ataques están relacionados en algunas ocasiones con el estrés y otros factores de riesgo como fumar, obesidad, hipertensión, altos niveles de colesterol y diabetes.

Los síntomas más comunes de un infarto cerebral son debilidad, pérdida del control de movimiento de las extremidades, sensación de adormecimiento en la cara, dificultad para hilar una frase, confusión mental, visión borrosa, falta de equilibrio y coordinación o un dolor de cabeza repentino y fuerte, debe ir al médico inmediatamente, pues a partir de los primeros síntomas los médicos calculan que hay un lapso de seis horas en los que el paciente puede ser monitoreado y recibir ayuda para evitar complicaciones, pues además de la muerte un episodio de este tipo puede traer consecuencias irreversibles al cerebro, riñones, sistema digestivo, órganos sexuales o pulmones.

Armonía interior

Con el ánimo de mejorar la calidad de vida de las personas que sienten que el estrés se apodera de sus vidas, se han creado lugares denominados Wellness Centers o Centros de Bienestar, donde la gente puede someterse a una serie de terapias, generalmente basadas en medicinas y ejercicios tradicionales, para liberar un poco el estrés acumulado. 

La clave está en aprender a tener dominio del cuerpo a través de la respiración, el movimiento, la postura, los hábitos alimenticios, los procesos de asimilación y eliminación. En este tipo de lugares la estética es algo secundario, casi una consecuencia de las terapias, la prioridad es el bienestar interior, que se refleja de inmediato en la apariencia y actitud de cada persona.

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