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Conoce la diferencia entre ser mala y maldita

RevistaFucsia.com, 21/6/2012

La escritora Ana von Rebeur, en su libro: Todas brujas, las ventajas de ser mala. Nos cuenta las diferencias que existen entre ser mala y maldita. Entérate aquí.

Thinkstock. - Foto:

Debemos aclarar que hay mujeres que no son malas porque buscan su propio bien, sino porque buscan el mal ajeno. La maldita es una persona abusadora, que disfruta haciendo daño a los demás.

La maldita suele ser una malcriada de nacimiento, que pretende que el mundo entero la siga consintiendo. Todo le fue facilitado, por lo que no tiene la menor idea de cómo luchar por lo que desea. Ni siquiera sabe distinguir una necesidad de un capricho.

Como es dependiente, porque no sabe conseguir nada por sus propios medios, pretende tener un ejército a su servicio que satisfaga cada mínimo reclamo, hace demandas constantes a todo el mundo, nunca escucha a los demás y desprecia a todos. No respeta a nadie, ni siquiera a los que hacen todo por complacerla. Es grosera y desconoce el valor de la cortesía. No pide por favor, perdón, ni da las gracias. Es déspota y egoísta: todo lo quiere para ella.

Como sigue siendo una niña caprichosa, no es capaz de asumir ninguna responsabilidad y se pasa la vida culpando a los otros de su suerte. Es envidiosa e insegura, por lo que suele avergonzar a sus amigos y novios en público con actitudes y comentarios crueles, pues en el fondo teme que le hagan sombra.

No confundas una de estas mujeres malditas con una chica mala. La chica mala es madura y se hace cargo de su vida. Lucha por cumplir sus deseos y está segura de sus capacidades. No pretende perjudicar a los demás, sino mejorar ella misma.

Quiere ser la mejor, creciendo y superándose. Pretende ser la mejor entre las mejores y no la mejor de las peores. Impone su criterio y sus necesidades sin proteger a los otros, es cierto, pero lo hace sin intentar perjudicar a nadie.