¿Por qué decir que eres feo es dañino?

Cuando somos niños, vemos con fascinación nuestro reflejo en el espejo y con frecuencia lo besamos. Pero cuando somos adultos  muchas veces lo único que hacemos al mirarnos al espejo es buscarnos defectos y destacar todo eso que no nos hace felices.

En su charla TED, Meaghan Ramsey, Directora Global del Proyecto Dove de la Autoestima, explica que la poca confianza en nuestra imagen corporal es mucho más perjudicial de lo que esperamos.

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Según esta experta, cada mes 10 mil personas buscan en Google la frase “¿Soy feo?”. “Este entorno, de estar siempre conectado, está adiestrando a nuestros hijos a autoevaluarse basándose en el número de "me gusta" que tienen y los tipos de comentarios que reciben. No hay división entre una vida en línea y la vida real”, dice Ramsey.

En una cultura obsesionada con la imagen, los jóvenes reciben un mensaje que les dice que es más importante la apariencia que los demás aspectos de su identidad. Es ahí cuando otros elementos clave en su vida empiezan a fallar:

-    6 de cada 10 niñas prefieren no hacer algo porque piensan que no se ven lo suficientemente bonitas.
-    31 por ciento de los adolescentes prefieren no participar en clase, para no llamar la atención por su aspecto físico.
-    Uno de cada 5 jóvenes no asiste a clases cuando no se siente bien con su aspecto
-   Un 17 por ciento de las mujeres no asiste a una entrevista de trabajo porque no se sienten bien con la manera en que lucen.

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Estas cifras presentadas por Ramsey demuestran que una baja autoestima tiene repercusión en nuestra educación y oportunidades.

Como si fuera poco, también tiene consecuencias negativas sobre la salud: "Los adolescentes con poca autoestima realizan menos actividad física, comen menos frutas y vegetales, participan en más dietas no saludables que pueden llevarlos a un desorden alimentario. Son más fácilmente influidos por las personas que los rodean y están en mayor riesgo de depresión".

¿Qué se puede hacer entonces? Para Ramsey, la clave es convertirnos en mejores modelos para nuestros hijos al no juzgar a las personas por su apariencia, sino por sus acciones. "Tenemos que trabajar juntos como comunidades, como gobiernos y como empresas, para cambiar verdaderamente nuestra cultura, para que nuestros hijos crezcan valorando toda su persona, valorando la individualidad, la diversidad, la inclusión", dice Ramsey.

Lo más importante, según ella, es entender que la apariencia es solo una parte de nosotros y no nos define como personas.

Mira aquí la charla completa: