conflicto
El conflicto es bueno para ti
Si estás convencida de que casarte con el hombre de tu vida significa el fin de los aprietos y las disputas, es hora de que te des cuenta de que la discordia es una parte fundamental en una relación de pareja.
Si estás convencida de que casarte con el hombre de tu vida significa el fin de los aprietos y las disputas, es hora de que te des cuenta de que la discordia es una parte fundamental en una relación de pareja.
Según Figes, discutir es saludable si implica:
• Escuchar y mantener la mente abierta
• No cargar todo el peso de la culpa de algo sobre el otro
• Otorgar tiempo para que ambos se calmen cuando las cosas se sobrecalienten
• Aceptar que nadie gana. Traten de entenderse mutuamente y hagan pequeños cambios.
Compartir la carga
Decidir cuáles son los quehaceres que cada quien debe realizar en la casa es fundamental para tener una buena convivencia, aunque se haya contratado a una persona para que realice el aseo más pesado de la casa, siempre habrán unos platos sin lavar, desorden por recoger y cosas que limpiar. Como se trata de algo que nadie quiere hacer, es importante que ambos se sienten y decidan cuáles son las actividades con las que cada quien se siente más cómodo, llegando a acuerdos y comprometiéndose a cumplir con esa responsabilidad.
Es muy común que se presenten críticas acerca del trabajo que el otro ha realizado, porque cada quien aprendió a hacer las cosas de manera distinta; a este respecto, es útil hacer un consenso para declarar cuál es la mejor manera. Todas las sugerencias son bienvenidas sin son planteadas de manera respetuosa; en cambio, no es recomendable imponerse sobre el otro, asumiendo que solo existe una manera correcta de hacer las cosas, esto solo generará malestar.
Lo que todos los padres y madres deberían saber:
• El balance de poder nunca puede ser completamente igual. Lo importante es acordar maneras para hacerlo más justo, así nadie se siente resentido
• No hay reglas para la vida de la familia moderna; somos los pioneros, lo que requiere trabajo en equipo y buena comunicación
• Las mujeres no tienen que hacer de todo para ser ‘buenas’ madres
• No esperes que los padres sean sustitutos las madres, realizando todas las tareas, desde hacer puré de papas hasta acostar a los niños en la cama, en exactamente la misma manera que tu lo haces. Los papás tienen su propia manera y los niños aprenden de esa diferencia. Exigir que tu pareja haga las cosas de cierta manera ‘correcta’ es tan desalentador para él, que lo incita a no hacer nada.
“Crecer como ser humano significa mirar en el espejo de tu pareja que soporta tu comportamiento. No que dos personas son la misma. Podemos cambiar y convertirnos en personas más completas a partir de esas diferencias […] Para que una relación prospere siempre debemos ser dos por separado, personas diferentes que se han unido. El matrimonio te enseña cómo ponerte en los zapatos del otro, entre más envejeces se vuelve más fácil hacerlo, y por consecuente, estar casado”.