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Miedo a la soltería

, 22/6/2010

La anuptafobia la padecen aquellos a quienes les aterra la idea de quedarse solos o de no casarse según lo indica la sociedad. Averigua si es tu caso.

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Si cada vez que piensas en el matrimonio te llenas de angustias, frustraciones y miedos porque crees que nunca llegarás al altar y que por lo tanto te quedarás absolutamente sola, entonces puede que tengas anuptafobia, una enfermedad que tiene origen en el miedo a la soltería.

Por lo general, esta patología se presenta en las personas muy tímidas, con baja autoestima, inseguras, que le temen a socializar con el sexo opuesto y que viven rodeadas de gente que les hacen sentir que no casarse es directamente proporcional a fracasar.

De acuerdo con los especialistas, los anuptafóbicos evaden sus angustias con largas jornadas laborales, estudiando un sin fin de carreras, diplomados o posgrados, o donando su tiempo al trabajo con la comunidad. No obstante, la decepción por sentir que no tienen un plan de vida y que ninguna persona está interesada en ellos es constante.

Las alternativas para tratar esta fobia van desde buscar ayuda sicológica para determinar qué le impide a la persona entablar y mantener una relación sentimental, pasando por buscar espacios para socializar, hasta ver los aspectos positivos de la soltería y así evaluar si realmente es indispensable estar casado para ser feliz.

Lo mejor de la soltería
Las ventajas de ser soltera son muchas y por lo mismo no hay porqué estresarse con el tema del compromiso ni permitir que domine tu vida. Lo mejor siempre será estar en armonía contigo misma.

1. Todo es para ti: tu sueldo, tu tiempo, tu cama… El límite es la imaginación, pues nada mejor que comprar lo que te gusta sin tener en cuenta la opinión o los ‘miedos’ de los demás, gastarte la plata comiendo en buenos lugares con los amigos y salir de vacaciones a un bello lugar sin preocuparte por si la otra persona puede o encuentra emocionante tu plan.
2. Amplia vida social: puedes asistir a cuanta reunión te inviten sin pensar en que debes ‘avisar’ o distribuir tu tiempo. En el mismo sentido, conocer a mucha gente de diferentes círculos sociales, con personalidades opuestas y diversas o con profesiones o intereses acordes a los tuyos, puede resultar muy divertido y enriquecedor. Lo mejor de todo es que nunca tendrás que dar explicaciones acerca de tu amplio círculo de amigos y que, por supuesto, te invitan a todo.
3. Buenas y malas citas: como no le rindes cuentas a nadie, tienes la posibilidad de aceptar salir cuantas veces quieras y con quien quieras. Siempre es muy agradable sentirse cortejada y además abrir la mente a nuevas experiencias y nuevas formas de ver la vida.
4. Tienes tiempo: para ir a la peluquería y pasar allí el día entero si te apetece, para durar horas comprando ropa, para ver televisión todo el día sin arreglarte, para leer un libro, ver una película o navegar en Internet cuantas horas quieras, para salir con tu familia, para visitar a tus amigas o para estudiar esa especialización que tanto esfuerzo te demanda. Tú decides cada uno des tus días.
5. No hay impedimentos: si una nueva oportunidad laboral o personal llega a tu vida no hay ningún motivo que te impida dar el paso hacia una nueva experiencia. La última palabra siempre la tendrás tú.