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13 miedos que aquejan a las colombianas

Fucsia.co, 26/11/2013

Los temores van desde sacar dinero en un cajero y tomar un taxi solas, hasta los ataques de ácido y los grupos armados en zonas de conflicto.

Foto: Ingimage - Foto:

Aunque pueden ser, lastimosamente, muchos y de variados tipos, hicimos un sondeo entre las mujeres más cercanas a la redacción de Fucsia.co, y estos son algunos resultados de lo que nos atemoriza más. ¿Qué podemos hacer para anularlos o sentirnos más seguras?


1. A las calles oscuras: ni locas se nos ocurre caminar por un callejón solas. Hay hombres que también le temen a esto, aunque hay otros más tranquilos que caminan sin mayor preocupación. Nosotras llamamos taxi, enviamos mensaje de texto con la placa, le pedimos a alguien que nos espere en la puerta o que nos recoja. Y además del temor de ser robadas, se suma el de ser tocadas.

2. A tomar taxis:  no solo a ser robadas, sino abusadas sexualmente, es uno de los mayores temores en las calles que afectan a las mujeres.

3. A sacar plata de los cajeros solas: casi siempre les pedimos ayuda a los hombres para ir a retirar dinero, porque sentimos un respaldo y menos posibilidades de ser robadas.



4. A dar direcciones: aunque a los hombres también les atemorizan los atracos y robos en las calles, los ladrones parecen acudir primero a la gentileza femenina para pedir información, y de paso, robarles sus cosas.

5.  A ser víctimas acusadas de sus tragedias: "se lo buscó, se puso cansona, provocó al marido, casi no llevaba ropa, es una coqueta"…y tantas frases que nosotras mismas decimos para describir una situación en la que una mujer fue atacada.

6. A quedar atrapada en un trancón:  las mujeres son atractivas para los ladrones que las ven solas y con un bolso lleno de objetos de valor en la silla de adelante y qué mejor si es un carro pequeño.

7. Ataques con ácido: es una calamidad que no se vive al otro lado del mundo, sino muy cerca. El diario EL Tiempo reveló que en Colombia se pagan 200 mil pesos para que un hombre ataque a una mujer con este método.

8. Los que piden monedas: una mujer en un carro o parada esperando bus es un blanco fácil para quienes limpian vidrios o piden monedas y hasta para los ladrones. La vulnerabilidad por la menor fuerza física es evidente.

9. Al machismo: parece que nosotras mismas nos hemos acostumbrado a un espacio donde creemos que no hay discriminación porque tenemos acceso a la educación, el trabajo y el entretenimiento, pero a costo de ganar 20 por ciento menos que los hombres en los mismos cargos y tener doble función con las tareas del hogar. Miedo a que, a pesar de las leyes que promueven la igualdad, no pase nada.

10. A usar minifalda: es el tema del que todos hablan. Y más allá de usar esta prenda, es a sentirse vulnerables por la ropa que se usa. A que si son víctimas de una violación, se les cuestione por ser insinuantes.

11. A los piropos ofensivos: pasar por en medio de una construcción con obreros o que se le acerque demasiado alguien en Transmilenio: más que miedo, es la molestia por sentirse intimidadas ante la mirada lasiva de un hombre o un grupo de hombres que las detallan de arriba abajo, peor si llevan falda o algún escote. Es casi seguro que se ganen una ‘morboseada’.

12. A grupos armados ilegales y fuerza pública: en zonas donde el conflicto armado es más evidente, especialmente en frontera, donde la mujer pareciera ser un botín de guerra. Colombia tiene cifras aterradoras de mujeres que han sido violadas por distintos grupos armados.  

13. A la soledad: aunque este miedo no está en las calles y le puede pasar a una colombiana o a una sueca, esta fue una respuesta recurrente entre las mujeres que consultamos.

¿Cuál sumarías a la lista?