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¿amas?

¡No, al amor incondicional!

, 21/10/2010

¿Cómo saber si estás creando relaciones balanceadas y cómo decírselo a tu pareja?. Encuentra aquí tips para hacerlo.

Pareja de enamorados con un ramo de flores, foto: Thinkstock - Foto:

Por RevistaFucsia.com

Aunque te cuenten mil veces qué es el amor, sólo sabrás lo que es cuando lo vivas, porque tu corazón te lo dirá con claridad, sin importar lo que tu mente o lo que los demás opinen. Pero también tienes que escuchar a tu corazón cuando te diga que lo que vives no es amor, aunque tu mente y otros se empeñen en repetir que lo es... y lo sabrás con claridad porque sentirás que en ese momento se está rompiendo tu alma, que te estás traicionando y no puedes permitir nunca, que en nombre del amor... mueras en vida.

¿Quién no ha visto cometer injusticias y agresiones en nombre de Dios o del amor ?
Cualquiera puede sentirse con derecho a justificar sus palabras o acciones por destructivas o insensibles que sean, si dice hacerlo en nombre de Dios o por amor. Cuántas guerras, torturas, juicios o estigmas a personas en nombre de Dios, y ni contar las violencias familiares, destrucciones o auto destrucciones, celos y asesinatos, en nombre del amor.

Yo no creo en esas expresiones que definen el amor como dar todo a cambio de nada, o amar incondicionalmente a pesar de todo, o el amor por encima del bien y del mal. Para mí, esas son generalizaciones bien intencionadas pero que en la práctica crean desbalances, injusticias, dolor y al aplicarlas alguien probablemente terminará dando todo y otro recibirá sin dar nada o quizás sin valorar lo que le están dando.

Entiendo que el amor tiene que ver con respeto, con cuidar los intereses y necesidades tanto de sí mismo como de la pareja, con crecer, sentir orgullo por uno mismo y por el otro. No pretendo decir que no existan dificultades, desilusión, sufrimiento, dolor y dudas en el amor, pero en una relación saludable estos sentimientos son transitorios.

Cuando sientas que ese afecto te está haciendo daño, que está siendo destructivo, que no te deja ser feliz, crecer o expresar lo mejor de ti, es porque quizás el verdadero amor ya no está presente. Ahora, si alguien no es sensible a tu dolor, esa persona no merece ni tu amor ni tu dolor.

En los afectos habrá momentos para dar más o para recibir más y sólo cada uno podrá decir en cada situación particular qué es o no equitativo. El amor no lo entiendo sin el balance, sin pensar en dar lo mejor de sí, tanto para el otro como para uno.

Los padres que les dan a sus hijos sin pedirles nada a cambio, terminan creando seres egoístas y tiranos que esperan que el mundo les de todo, sólo por el hecho de patalear, gritar o exigir, sin agradecer ni valorar el esfuerzo de los progenitores. Los padres que le sacan todo en cara a los hijos y los tratan como una carga y les exigen sin valorar lo que ellos aportan a sus vidas, crían hijos inseguros, débiles, que probablemente cuando adultos busquen relaciones en las que ellos maltraten o se dejen maltratar.

En las relaciones cuando uno da y soporta todo y el otro recibe y exige sin pensar en los esfuerzos o necesidades de la pareja, terminan por lo general reventando por sentimientos como la rabia, la traición, la enfermedad o el alejamiento. Los maestros que dan todo a sus alumnos sin exigirles a cambio, por lo general pierden el respeto de sus estudiantes, al igual que aquellos que no dan nada y sólo exigen.

Creo que para que las relaciones crezcan y funcionen es importante estar consciente en cada momento de valorar lo que se recibe del otro, que es tan importante como valorar lo que se aporta. Cuando se da sin valorarse a sí mismo, por lo general la pareja no lo aprecia y termina sintiéndolo más como una obligación que como un acto generoso.

También es importante reconocer tanto las necesidades propias como de las del otro.

¿Cómo se puede cuidar de verdad a la pareja si uno no se cuida de sí mismo?
Cada cual es responsable en una relación de saber cuando es demasiado, de plantearle al otro de una manera constructiva los límites y las necesidades de manera oportuna.

La primera vez es el otro el responsable de haber causado la herida, de no haber sido sensible o de romper un acuerdo, a la segunda vez ,el responsable es quien acepta, quien aguanta, quien no pone límites o distancias.

Expresarle a la pareja sus límites y cuidar los de él o ella de una forma constructiva es una manera de cuidar la relación, de construir un espacio de respeto y apertura.

Estas son algunas preguntas que te ayudarán a saber si estás creando un balance en tu relación. Podrías hacerte estas preguntas y calificarte de uno a diez en cada respuesta o hacérselas a la otra persona:

1. ¿Eres consciente en tus relaciones de tener en cuenta la necesidad del otro?
2. ¿Estás consciente de hacerle saber al otro lo que para ti es importante en ese momento y en esa relación?
3. ¿Cuando el otro hace o dice algo con lo que te sientes mal, se lo expresas de manera respetuosa y oportuna?
4. ¿Valoras en tus pensamientos lo que haces por el otro o sientes que es sólo tu obligación o tu deber ?
5. ¿Haces lo posible para valorar constantemente y agradeciendo de corazón lo que el otro hace por ti, así sean acciones cotidianas y sencillas ?
6. Cuando rompes un acuerdo en tu relación o haces algo que hiera al otro, ¿estás pendiente de disculparte y corregir tu acción?

Y después de todo, no te reproches, porque el amor es una extraordinaria oportunidad de aprendizaje, felicítate por permitirte amar, porque cada amor es una oportunidad, de amar mejor... de vivir mejor... la vida es amor.

! Ama incondicionalmente la vida !

Cordialmente,

Carlos Devis

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