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6 pasos para dejar marchar a la persona querida

Fucsia.co, 1/10/2014

Decir adiós a la persona amada es una ardua tarea, más cuando esto sucede después de haber compartido muchas experiencias y emociones. Sin embargo, hay formas de hacer más llevadero este complicado momento.

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Llega un momento en la vida en el que hay que saber poner punto y final a las relaciones, más si estas son traumáticas y dolorosas. Dejar la zona de confort no es fácil, ya que el ser humano se siento más seguro en lo conocido, aunque esto no aporte calidad a su vida. Es entonces cuando aparece el miedo y la incertidumbre ante lo desconocido. Lee el artículo Aprender a decir adiós

Sin embargo, hay que saber dejar marchar y no aferrarse a las personas que no aportan bienestar, ni tranquilidad emocional. Estos son algunos pasos que simplifican esta ardua tarea.

1. Siente el dolor. Escapar de los sentimientos negativos que acarrea una pérdida (una ruptura en este caso) o intentar enmascararlos solo provocará el efecto contrario: que aparezcan con más fuerza. Las emociones que generan dolor son parte de la vida y hay que aprender a experimentarlos.

2. Aceptar la pérdida. Reconocer la realidad y abrirse ante ella es imprescindible para dejar marchar. Autodestruirse con pensamientos sustentados en una esperanza irreal solo pondrá piedras en el camino. Hay que pasar página. Lee el artículo 10 consejos para afrontar una ruptura.

3. Aprende a perdonar. Vivir con odio es un desgaste y una forma de mantener vivo el recuerdo de la persona a la que se necesita dejar marchar, lo que provoca que sea más complicado superar la pérdida y seguir adelante. Del mismo modo que hay que perdonar a la persona que se deja marchar, hay que saber perdonarse a uno mismo con el objetivo de dejar de aferrarse a los recuerdos  y de fomentar una culpabilidad.

4. Mantente firme. La vida implica una toma de decisiones contante. Elegir implica la posibilidad de errar, lo cual, también forma parte de la vida. Hay que estar dispuesto a equivocarse pues de las equivocaciones también se sale reforzado. Y mantenerse firme en las decisiones. Remitirse a lo que pudo ser y no fue solo nos retrasa en el proceso de volver a estar bien. 

5. Ser menos apegado. Ver lo bueno de cada momento y disfrutarlo. La vida no es estática, está sujeta a cambios y es imprescindible renovarse, entender que todo lo que en un momento forma parte de nuestra vida, se puede ir.

6. Deshazte de todo lo que te recuerde a esa persona. Esto no significa que haya que tirarlo todo, simplemente guardarlo en algún lugar en el que no esté a la vista. Quizá en algún momento, cuando se haya superado la pérdida, queramos recordar esa parte de nuestra vida. Lee el artículo Rituales simbólicos para decir adiós.