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¿Separación = fin del mundo?

, 2/12/2009

Independientemente de la razón por la que decidas separarte, esta situación siempre será traumática. Entérate cómo enfrentar la tristeza y la soledad.

Cada persona asume de manera distinta una separación. - Foto:

Separarte de la persona con la que has compartido buena parte de tu vida es un proceso difícil de asumir aun cuando la decisión de acabar con todo haya sido tuya. Prepárate porque los verdaderos sentimientos de zozobra y desánimo comenzarán a aparecer con más fuerza desde el preciso instante en que la ruptura se formaliza.

Para afrontar ese complicado momento de la vida, ten en cuenta que las primeras semanas serán las más difíciles pero también que, según los sicólogos, la sensación de angustia durará como máximo 3 meses. Esto quiere decir que aunque imagines que no podrás soportar lo que estás viviendo, está comprobado por los especialistas que sí podrás salir adelante y dejar esos dolorosos momentos atrás.

Nueva vida
Cada persona asume de manera distinta una separación, ya sea porque fue acordada con la pareja y se dio en buenos términos, o porque contrariamente, fue repentina, dolorosa o traumática porque aún existía mucho amor de tu parte.

Para trabajar en el manejo de ese dolor, comienza por ver esa separación como una nueva oportunidad. Sí, pues aunque suene a cliché debes pensar que si la decisión está tomada es porque algo en esa relación no estaba bien y que a corto plazo podría haber terminado con tu tranquilidad.

No te desanimes ni caigas en profunda depresión si las primeras semanas sientes que no puedes con todo ese dolor. Esos días serán los más duros porque tendrás que cambiar de rutina de un día para otro; tendrás que dejar de ver a tu pareja; tendrás que acostumbrarte a dormir y a comer sola; tendrás que ir a trabajar y sonreír aún cuando lo único que quieras es llorar; tendrás que convivir únicamente contigo misma; tendrás mucho tiempo libre; tendrás largos fines de semana; en fin… tendrás, tendrás, tendrás. Es así de simple, porque sencillamente no hay milagros ni medicinas que curen el dolor del alma.

Jamás rendirse
Ya tenemos clarísimo que no es fácil, pero estos consejos pueden servirte para hacer menos traumático todo el proceso.

De lejitos: mantén las distancias con tu pareja tanto como te sea posible. De lo contrario, los cambios de ánimo o el trato que tu ex te dé, te pueden confundir o deprimir aún más.

No va más: si se acabó, se acabó. No guardes esperanzas de reconciliación pues así lo único que lograrás es que el proceso sea eterno.

Un millón de amigos: desahogarte y hablar de lo que sientes puede ayudar. Cuéntale a tus amigos cercanos lo que estás viviendo para que puedas sacar esos sentimientos de dolor. Pero OJO, no te vuelvas la víctima eterna porque entonces lo único que conseguirás es aburrirlos.

Hola mundo: sal de tu casa y procura ocuparte en nuevas actividades como ir al gimnasio, tomar clases de danza, o de algo que te llame la atención. Así no sólo ocuparás tu mente sino que además conocerás más personas.

¿Culpable yo?: y aunque lo fueras no tienes por qué estar pensando todo el tiempo en quién tuvo la culpa. Recriminarte o recriminarle ya no tiene sentido y lo único que logras es acumular rencor.

Sólo importas tú: recuperar la confianza no es fácil, así que si para dejar las inseguridades, los miedos y darte una nueva oportunidad necesitas ayuda, entonces hazlo. Busca la guía de un especialista. Eso no tiene nada de malo.