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Un adiós con altura

, 23/3/2010

Renunciar al trabajo aun con razones de peso, siempre es una decisión difícil de comunicar. Sigue estos tips para salir por la puerta grande.

Para algunas personas o compañías resulta muy complicado aceptar que un empleado quiere renunciar. - Foto:

La sabiduría popular dice que hay que buscar trabajo tan pronto como se encuentra uno. No obstante, pese a que esta consigna es admitida por la mayoría de quienes trabajan, para algunas personas o compañías resulta muy complicado aceptar que un empleado quiere renunciar.

Las razones de estas molestias son principalmente tres:
1. La empresa siente que el trabajador está defraudando la confianza depositada en él.
2. La partida de la persona generará traumatismos al interior de la organización.
3. Queda la sensación que el empleado no valoró ni agradeció la oportunidad que se le dio o que no se conforma con nada.

Por lo anterior, es importante que analices muy bien cómo darás la noticia de tu renuncia pues de la manera como la digas dependerá en buena parte la tranquilidad con la que te irás a enfrentar el nuevo reto laboral.

Estas son nuestras recomendaciones para comunicar tu decisión acertadamente:
* Discreción. Procura no contarle nada a nadie hasta que le hayas comunicado oficialmente a la empresa que renuncias. De esta manera evitarás los chismes de pasillo y en consecuencia, el malestar de tu jefe.
* Diplomacia. Por más molesta, vulnerada, explotada, etc. que te sientas, guarda la compostura. Pídele una cita a tu jefe, explícale tranquilamente y con argumentos las razones de tu renuncia. Recuerda que pase lo que pase siempre será mejor no salir peleando porque es posible que se vuelvan a encontrar en cualquier otra circunstancia.
Agradecimiento. Así te falte poco para explotar de la ira, guárdate tus críticas y comienza siempre la conversación agradeciendo la oportunidad y reconociendo lo positivo que te dejó el paso por esa compañía.
* Ayuda. En la medida de lo posible, ofrece tu ayuda para entrenar a la persona que llegue a reemplazarte. De esta manera le quitas una preocupación a la compañía y te puedes ir con la seguridad que no te van a estar llamando cada hora a preguntarte por asuntos que ya no te interesan.
* A tiempo. No esperes hasta el último minuto para comunicar tu renuncia. Lo mejor es hablar con tu jefe o con la persona de recursos humanos tan pronto como tengas la certeza de que te vas a ir. La noticia debes darla con un mes o 15 días (como mínimo) de anticipación. Es importante que analices muy bien la situación porque aunque tu contrato no te obligue a pagar preaviso, hacerlo puede generar menos malestar.
* Prudencia.Site vas de la empresa por una mejor oferta laboral, procura no hablar mucho de las ventajas que eso te traerá porque tus palabras pueden ser malinterpretadas. La compañía puede creer que no valorabas el trabajo o que las responsabilidades que te asignaron eran muy básicas para ti.
* Claridad. Escribe una carta muy bien redactada en donde dejes claro los motivos de tu renuncia y des las gracias por la oportunidad. No te extiendas demasiado, una cuartilla estará bien.
Cumplimiento. Deja todas tus responsabilidades al día y en lo posible elabora un acta con el estado en el que se encuentra cada obligación y pídele a tu jefe que la lea y la firme.
* Buena actitud. Por más cansada que te encuentres, esfuérzate por trabajar de manera impecable durante esos últimos días. Recuerda que sólo así lograrás que tu conducta laboral no pueda ser opacada por cualquier mal comentario.