Piel

Hábitos diarios que te pueden provocar acné

Fucsia.co, 11/9/2018

Lee con atención y despídete de los granos.

Causas del acné. (Foto vía Getty) - Foto:

A pesar de que en nuestro imaginario el acné es sinónimo de pubertad y adolescencia, lo cierto es que está más presente de lo que jamás pensamos en la edad adulta. Esta molesta alteración dermatológica puede deberse cambios o desequilibrios hormonales (ya sea por anticonceptivos, menstruación o embarazo), y aunque no es un problema serio de salud, puede dejar cicatrices físicas y hasta emocionales. Por eso, aquí te vamos a explicar cuáles de tus hábitos, que sueles hacer a diario, son terribles para el acné:

Usar maquillaje que contiene ingredientes que obstruye los poros

Que levante la mano la que en cuanto ve aparecer un granito no intenta cubrirlo y camuflarlo con cuanto producto tenga a la mano...ninguna, ¿cierto? Todas somos culpables. Esto genera un efecto rebote porque estos compuestos contienen grasa, aceites, derivados de siliconas y químicos que ensucian el poro, no lo desinflaman y aumentan la irritación de la piel...es decir, empeoras todo lo que pensaste tratabas de corregir.

En cambio opta por limpiar tu piel en profundidad, usa fluidos hidratantes libres de aceites, y ricos en activos como el ácido glicólico, vitamina A y zinc, que regulan el exceso de grasa, tratan las imperfecciones y calman y reducen la irritación e inflamación de la piel. Descubre aquí todos los "sí" y los "no" de maquillarte si tienes una piel acnéica. 

No consultar con un dermatólogo

Chicas, por supuesto que no vamos a negar la importancia de consultar con tus amigas, tu mamá, tu beauty blogger favorita o tu medio de confianza (¡hello!), pero lo primero que tienes que hacer es visitar un dermatólogo para que paute el protocolo antiacné a seguir según la fuerza del brote, la periodicidad del mismo, tu tipo de piel y hasta tu estado de salud.

Tus productos para el pelo están haciendo estragos en tu piel

Desafortunadamente, aunque tengas un pelazo, tu piel puede estar pagando el precio ya que los sulfatos y las siliconas que se encuentran dentro de tus productos pueden obstruir los poros de la piel. Aparte de que mientras te bañas tienes que tener cuidado con que el agua del aclarado no caiga sobre tu cara, también puedes cambiarte a la dermocosmética capilar. Sus activos son respetuosos con la piel del cuero cabelludo y la de la cara. Además, son ricos en vitaminas y antioxidantes y no usan parabenos, siliconas, sulfatos, derivados químicos, ni perfumes que no hayan sido testados hipoalergénicamente.

Exfoliación sí, pero no como piensas

Seguramente la exfoliación es parte clave de tu rutina de cuidado de la piel. Pero lo cierto es que si lo haces más de dos veces a la semana eliminas más células muertas de las necesarias, aumentando la irritación. Por eso es mejor que limpies a diario, por la mañana y por la noche, tu piel con un gel limpiador especial para tu tipo de piel, y sólo dos veces a la semana recurras a los scrubs o exfoliantes. Así provocarás una dermoabrasión controlada, que oxigena y prepara la dermis para los productos que apliques a continuación.

Tu novio tiene barba

Has notado que después de una apasionada sesión de besos con tu chico, ¿te aparecen granitos o brotes? El roce con la barba, sobre todo con las más duras, puede ocasionar irritaciones que deriven en apariciones esporádicas de acné. En estos casos el acné no es de tipo hormonal o por exceso de sebo, sino debido a la irritación causada por el roce intenso del pelo de la barba. En este caso tendrás que aplicar productos con activos calmantes, como el bisabolol, el agua termal y la vitamina E, que eliminen la irritación. Y, si la eliminación de la barba o el cambio de pareja no es una opción, lo más fácil es que tu pareja comience a usar cosméticos para acondicionar y suavizar el pelo de su barba.

Fumar

El cigarrillo reduce drásticamente la microcirculación de la piel, lo que disminuye, entre otras cosas, su buen funcionamiento y aumenta el riesgo de sufrir infecciones como el acné. Si eres fumadora, seguramente tu piel no tiene una buena oxigenación por lo que presentará mayor inflamación, poros más abiertos, peor tono y deshidratación o desnutrición. Si tu salud no es motivo suficiente para dejarlo, tu piel tal vez sí.

Eres incapaz de ver un granito y no tocarlo

No te juzgamos, te entendemos, porque a todas nos pasa igual, por eso estamos aquí para decirte que tocar los granitos solo empeorará las cosas, ya que con las manos extiendes las bacterias que lo causan, infectas el poro y aumentas la inflamación de la piel. Si eres de las que no puedes dejarlos quietos, una opción es que vayas donde tu dermatólogo por una limpieza, eliminando el exceso de grasa de la mejor forma. Puedes repetir este protocolo cada semana o cada 15 días, según te lo aconseje tu médico.

No liberas el estrés como deberías

¡Este es un desencadenante real del acné! Según los más recientes estudios, se ha confirmado que en épocas de mayor ansiedad, las hormonas del estrés provocan que las glándulas sebáceas fabriquen más sebo de lo normal, favoreciendo la aparición de brotes de acné e imperfecciones severas en la piel. Así que si te sientes identificada empieza a practicar yoga, inscribete a una clase de natación, o haz el deporte necesario para liberar todo eso que ya se ve reflejado en tu piel.

Te tocas constantemente la cara

Aunque te parezca increíble (literalmente, de no creer), tus manos transportan las bacterias de un lado al otro y pueden ser las responsables de que lo que podía haber sido un leve brote de acné en una zona localizada, termine extendiéndose por toda tu cara. Si no puedes controlar este hábito, tienes que esforzarte en mantener una correcta higiene para mantener a raya las bacterias y la cantidad de grasa.

No te lavas la cara después de hacer deporte, ¡ni mucho menos antes!

Al hacer deporte la oxigenación de nuestra piel aumenta y, si está sucia por causa de los restos de la contaminación, maquillaje o cremas, esa oxigenación no puede realizarse correctamente ya que los poros estarán obstruidos. Por lo tanto, tienes que lavarte la cara antes de empezar a hacer ejercicio (eso sí, bien protegida del sol si estás al aire libre) y limpiarla con tu limpiador habitual al terminar.

Tomas demasiado el sol

Claro, nosotras amamos broncearnos tanto como cualquiera, y nos encanta como nuestra piel se ve más uniforme tras haber tomado el sol…¡pero a corto plazo! Lo cierto es que los efectos desecantes del sol provocan un efecto rebote, acelerando la producción de sebo. Este, combinado con un engrosamiento de la capa externa de la piel, obstruirá tus poros e impedirá su liberación. Ten en cuenta que el sol modifica el comportamiento de la piel, haciéndola más propensa a los brotes de acné. Por tanto, no olvides usar un bloqueador solar oil free y con un índice de protección alto, como es el SPF 50.

Y tú, ¿cuántos de estos errores cometes?