Antojo sexual, ¡no te vayas!

Revista FUCSIA, 17/2/2015

¿Siempre en el mismo lugar y en la misma cama? Hay un sin número de ventajas en tener una relación de convivencia o de matrimonio para la vida sexual, solo se trata de descubrirlas.

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Las primeras etapas de una relación casi siempre son recordadas por el mejor sexo. Este es frecuente, está dispuesto, aparece en cualquier momento, y es más susceptible a olores, miradas y besos. Tan solo un día en el que el otro se vista muy bien o nos resulte muy atractivo tiene el poder de generar largas sesiones sexuales que no han terminado cuando vuelven a empezar. Pero, ¿qué tan cierto es eso de que el sexo fue mejor en un comienzo? ¿Tiene que cambiar esa frecuencia? ¿Quién no quiere que eso guarde al menos alguna similitud durante la vida en el matrimonio?

En una escena de Annie Hall, durante una sesión de terapia, el analista le pregunta a la pareja qué tan frecuentemente tienen sexo. Mientras que Woody Allen responde: “Casi nunca, algo así como dos o tres veces a la semana”, su esposa, que es Diane Keaton, contesta: “Todo el tiempo, dos o tres veces a la semana”. Lo único que nos aclara esta escena es que a la hora de hablar de sexo nadie tiene las mismas necesidades (no deben haber generalizaciones ni comparaciones); que por lo general se tiene la idea errónea de que las mujeres pueden prescindir del sexo más fácilmente que los hombres; y que además, fallar en comunicar lo que cada uno está pensando sobre su vida sexual puede dejar a una pareja totalmente perdida.

En la vida marital las cosas se hacen más exigentes: si al principio una pareja siente la necesidad de buscarse, salir, encontrar espacios, ahora lo que sucede es que comparten una casa, se ven todos los días, los momentos se distancian entre horarios de oficina, o el tiempo libre se dedica a quehaceres del día. Consuelo Cárdenas, psicóloga clínica y terapeuta de pareja, dice que el sexo es lo único particular a la relación de pareja. “Uno tiene muchas otras dimensiones que cubre con amistades, con familiares: conversar, escuchar, hacer deporte, trabajar. Pero la sexualidad no. Por eso mismo es fundamental no dejarla a un lado”.

Matrimonio no es aburrimiento

Como lo dice Liliana Andrea Pérez, médica alternativa, las ventajas de la convivencia para la vida sexual son muchas: la gracia de tener una pareja estable es que el crecimiento es constante, la confianza es total y se pierden los prejuicios.

Mientras que en la soltería la situación pone un cuadro en el que la pareja de hoy apenas está empezando a intentar lo que tanto le costó aprender al compañero anterior, cuando se tiene una relación larga y comprometida hay espacio para el autodescubrimiento a través del tiempo, un crecimiento de la experiencia dando la posibilidad de que el sexo sea cada día mejor. Para sexo sano es básico que la pareja cuide su bienestar emocional, su cuerpo y su mente.