repostería

Del banco a la repostería

, 23/2/2011

Juana Kupstys y Verónica Uribe son las dueñas de Brown Es Una Repostería. Lo que pocos saben, es que antes de dedicarse a los pasteles Verónica trabajó durante diez años en la Subgerencia Cultural del Banco de la República.

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Verónica Uribe lo dice sin dudar: “Pasar de trabajar con una institución como el Banco de la República a crear un negocio y sacarlo adelante, fue dar un salto al vacío”. Hasta hace poco ella estuvo al frente de los servicios educativos, la biblioteca virtual, la divulgación de la biblioteca Luis Ángel Arango, las colecciones de arte y la sala de conciertos, de la Subgerencia Cultural de banco.

Durante diez años llegó a trabajar puntual a su oficina en el centro de Bogotá, hasta que hace tres su amiga Juana Kupstys se apareció en su camino. Juana, a diferencia de Verónica, siempre se imaginó cocinando. Estudió Ingeniería Industrial, carrera que, según ella, le dio las herramientas necesarias para montar su propio negocio. En esas andaba, cuando Verónica renunció al banco y la vida le cambió para siempre. Juana, quien desde hace tiempo tenía la idea de una repostería, le propuso que se asociaran en el proyecto en el que llevaba trabajando desde antes de graduarse de la universidad: Brown. Para su sorpresa, y la de todos sus familiares, aceptó de inmediato.

Ya han pasado tres años desde que dejó su trabajó en el área cultural del Banco de la República y se dedicó de lleno a la gerencia administrativa y las comunicaciones de Brown. Cuando le preguntan cómo ha sido el cambio, responde que los dos oficios tienen muchas similitudes, pues debe pensar en muchas cosas al mismo tiempo y hay que tratar de equilibrar lo inmediato con la visión a largo plazo.

Por su parte, Juana es la encargada del área de producción y desarrollo de nuevos proyectos. La idea, que le valió un 5,0 como calificación en su proyecto de grado, hoy es un hecho. El nombre viene de la especialidad de la casa: el brownie. También su color es una constante en la decoración y los empaques de los productos que son hechos con los mejores y más frescos ingredientes.

Verónica se goza su nuevo estilo de vida. Tiene más tiempo para salir a comer con su esposo Enrique y hacer paseos en familia con su hija Emiliana. Dice que, aunque le encantaba su trabajo en la Subgerencia Cultural del Banco de la República, ahora disfruta más ir como visitante. Trata de seguir de cerca los proyectos digitales, de ir a todas las exposiciones y de asistir a los conciertos de los domingos.

Ahora, se podría decir que el negocio de Juana y Verónica es más que una repostería, pues cada diseño y cada empaque es pensado y nada en ese aspecto es tomado a la ligera. Sus etiquetas han ganado el Premio Lápiz de Acero. En ellas se especifica y personaliza todo lo relacionado con el producto que viene dentro de la caja. Así, quien compra un pastel, unas galletas o un cupcake, sabe a qué hora exacta fue sacado del horno y el número de días que tiene para poderlo consumir fresco. También en el sello se puede poner el nombre de la persona para la cual se fabricó especialmente.

La cosa no para ahí, pues las ilustraciones que acompañan los diseños son hechas por José Antonio Suárez Londoño, un artista colombiano al que hace muy poco el Museo de Arte Moderno de Nueva York le compró varios dibujos y grabados para exhibir.
Juana y Verónica van por buen camino, pues Brown va viento en popa y ha tenido una gran acogida en Bogotá. La idea es seguir trabajando para abrir más reposterías en Bogotá, y por qué no, en Colombia. Mientras eso pasa, las dos ya tienen la tranquilidad que da saber que su trabajo actual es al que se quieren dedicar hasta que el destino decida otra cosa.

Brown Es Una Repostería
Cl. 77A N°12-26, Tel.: 2480409
www.unareposteria.com