Hoy me quiero más que ayer y menos que mañana

Virginia Mayer, 21/9/2015

La escritora Virginia Mayer conversa con la famosa modelo Denise Bidot para desentrañar cómo es vivir cuando se tiene un cuerpo talla 14.

La escritora Virginia Mayer conversa con la famosa modelo Denise Bidot para desentrañar cómo es vivir cuando se tiene un cuerpo talla 14. - Foto:

Estoy harta de que se atrevan a decirme que es por mi bien, que debería adelgazar para tener buena salud, asumiendo así que porque estoy gorda estoy enferma. Harta de que me digan que tengo la cara más linda, y que para acompañarla mi cuerpo debería ser más delgado. (Lee también Mujeres reales... también en cómics)

Hace poco entré con un amigo a comer un perro caliente en un Starmart. Nos sentamos a esperar y cuando me llamaron pasé frente a la fila. Había un grupo de tres tipos de veintipocos años que comenzaron a reírse con un tono claramente burlón.

Me paré a esperar demasiado consciente de mí misma y muy incómoda. Me entregaron el pedido y cuando pasé a un lado de la fila uno de ellos empezó a simular un "¡Po-pom! ¡Po-pom! ¡Po-pom!" a cada paso que yo daba, mientras sus amigos se desternillaban.

-Tu madre, -le respondí.

-¿Qué dijo? Preguntó a los otros, atónito.

-¡Dije que tu madre!

Mientras esto pasa en Bogotá, en el primer mundo la industria de la moda ya incluye mujeres gordas –como yo– en sus catálogos y pasarelas.


La escritora Virginia Mayer. Foto: Paloma Villamil


Justamente, una de las mujeres que me ha ayudado a pensar que hay otro destino posible para un cuerpo con curvas y que ha transformado mi forma de ver y entender la gordura, es la modelo Denise Bidot, quien ha trabajado en Estados Unidos y Europa con marcas como Forever 21, Target, Levi’s, Nordstrom, entre otras. (Lee también Los mitos de la moda 'plus size')

Escrutando su trabajo me topé con una mujer honesta y segura de sí misma como nadie más, razón por la cual decidí entrevistarla. Para poder establecer una conversación en la que realmente pudiéramos conectarnos, comencé por contarle mi experiencia.

Virginia Mayer (VM): Viví nueve años en Nueva York en los que jamás nadie se atrevió a juzgarme por mi peso, o siquiera a sugerir que me adelgazara. Me sentía aceptada, tranquila conmigo misma y sin ningún tipo de ansiedad con mi cuerpo. Apenas volví a Bogotá, de inmediato empecé a sentir una presión agotadora para que perdiera unos cuantos kilos, producto de una sociedad inflada con siliconas que aún condena a las mujeres que no nos adecuamos a sus estándares de belleza. ¿Cómo ha sido tu experiencia como una mujer latinoamericana gorda?

DENISE BIDOT (DB): Mi familia es de Puerto Rico, por eso entiendo lo que es ser una mujer con curvas en América Latina, en cualquier ámbito. Estoy completamente de tu lado en esta lucha. Hay que mantener el debate vivo para que la gente entienda que solo porque uno es grande no quiere decir que no sea saludable. (Lee también Ashley Graham, la modelo plus size que mostró su colección de lencería inspirada en 50 sombras de Grey)

VM: ¡Claro! y que, de hecho, ¡ser flaca tampoco significa tener buena salud!


La modelo 'plus size' Denise Bidot. Foto: Ingimage


DB: Sí, pero es una pena que se haya vuelto una pugna gorda versus flaca. Tenemos que comenzar a abrir los ojos al hecho de que no venimos todas del mismo molde. Comencé a trabajar como modelo de tallas grandes hace ocho años y entonces el mercado era muy diferente a como es ahora. Antes nos ponían la ropa más fea y no nos incluían en ningún catálogo.

Es imposible que la industria no nos oiga cuando todo el mundo está teniendo una conversación al respecto. He tenido la oportunidad de modelar en las pasarelas de New York Fashion Week en las últimas tres temporadas y nos estamos preparando para la siguiente. Se siente la emoción entre los editores, fotógrafos y diseñadores que nos están aceptando e incluyendo.

VM: ¿Cómo comenzó a darse este cambio en la industria del entretenimiento?

DB:Creo que gracias a mujeres con curvas moderadas como Sofía Vergara, por ejemplo. Fueron ellas quienes comenzaron la conversación y a ser aceptadas siendo diferentes. Nos programaron para pensar que la flaca de las revistas es fabulosa, y se trata de reprogramarnos. Con la entrada de las tallas grandes al mercado se están creando nuevos modelos a seguir y eso es más sano.

Las redes sociales permitieron que las mujeres comenzaran a expresarse y a exhibirse sin tener que excusarse por como son. Antes esto no era posible. La revolución de los blogs y las plataformas virtuales se unió al mundo de la moda y esto lo cambió todo muy rápidamente. La gente está escuchando, las marcas se están dando cuenta, y la respuesta de la gente ha sido positiva. Se trata de oferta y demanda, y hay un mercado enorme pendiente de qué quiere la gente.

VM: ¿Has sentido presión para perder peso, o siempre se estableció que eras una modelo de tallas grandes y por eso la industria te ha aceptado?

DB: Nunca fui alta ni flaca, nunca me imaginé que el modelaje podría ser una carrera para mí. Soy talla 14. Siempre he tenido curvas, caderas, cola, es parte de quien yo soy. No tengo ningún problema con eso y quizá porque soy muy segura de mí misma nadie me dijo que debía perder peso. Siempre he sido aceptada. Y nunca me pidieron que adelgazara. (Lee también ¡Al diablo con photoshop!)

VM: ¿Cuál fue la actitud que tomó Anna Wintour ante tu presentación durante la Semana de la moda de Nueva York en 2014?

DB: Desfilé para Chromat en dos pasarelas, y lo más increíble y lo que quizá sorprendió a mucha gente es que no es una marca de tallas grandes, es una marca normal. Esa misma semana abrí el desfile de Serena Williams, y no sabía que Anna Wintour iba a estar ahí. También cerré el show y fui la única modelo de talla grande. Fue un gran momento del que nunca voy a olvidarme. Me sentí como en una película, el mensaje era: Acéptennos, somos hermosas. Fue la primera vez que sentí que la industria de la moda me entendía y me aceptaba. Wintour estaba sentada en primera fila y cuando estaba llegando al final de la pasarela me di cuenta de que alguien comenzó a aplaudir. Era ella. Luego todo el mundo aplaudió, fue surreal. Ese es el cambio por el que hemos trabajado.

VM: ¿Cómo no lloraste? Estoy aquí oyéndote entre lágrimas y pienso, ¡Tengo tantas ganas de amarme tal cual soy!

DB: No podía creerlo. Me está pasando a mí, pero podría haberle pasado a cualquier persona y me habría emocionado tanto como estás tú en este momento, porque es algo hermoso. Serena Williams arreglando mi pinta, no podía creerlo. Tenía la piel de gallina. Todavía siento lo mismo al recordarlo. No puedo pedir una mejor vida y un mejor motivo por el cual luchar. Las cosas están cambiando, está pasando.

VM: ¿Cómo se portan las modelos, te aceptan?

DB: Todas me apoyan. Estaban felices de ver lo que estaba pasando y decían: "¡Dios mío! ¡Es tan cool ser parte de la industria en el momento en que está cambiando!" Y los maquilladores, todo el mundo estaba muy emocionado.


La modelo 'plus size' Denise Bidot. Foto: Ingimage


VM: Te tomaron unas fotos en vestido de baño que no retocaron. Cuéntame cómo fue la experiencia y cómo tomaste esa decisión.

DB: Fue increíble. Hicimos un photoshoot en Bermuda en el que pretendíamos continuar con esta conversación, la idea de que todas las mujeres son hermosas en su propia piel. Después llamaron a preguntar cómo me sentiría si publicaran las fotos sin retoques.

Esa no fue la idea original, pero las imágenes quedaron tan hermosas que decidieron que sería un mensaje grandioso. Pensé: "No voy a pretender que soy perfecta. Tengo estrías, soy una madre". No puedo controlar cómo salen las fotos cuando son publicadas, entonces esta oportunidad fue mi momento para demostrar que creo en lo que profeso, que me siento hermosa y estoy muy segura de mí misma.

Estoy honrada de que me acepten como soy. La respuesta de la gente y los medios ha sido increíble, todos han dicho que es muy bueno que eso se haya hecho. Muchas mujeres se sintieron hermosas a través de esas fotos.

VM: ¿Ahora qué sentido tiene para ti que retoquen tus fotos? Porque te han tomado otras en bikini en las que sí te han retocado…

DB: Me opongo a los retoques cuando es exagerado y me dejan como si fuera una muñeca. Eso es de lo que debemos alejarnos, porque la belleza está en la individualidad. Sin embargo, las marcas tienen derecho a hacer lo que deban hacer para que las fotos identifiquen al objeto que venden, eso no lo puedo controlar, aunque es gracioso verlo.

A veces mis fans me muestran fotos mías publicadas en otros países en que han retocado mis muslos para que no se toquen entre sí, y soy yo quien le avisa al cliente. La industria está cambiando, quizá unas partes de ella más rápido que las otras. Ese tipo de campañas y artículos como el que vas a escribir son lo que están generando consciencia.

VM: ¿Te han matoneado por ser gorda? Porque en Colombia, muchas veces digo lo que pienso y quienes me leen, en lugar de darme un argumento, me llaman gorda a modo de insulto.

DB: ¿Estás bromeando? ¡No te lo puedo creer!

VM: Sí, lamentablemente aquí te definen por tu talla y tu peso…

DB: Es muy importante que las mujeres se mantengan firmes, no se disculpen por ser como son y que sean frescas y audaces. Es una pena que las cosas en Colombia estén así.

VM: Yo oscilo entre talla 12 y 16, y tendría que perder diez kilos para poder comprar ropa aquí.

DB: ¡Dios mío! ¡No te lo puedo creer!

VM: ¿Ha sido más fácil ser modelo teniendo un cuerpo proporcionado, a diferencia de aquellas mujeres gordas que no tienen una forma tan armoniosa?

DB: Estoy muy agradecida por tener una carrera en la industria de la moda, considerando que soy talla 14, pues las tallas grandes comienzan desde el 10, que en realidad no se ve como una talla grande. Amo mis curvas, y sé que fueron claves para la cantidad de trabajo que tengo.

Pero no todas tenemos la misma forma, algunas mujeres tienen más peso arriba, otras abajo, o en la barriga. Todas somos diferentes. Es importante que nos aceptemos como somos, y ojalá que la moda eventualmente acepte que cada mujer tiene una forma distinta. Aún estamos dando pasos de bebé.

Al despedirse, Denise me dijo: "Eres hermosa, Virginia. Amo lo que representas y me encantaría que pudieras encontrar tu poder". Y yo volví a llorar. No permitiré que otra vez me ofendan por mi peso y mi forma porque no quepo en sus ideales de belleza. Me voy a aceptar como soy; y hoy me quiero más que ayer y menos que mañana.