El trabajo más duro del mundo

Lila Ochoa, 13/5/2014

Nunca es tarde para agradecer a nuestras madres todas las horas que dedican a cuidarnos. La directoria de la revista Fucsia, Lila Ochoa, reflexiona sobre la maternidad, una labor de por vida que no siempre recibe las debidas gratificaciones.

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Hace unos días recibí un video que me mandó mi hija menor, llamado El trabajo más duro del mundo. Me pareció un tema extraño para que ella quisiera compartirlo conmigo, pero la curiosidad pudo más que la extrañeza. El video empieza con un ejecutivo que formula una entrevista de trabajo a una serie de jóvenes. Les dice que está buscando un Director de Operaciones. Luego les explica los requisitos que debe cumplir quien aspira a ese trabajo: “Primero que todo —les dice muy serio— se necesita movilidad, pues este trabajo se hace casi todo el tiempo de pie. Subiendo, bajando, corriendo, en fin, moviéndose continuamente. Se trabaja 24 horas, siete días a la semana, en un ambiente caótico”. Cuando alguien le pregunta si no hay un tiempo de descanso durante la jornada, el entrevistador contesta sin perturbarse: “No, además de que hay que estar dispuesto a trabajar de noche, y muchas veces sin dormir varios días”. Y continúa: “No solamente se necesita saber negociar y tener excelentes relaciones interpersonales, sino grados en Medicina, Finanzas y Cocina, además de una buena disposición y un estado de ánimo alegre”. (Lee el artículo El trabajo más duro del mundo)

Luego pasa a explicar que en cuanto a vacaciones, es mejor no contar con esta prerrogativa ni con tiempo libre para celebrar la Navidad, pues en esa época se incrementa el trabajo. Además de que, en lo que respecta al salario, el trabajo es voluntario, sin sueldo. Aterrado, uno de los entrevistados le pregunta si se trata de un trabajo legal. Impávido, el ejecutivo contesta que no solo es legal sino que hay miles de personas en el mundo que lo realizan, puesto que trae consigo una gran dosis de gratificación y que el sentido de ayudar a sus asociados es un sentimiento de un valor inconmensurable. De nuevo preguntan los entrevistados qué tipo de persona acepta trabajar ese número de horas y hacer esa cantidad de esfuerzo gratis, sin un peso de sueldo. Y el ejecutivo contesta: “Las mamás”.

Tengo que confesar que no sabía si llorar o reír. Solo atiné a pensar en mi mamá, que se fue de este mundo sin que yo le diera las gracias lo suficiente, sin que pudiera decirle que apreciaba infinitamente todo ese trabajo tan duro y a veces tan ingrato que hizo por nosotros, sus hijos. También pensé en que si alguien se atreviera a contarle a uno el día que queda embarazada lo que significa ser mamá, no me extrañaría que hubieran muchos menos niños en el mundo.

Por lo menos, y aunque esta entrevista sea simulada, un chiste, a alguien se le ocurrió hacer la lista de lo que significa ser mamá. Tiene razón el entrevistador, es el trabajo más duro y gratificante del mundo. ¡Feliz día para las mamás!