Artesanías a la conquista de la memoria

Revista FUCSIA, 19/6/2014

Expoartesano se ha consolidado como una feria artesanal alternativa, que cada año reúne a artesanos de todos los rincones de Colombia, con el fin de hacer visible la riqueza del acervo artesanal nacional. Esta es su historia.

Cortesía Expoartesanos - Foto:

En palabras coloquiales de Alicia Mejía, Expoartesano nació con la intención de “crearle un hermanito” a Expoartesanías de Colombia.

Expoartesanías, que se realiza todos los años en Bogotá durante el mes de diciembre, ha logrado posicionarse con el suficiente reconocimiento como para haber ganado un público fiel que la apoya año tras año. Sin embargo, sus creadores reconocieron que había demasiada distancia entre una feria y otra: pasaba un año en el que a las comunidades que normalmente participan les falta un espacio grande, serial, responsable y con objetivos claros para visibilizarse.

Entonces se hizo viable la creación de una feria alternativa, más pequeña, en otro momento del año y lugar del país, cuando Gabriel Jaime Rico, gerente de Plaza Mayor de Medellín y Aída Furmanski, gerente de Artesanías de Colombia, buscaron a Alicia Mejía para que se encargara de la dirección de Expoartesano en Medellín y la hiciera una realidad.

Para Alicia Mejía, que ha coordinado casi 39 ferias de Colombiatex y Colombiamoda, esta decisión tuvo un tinte de responsabilidad y compromiso con el país. Mejía, que se retiró de Inexmoda hace siete años, afirma que no había considerado volver a organizar una feria, pero de cara a la posibilidad de generar un reconocimiento de la memoria del indígena y el artesano, sabía que tenía que aprovechar esa oportunidad. “Si me hubieran llamado para una feria sectorial, muy probablemente habría dicho que no, pero cuando me hablaron de poner mi experiencia al servicio de rescatar la memoria, para hacer que los colombianos nos empoderemos de nuestras comunidades, que reconozcamos sus oficios, que nos sintamos orgullosos de comprar sus productos, pensé que era lo que tenía que hacer y lo he hecho felizmente”.

La feria se realizó en tres ocasiones en versiones más pequeñas antes de que la oficial se lanzara en 2013, con la asistencia de casi 24.000 personas. Dentro de las lecciones del año pasado está una fundamental: aún falta mucha identidad por construir. Según Mejía, “el trabajo de rescatar la memoria artesanal es aún arduo y, por tanto, necesita muchas manos. (…) Esta es una deuda pendiente de todos los colombianos porque se ignora demasiado sobre las tradiciones del país, quiénes lo habitan, cuáles son las etnias, dialectos y cosmogonías que moderan a los pueblos y sus oficios”.

Por eso, este año la feria se titula “La memoria”, y todos los boletines de prensa, afiches y demás piezas de comunicación de la campaña buscan generar un vínculo mucho más significativo entre compradores y vendedores, quienes reciben información acerca de la comunidad de la que proviene cada artesanía, en qué lugar del país se encuentra, quiénes son sus miembros y cómo es el proceso de creación, todo esto para que lentamente pueda haber un reconocimiento y empatía entre las comunidades.

Según la directora de Expoartesano, lo que podría alentar a otros a apoyar el evento es el artesano mismo y su pujante dedicación y visión del trabajo en equipo. “Él toma decisiones desde la comunidad, desde el ‘nosotros’ y no desde el ‘yo’. Esta ha sido una lección porque es lo que nos falta como país: un pensamiento colectivo”. En la edición pasada de Expoartesanos, que se celebró en Medellín del 5 al 11 de julio, participaron cerca de unos 360 artesanos, 60 más que en 2013, un muy buen indicador del éxito del certamen.