La princesa del pop chileno

Revista FUCSIA, 16/10/2014

Francisca Valenzuela acaba de lanzar su tercer álbum, Tajo abierto, producido por grandes nombres de la industria: Áureo Baqueiro (Natalia Lafourcade), Jesse Rogg (Sam Sparro), Vicente Sanfuentes (Matías Aguayo) y Dave Sitek (TV on the Radio).

Foto: © ALEXANDER BLACK. - Foto:

Usted es un talento de la música alternativa en español. ¿Cuál es su percepción de la escena artística latinoamericana?

Creo que es vibrante, ecléctica e independiente; que está cambiando el paradigma de la industria de la música “latina” como ha sido siempre. Es entretenida, movida y desafiante.

 
Y en Chile, con artistas como Javiera Mena, Denver y Gepe, ¿qué está ocurriendo con el circuito musical?


Hay una escena en Chile muy independiente, autónoma, artística y colorida. Tenemos la condena y la bendición de estar aislados. Es condena porque no hay presencia de disqueras multinacionales; es alejado y aislado de otros países, y caro salir y viajar, además de ser un mercado pequeño. Y es bendición porque tiene cierta pureza artística, donde hay interés en la música por el arte como fin, no como medio.


Tajo abierto, su último álbum, habla mucho de la vulnerabilidad. ¿Es el amor/desamor su musa para crear?


No tengo una única musa. Tajo abierto habla de amor, desamor, claro, pero hay inseguridades personales, frustración hacia los sistemas e instituciones y el deber ser de nuestra sociedad, añoranza, atrevimiento y nervio de explorar algo nuevo, agradecimiento. No me propongo un único tema o estilo. Es bastante orgánico, catártico y espontáneo –¡vísceral!– desde la biografía nacen lo temas como también de palabras que me parecen interesantes como también temas sociales que quiero narrar o que me inquietan. 

 
¿Cómo ha lidiado con el hecho de no estar respaldada por una gran disquera?

Tiene sus pros y contras. No es que haya decidido ser independiente, al no haber interés de disqueras (de las pocas que había en Chile), había que detenerse o avanzar por mi propia cuenta. Así nació mi sello, Frantastic. Uno está en control de su carrera y tiene la libertad de decidir y hacer lo que considera interesante, entretenido y relevante. Sin embargo, también es difícil porque uno está aprendiendo al andar, tiene que equilibrar el tema económico e ir aprendiendo territorio por territorio cómo ir creciendo y amplificando tu proyecto.


Siendo este trabajo mucho más ambicioso, ¿de qué manera la define como artista?

En el sentido que es un disco más atrevido y aventurero. Salí de mis zona de confort para realizarlo, tanto musicalmente como geográfica y profesionalmente (lo hice en Los Ángeles). Es un disco poderoso, ecléctico y sugerente.


En el disco participan grandes nombres de la industria. ¿Cómo fue trabajar con ellos?

Alucinante. Fue todo un desorden al principio. Contacté a cada productor y así como: “Hola, me llamo Francisca, aquí van mis demos” (risas). Fue un privilegio tenerlos a todos a bordo. Fue muy cómodo y enriquecedor.


RECOMENDAMOS

1. David Foster Wallace. Por entenderlo todo, por su habilidad de vernos a las personas, a la humanidad y la soledad intrínseca hermosa, terrible y visceral que tenemos; por lo sórdido y bello de sus textos, por lo sencillo y su sentido del humor.

2. Prince. Por lo atrevido, visionario, trabajador; por la excelencia de su trabajo, la sensualidad a flor de piel, sus melodías, ritmos y arreglos.