UN BEBÉ DE 10 AÑOS

EMOCIÓN A FLOR DE PIEL

¿Qué es lo que más la llena de orgullo en esta década?

Haber vivido estos diez años con toda la intensidad posible y hacer unas canciones que aún hoy vuelvo a escuchar y me hacen feliz por lo bien producidas, bonitas y el hecho de que emocionan a la gente.



Durante este tiempo, ¿de qué manera se han transformado su música y usted como intérprete?

Poco a poco he hecho un nombre, he tomado más fuerza, he aprendido más cosas, me subo al escenario más relajada. En cuanto a lo musical hay una evolución de un disco al siguiente, la que a mí me interesaba, se siente que son diferentes, que exploran algo nuevo. Este show en Latinoamérica fue totalmente distinto al que presentaba con una banda, cuando me sentía de alguna forma arropada. Esta vez actué con una guitarra y canciones desnudas, es un vértigo que me estimula y me enseña a no acomodarme, a sentir ganas de trabajar en casa cada canción y a ponerme en lugares difíciles. Me gusta eso, creo que es necesario para la creatividad, las emociones se viven de distinta manera cuando uno asume riesgos.



¿Cómo ve el rol de la mujer en la música de hoy?

Pienso que está en un lugar estupendo, donde se ha ido liberando y haciendo que la gente se ruborice al mostrar verdaderamente cómo ella quería ser, creando un mundo bastante fuerte, exigente, sensible y bonito para todos.



El público siempre ha sido vital para usted. ¿Considera que su música está más orientada hacia las mujeres y lleva un mensaje especial para ellas?

Está clarísimo que escribo desde mi condición de mujer, ellas han sido las grandes receptoras de la música que hago, pero lo bonito es que a lo largo del tiempo se me han unido también hombres. Los seres humanos somos tan básicos que tenemos vivencias muy similares que reinterpretamos a través de la música que escuchamos. Las mujeres han sido en mayor medida mis receptoras pero creo que esto se debe también a que me canto a mí misma.



¿Cuál ha sido el concierto más emotivo en estos diez años de carrera?

Hay tantos… cada lugar es muy especial y el público te transforma con su energía. Sin embargo, guardo los primeros conciertos, cuando el sencillo “Malo” llevaba un mes en la radio, con mucho cariño. Fue increíble uno que hice en Madrid y vi la Plaza Mayor llenísima, muy sobrecogedor.



¿Qué le aporta el flamenco a su música?

Muchísimo. Aunque no cante flamenco, ha sido la música más importante para mí como intérprete, especialmente en la composición y en algunas vibras que logro con mi voz.



El último disco que compró.

El soundtrack de la película de Mi villano favorito. A mí y a mi hija nos encanta lo que hace Pharell Williams.