Las 15 preguntas que debes responder antes de casarte

El psicólogo de pareja José Alonso Peña y la personal coach Natalia Arias nos dan, basados en sus experiencias profesionales, este ranking de preguntas que debe hacerse la mujer antes de dar el 'sí'.

1. ¿Quieres tener hijos?

Si uno los desea y el otro no, alguno terminará frustrado. En caso de que ambos respondan afirmativamente, hay que definir el número de hijos e indagar acerca de la posibilidad de que existan problemas para concebir y qué tan viable les parece la adopción o un tratamiento de fertilidad. Tampoco está de más saber qué método anticonceptivo usarán y averiguar qué aspectos estiman esenciales en la crianza: injerencia de los abuelos en esta y tipo de colegio, entre otros factores.

2. ¿Cómo propones que manejemos el dinero?

Las finanzas son un ingrediente crucial en la convivencia. Hay que hablar de los gastos en caprichos propios, qué cantidad del sueldo aportará cada uno al hogar y qué cuentas compartir. Además, es clave conocer el grado de ambición del otro.

3. ¿Cuáles son tus gustos sexuales?

No hay que dar nada por sentado y es preciso preguntarle a la pareja incluso cuál es su definición de fidelidad, cuántas veces a la semana le parece ideal tener intimidad y si le atraen los encuentros poco tradicionales, como los tríos.

4. ¿Qué tan importante es el vínculo con tus padres?

Algunas personas no se pierden un fin de semana de reunión con sus familias y no le ven problema a que estas influyan en la toma de decisiones del hogar en formación. Es bueno saber anticipadamente cómo distribuirán las visitas en las fechas especiales como Navidad.

5. ¿Tus sueño y proyectos son afines a los míos?

Quizá mientras uno se proyecta viviendo en el exterior, el otro quiere sentar bases en su país. Deben dialogar, por ejemplo, acerca del ahorro para comprar una casa, si su meta es viajar cada año o quieren tener una finca. Compartir muchos objetivos los motivará a luchar unidos por alcanzarlos, creando un buen equipo.

6. ¿Qué te desenamoraría?

Cada uno debe saber qué cosas no perdonaría del otro y qué lo llevaría a perder la confianza en la relación.

7. ¿Cuáles son tus prioridades en cuanto al manejo del tiempo?

Es indispensable conocer qué lugar ocupan en la lista de la pareja el matrimonio, el trabajo, la vida social, los padres, los hobbies, los amigos. Incluso indagar si alguno necesita de un espacio personal. Es recomendable anticipar la política del hogar en cuanto a dejar los temas de la oficina fuera de la cama o si compartirán todas las noches el momento de la cena.

8. ¿Qué tan importante es la apariencia para ti?

Hay que tener claro qué aspectos del físico, de la manera de vestir, de la higiene, atraen o disgustan al prometido. Tal vez ella es partidaria de las cirugías plásticas y a él le parece esta práctica un exceso de vanidad. Qué tan de acuerdo están en cuanto a ciertos hábitos relativos a la salud, como la alimentación, el ejercicio o la costumbre de fumar.

9. ¿Cuál crees que va a ser tu mayor reto o sacrificio en la convivencia?

A veces las parejas se lanzan a esta aventura sin haber tenido espacios suficientes para comentar sus temores. Es importante conocer aquello que le cuesta trabajo al nuevo compañero de vida: quizás el orden, compartir la cama con las mascotas en medio de los ronquidos, o despertar con música llanera. Solo así es posible generar estrategias que faciliten los ajustes.

10. ¿Cuál es tu historial médico?

Que no haya sorpresas es la mejor manera de prevenir. Aunque suene cruel, cada quien tiene que ser consciente de qué tan dispuesto está a asumir un compromiso a largo plazo con alguien que sufre una condición que afecta seriamente su salud. Además de saber si la pareja ha padecido de depresiones o desórdenes alimenticios, vale la pena indagar si existe predisposición a alguna enfermedad crónica dentro de su familia.

11. ¿Cuáles son tus adicciones?

Hay quienes son adeptos en mayor o menor medida a la rumba, al cigarrillo, al juego, al trabajo, al trago, al deporte, a los amigos. Es necesario detectar si ese hábito recurrente incomoda o es factible lidiar con él. Porque casarse con la intención de cambiar a alguien de entrada puede resultar desgastante.

12. ¿Cómo nos dividiremos las tareas de la casa?

¿Quién limpiará?, ¿quién cocinará?, ¿quién pagará los recibos de los servicios públicos? ¿Tenemos urgencias diferentes en cuanto a la organización del hogar?


13. ¿Qué tan apegado eres a tus creencias?

Las convicciones religiosas e inclusive las políticas deben discutirse de antemano. Si llegan a tener hijos es fundamental plantearse el tema de los valores de su formación. Por otra parte, puede haber choques si las tradiciones y celebraciones familiares no tienen la misma relevancia para ambos.

14. ¿Cómo es tu lugar ideal para vivir?

¿En el campo o en la ciudad? Aunque parezca un punto menor, previene futuras fricciones tener claro si a alguno le molesta que la televisión esté en el dormitorio, si tendrán cuarto de invitados y una política de puertas abiertas para los amigos, o si es mejor destinar ese espacio a las aficiones personales de alguno de los esposos.

15. ¿Cuál es tu manera de afrontar los conflictos?

Todo el mundo pelea, pero muy pocos hablan de cómo manejar las discusiones, simplemente improvisan. Es indispensable generar acuerdos acerca de la mejor manera de solucionar los problemas.