Literatura hecha best seller

CON UN LIBRO EN LA MANO

Su primera novela, El tiempo entre costuras, la puso en la mira del mundo. ¿Cuándo se dio cuenta de que tenía una historia para contar?

Cuando empezaron a crecer entre mis manos, llenándose de una trama absorbente, territorios cautivadores, personajes seductores reales y ficticios, pinceladas de historia y muchos sentimientos.

 

Esta historia dio lugar a una miniserie televisiva. ¿Se siente cómoda viendo a su texto en otro formato?

He quedado muy contenta, satisfecha, porque este ha sido trabajado de una manera muy respetuosa. El alma del libro está presente en todo momento y alrededor de ella se ha hecho un trabajo magnífico en todos los sentidos: dirección, actores, producción, decoración, música, vestuario… La prueba está en que los lectores no se han sentido en absoluto defraudados y el éxito de la serie ha sido impresionante.

 

¿Hoy es posible vivir de la literatura en España?

Reconozco ser una gran afortunada y sí, en estos últimos años vivo exclusivamente de la literatura.

 

¿Considera que hay literatura exclusiva para mujeres?

Sí. Hay un tipo de literatura comercial que puede tener exclusivamente a las mujeres como objetivo, pero no creo que sea mi caso. Es cierto que tengo más mujeres entre mis lectores, como lo es que ellas por lo general leen más. Pero también tengo muchísimos lectores hombres.

 

En Misión olvido su personaje, Blanca Perea, escapa de España a Estados Unidos. ¿La vida se puede reconstruir a través del distanciamiento?

No es la llave única ni la solución siempre acertada, pero creo que ayuda. A veces viene muy bien ver las cosas en perspectiva, respirar aire fresco, sacar la cabeza de nuestros problemas más inmediatos.

  

¿Qué opinión le merece el fenómeno de los best sellers?

No tengo una única opinión, simplemente estoy en desacuerdo con aquellos que piensan que por el solo hecho de que un libro sea exitoso en ventas, deja de tener automáticamente otro valor y se convierte en un mero producto comercial alejado de los literariamente válidos. Me parece una visión llena de prejuicios, reduccionista.