Visionarias de la moda: Ana María Gutiérrez

Cuando oye la expresión “mujer ejecutiva”, ¿qué imagen viene a su mente?

Pienso en una mujer global, preparada y capaz de dirigir un equipo hacia un objetivo común.

Una pieza de su clóset que la empodera o que elige cuando tiene que lidiar con duras jornadas.

Una buena pinta casual, la complemento con unos tacones que me generan seguridad. Para una dura jornada, nada mejor que un jean y un blazer de algodón.

Lo que nunca llevaría puesto a la oficina.

Unos tennis.

¿Cómo definiría el liderazgo femenino?

La mujer se involucra desde su propio ser en un liderazgo conciliador; además, maneja muchos temas a la vez y encuentra muchas soluciones a un mismo tema. Rompe paradigmas para reinventarse.

Lo que más le gusta de trabajar en su compañía.

La labor con equipos interdisciplinarios en los que se mezcla la creatividad con la estrategia y las tácticas del negocio. Cada día es distinto a los demás, y ese entorno cambiante me impone nuevos retos, me exige ser creativa e innovadora, y permanecer abierta al cambio.

La apuesta más arriesgada que su compañía ha emprendido de su mano.

Posicionar la categoría de ropa exterior, en una marca que ha sido muy fuerte durante más de cincuenta años en el mercado de ropa interior.

¿Cuál es el logro por el que saca pecho?

Haber encontrar un balance en mi vida entre ser esposa, mamá y ejecutiva.

Una mujer que en términos profesionales la haya inspirado.

Jenna Lyons, directora creativa de J.Crew; la admiro por su talento, porque rompe paradigmas y es apasionada.

En porcentaje, ¿qué tan importante es la estabilidad sentimental en el desarrollo exitoso de una carrera profesional?

Diría que ciento por ciento, ya que la vida personal y laboral debe mantener un balance.

¿Hay algo que como ejecutiva haya tenido que hacer de más que sus colegas hombres?

Siento que el género no es lo importante para alcanzar una meta, sino las capacidades.

Un lema de vida que se repita a sí misma todos los días.

Hacer siempre lo que me hace feliz.