Rosa Montero, la escritora que aún se siente niña

Revista FUCSIA, 26/12/2013

La periodista y escritora es una de las invitadas al Hay Festival Cartagena, que se celebrará del 30 de enero al 2 de febrero. La española presentará su libro 'La ridícula idea de no volver a verte', en el que reflexiona sobre el duelo.

La escritora Rosa Montero/© Paloma Villamil/13 - Foto:

La periodista y escritora española Rosa Montero presentará a la joven autora Vanessa Montfort y hablará de su último libro, La ridícula idea de no volver a verte, en el que reflexiona sobre el duelo a través de la historia de Marie Curie. 

Escribir para vivir

¿Cuál ha sido el impacto del dolor en su obra literaria?

Creo que debe de ser el mismo que el de la media de los escritores... Todos escribimos (y leemos) para intentar darle al mal y al dolor un sentido que en realidad sabemos que no tienen. Y no es solo la literatura; todo arte intenta eso. Como decía Georges Braque, “el arte es una herida hecha luz”.

¿Qué tiene todavía de la niña que escribía para lidiar con la tuberculosis?

Esa niña está intacta en mí. Los novelistas somos individuos que no hemos madurado, seguimos siendo niños que imaginamos el mundo. Y ese niño dentro de nosotros es quien posee la llave de la creatividad.

¿Qué la apasiona de la novela?

Escribir novela es mi manera de vivir,  de soportar la vida, de estructurarme como persona. Creo que no sabría vivir sin escribir.

¿Quién es Bruna Husky?

El personaje más poderoso que jamás he escrito. Y de algún modo, en lo profundo, esa detective androide está más cerca de mí que ningún otro personaje. 


¿Cómo media su gusto por la ciencia ficción?

Es un género que proporciona una herramienta metafórica poderosísima para hablar de la condición humana, por eso me gusta, por su capacidad de profundización y de representación simbólica de nuestra realidad.

¿Cuál era su inquietud cuando escribía La ridícula idea de no volver a verte?

Ninguna en especial, más allá de la habitual duda sobre la capacidad para reflejar bien la idea que bulle en tu cabeza. Además, es un libro que escribí en estado de gracia, porque salió fácil y felizmente; disfruté muchísimo escribiéndolo. 


¿Le preocupa la posteridad?

¡Cero! Nada en absoluto. El autor que piense que va a quedar para la posteridad me parece iluso, poco realista. Me preocupa morirme, eso sí, pero parece que eso no tiene remedio.


La historia que le falta por escribir.

Espero que me falten todavía unas cuantas.