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Los que engalanan la ciudad; Círculo de la moda

Revista Fucsia, 2/7/2013

La historia de seis pasarelas y seis inspiraciones que le toman el pulso a la moda en la capital. Un vistazo al Círculo de la Moda.

Fotos: Cámara Lúcida/13 - Foto:

Kika Vargas

Hay desfiles que emocionan, que se espera que no acaben para que no lo arrojen a uno de nuevo a la realidad. El de Kika Vargas fue uno de esos, cargado de poder. Catorce mil tallos de claveles rosados y una música lenta, cadenciosa, romántica, abrieron la puerta para que los años 20 se encarnaran en siluetas holgadas, de talles largos, muy largos en vestidos que, a pesar de ser oversize, resultaron haciendo ligeras a las modelos en la pasarela, un efecto conseguido gracias al uso de materiales de exquisitas caídas como la seda, el chiffon y el satín.

Esta fue una colección de chaquetas voluminosas que, sin ceñirse a las líneas del cuerpo, fueron capaces de crear la curvatura de una feminidad que seduce coqueta. Sorprender usando una década que ha entregado tantos referentes a la historia de la moda no era fácil, pero Kika Vargas logró reinventar los años 20 recurriendo a materiales insospechados, acentuando una geometría cuadrada y escarbando entre sus referencias para llegar a un estampado que recrea esas paredes craqueladas que dan cuenta del tiempo, de un diálogo entre pasado y presente. Luego aparecieron sus flores, siempre sus flores, cortadas y pegadas cada una a mano para volver cada falda y vestido una joya.

Leal Daccarett

La cantante Tori Amos confesó alguna vez en una entrevista que cuando ella se sentía triste buscaba las prendas de un diseñador especial para que la protegieran. Al ver cada una de las piezas que Francisco Leal y Karen Daccarett pusieron a desfilar sobre la pasarela del Círculo de la Moda, esa capacidad que Amos le otorga a la ropa parecía celebrarse.

Cada propuesta de la marca Leal Daccarett era así una prenda que abrigaba, abrazaba, acogía, consentía, que servía de armadura para una princesa guerrera de Oriente Medio. Desde una versión muy colombiana de lo que puede ser la temporada otoño-invierno, desechando el uso de pieles y más bien apostando por elementos más cercanos, esta pareja de diseñadores creó una colección llena de telas exquisitas, con lujosos bordados en oro, tafetanes y chiffones estampados que lanzaron una afrenta directa al minimalismo y que más bien enaltecieron la exuberancia y el brillo.

Infaltable, su apuesta por volver siempre la espalda una protagonista. Ya que la mitad de la vida nos la pasamos de espalda, qué mejor que dejarla hablar de nosotros con volúmenes y estructuras. Con esta colección, Leal Daccarett festeja su internacionalización y le da una gran bienvenida a su tienda remodelada.

Aldea

Esta pasarela fue una evidencia de la madurez que ha estado experimentando esta diseñadora ganadora del premio Se Busca Diseñador Fucsia en el 2011. Desbordando su característico uso del algodón y los tonos crudos, en esta colección Carolina Sepúlveda exploró otros materiales como la lana, las sedas, los vinilos y las fibras de papel, al tiempo que jugó con el negro y una colorida transición hacia el blanco.  Combinó sus siluetas holgadas y desestructuradas con estampados digitales que le dieron vida a su inspiración: la tinta. De este modo, las siluetas fluidas relacionadas con el mundo líquido fueron mutando hacia formas más rígidas y estructuradas que encarnaron el papel.

En el medio, un degradé de colores evidenciaron cómo la tinta se funde en la página. Su capacidad de hilar finamente sus temas con los diseños y un trabajo juicioso en la moldería engalanaron la pasarela y anticiparon lo que se verá en su local, pronto a ser inaugurado (Cra. 13 N.° 81-24, local 301), una experiencia que sin duda hará que la marca siga evolucionando de la mano del contacto más directo con sus clientas.

Pepa Pombo by Mónica Holguín

Quizás a fuerza de verlas tantos años y de saber la calidad de sus trabajos con cintas y bordados, a veces uno pierde de vista ese universo de historias, de manos, de procesos minuciosos y lentos que sobreviven en cada pieza de Pepa Pombo. A veces damos ya todo eso por sentado. Pero en la reciente pasarela del Círculo de la Moda, Mónica Holguín volvió a dar una lección de cómo lo que forma a los grandes diseñadores es la capacidad de no parar de evolucionar.

Con grafismos más finamente logrados en sus líneas y colores, propios de su nueva fase industrial, se delató un mayor tiempo de experimentación para conseguir la consonancia armónica que se debe lograr entre las tintas, los hilos, el computador y conseguir así esos vestidos, blusones y sacos verde limón, esos pantalones grises con un sacudón inesperado de turquesa.

Los años 70, desde una perspectiva más bien urbana y no tan nocturna —como siempre suele referenciarse esta década—, fueron el hilo conductor de la colección que si bien para algunos tuvo una gama muy amplia de colores que a veces amenazaba con embolatar su cohesión, logró lo que todos anhelamos con una pasarela: que al otro día las clientas se abalancen a la tienda con fotografías del desfile para llevarlo intacto a casa.

A New Cross

La vanguardia hecha a mano del diseñador Nicolás Agustín Riveros le dio un lugar a la moda masculina en el Círculo de la Moda. Con el negro como protagonista, el diseñador puso toda la fuerza de la colección en la forma y la construcción de las prendas siempre asimétricas, de lanas roídas y de volúmenes extraños. Una marca que apela a un estilo y un público muy específico, pero que sin embargo sorprende por su amplia fanaticada entre los jóvenes. Es de celebrar que la moda masculina colombiana empiece a conversar con la vanguardia. Quisiéramos verlo explorar más siluetas y quizá dejarlas lucir más en la pasarela.

Juan


Seis años han pasado desde la creación de esta marca y en pasarela ya se pueden reconocer con nombre propio esos patrones Juan, que ya no solo se celebran en la ropa más informal, sino que ahora son traducidos en trajes que ciñen la figura masculina y que juegan con referencias de texturas y colores en las que no hay tema ni tono vedado. Una reinvención de la formalidad joven que tan bien les cae a esos menores de 30 años que quieren encontrar su lugar en el universo formal. En esta colección, pantalones y camisas se llenaron de estampados, patrones y texturas de pieles, que sutilmente dibujaron el mundo reptil.