Los trajes del poder
Fucsia.co, 12/2/2014
Barack Obama, su mujer Michelle, la princesa Letizia, Hugo Chávez o Grace Kelly tienen en común, aunque no parezca, la capacidad de marcar tendencia con sus vestidos, estampados o zapatos. Lo explica la experta en moda y política Patrycia Centeno.
Carla Bruni. El morado históricamente siempre ha sido el color del poder. Al convertirse en primera dama de Francia le convino rebautizarlo como el color Bruni. Foto: AP- Foto: www.ibtimes.co.in
Yasir Arafat. El líder palestino convirtió al pañuelo de origen rural en un símbolo de la resistencia palestina y hoy, en sus infinitas versiones, se antoja como una forma válida para denunciar cualquier injusticia social. Foto: blogs.cfr.org
Angela Merkel. Su prenda fetiche, las chaquetas de tres botones. Tiene cientos con este mismo patrón pero de distinta tonalidad, algo que ha provocado que incluso se creara una versión de la tabla de colores pantone con las chaquetas de la canciller alemana. Solo con el color de sus chaquetas se adivina el humor de la dirigente europea. Foto: AP
De Grace Kelly, como ocurre con Jackie Kennedy, hay muchas piezas que la recuerdan pero quizás la que más la caracterizó fue el bolso que Hermès le dedicó. El Kelly de Hermès le sirvió a la nueva princesa de Mónaco para intentar disimular su primer embarazo ante las cámaras. Foto: hechoeneuropa.wordpress.com
Jackie Kennedy. Los trajes de dos piezas fueron su marca insignia. Pero si hay uno que sobresale fue el que lució el día en el que asesinaron al su marido. Ya de vuelta a Washington en el Air Force One, le dieron la oportunidad de cambiarse de ropa –el traje estaba salpicado de sangre- y ella declinó el ofrecimiento con estas palabras: “Quiero que vean lo que le han hecho a John”. Foto: siuewmst.wordpress.com
Hugo Chávez. La pieza icónica del fallecido mandatario es la camisa roja, por la que se reconoce mundialmente al chavismo. También la sudadera, aunque, esta última, si le pertenece a alguien es a Fidel Castro, de quien el venezolano copió el estilismo deportivo. Foto: Facebook.
A ninguna otra mujer se la ha analizado tanto por el aspecto de su cabello como a Hillary Clinton. De hecho, ella misma se describe a sí misma en forma de broma como “hair icon”. En 2011, durante una charla a un grupo de estudiantes, les dijo: “Lo más importante sobre lo que tengo que advertiros hoy hace referencia a la cuestión del cabello. Se trata de una lección que mi familia no me enseñó. Ni os la inculcarán en Wellesley y Yale. Presta atención a tu pelo porque todos los demás lo harán”. Foto: Facebook
Margaret Thatcher. Imposible desligarla de prendas como el azul conservador corporativo con el que teñía todos sus atavíos, el lazo de sus camisas, el collar de perlas, el cardado de pelo y, por supuesto, su mítico bolso de asa corta, el Asprey negro de la dama de Hierro. Era tan reconocible en ella que una vez uno de sus ministros, Nicolas Ridley, comentó con cierta sorna mientras aguardaban que llegara la primera dama para una reunión: “Por qué no empezamos ya? Está su bolso…”. Foto: elquintacolumnista.blogspot.com
Nicolas Sarkozy. La mayoría de presidentes mundiales prefieren zapatos artesanales hechos a medida. A sabiendas del complejo de altura del expresidente galo (acrecentado cuando empezó su relación con la modelo Carla Bruni), a nadie sorprendió que el mandatario utilizara un modelo de calzado con alzas incorporadas. Foto: blogs.lainformacion.com
Como las demás primeras damas, Rania de Jordanía es un ícono en sí, pero si hay algo que la caracteriza es el look que combina faldas de largo hasta el suelo con tops sencillos superiores. Muy comentado el atavío con el que impresionó en la boda de los príncipes de España. En este caso combinó una falda larga de tul malva de alta costura de Givenchy con una camisa marfil. Sencilla pero absolutamente espectacular. Foto: http://elprobadordemery.blogspot.com
Diana de Gales. Si hay algo que la caracterizó durante toda su trayectoria como princesa, y posteriormente, fue su corte de pelo, todo un ícono de los 90. Foto: Facebook.
Los peep toes fueron bautizados como ‘letizios’ porque caracterizaron a la Princesa de Asturias durante sus primeros años como nueva miembro de la monarquía española y le aportaron seguridad para estar a la altura (física y social) del príncipe. Foto: Facebook
A la actual primera dama estadounidense le encanta presumir de brazos tonificados y desde que llegó a la Casa Blanca se ha servido de vestidos sin mangas, su seña de identidad. No sin polémica de por medio (a los sectores más conservadores se les antoja una osadía), los brazos trabajados de la esposa de Obama simbolizan el poder y la independencia de la mujer moderna alcanzada en el siglo XXI. Foto: Facebook.
Los alegres saris de algodón que vistió Indira Gandhi durante décadas como primera ministra india tenían su razón: una clara apuesta por la autodeterminación indumentaria frente al colonialismo británico. Foto: Facebook
Barack Obama no tiene ninguna pieza indumentaria, complemento o estética que emplee como seña de identidad a la hora de vestirse. Sin embargo, el presidente de los Estados Unidos pasará a la historia por esa elegancia innata que lo caracteriza. Foto: Facebook.
Las camisas de seda con estampados de motivos étnicos y africanos eran una reivindicación del líder sudafricano a favor de los derechos de su pueblo y de su cultura. Fueron bautizadas como “Madibas”, en su homenaje, e incluso la reina Isabel II permitió que el líder de la lucha contra el apartheid las luciera en cenas de gala en Buckingham Palace cuando el ‘dress code’ marcaba rigurosa etiqueta. Foto: Facebook