Experto: El especialista

¿Te da pena mostrar tus aretes? ¡El problema son tus orejas!

Mauricio Jiménez, 22/10/2012

Es común en muchos hospitales la práctica de perforar las orejas de las niñas a pocos días después del nacimiento. Hay inclusive quienes se atreven a ponerles a las diminutas orejitas unas candongas. ¡Consecuencias de esto, claro existen!

Es común en muchos hospitales la vieja práctica de perforar las orejas de las niñas a pocos días después del nacimiento, generalmente es una enfermera con un dispositivo tipo pistola que por presión perfora e instala en un mismo segundo unos lindos topitos o inclusive, hay quienes se atreven hasta a ponerles a las diminutas orejitas unas candongas.

¡Consecuencias de esto, claro existen! Pero no somos conscientes de ello, solo cuando por efecto de los años las orejas de las mujeres comienzan a cubrirse con el pelo suelto o con balacas amplias.

Incluso existen mujeres que no permiten si quiera que su pareja las acaricie por el temor y vergüenza. No quieren que él descubra como una oreja puede verse deformada por el mal uso, perforaciones múltiples o mal posicionamiento de las mismas en la anatomía de la oreja.

El nombre técnico es pabellón auricular (de la oreja) y en especial, aquella parte de donde habitualmente cuelgan sus aretes se conoce como lóbulo, ¡este está compuesto de tejido graso y la cubierta de piel! Sí, nada más que eso, de manera que piensen muy bien cuando quieran lucir nuevamente esas enormes candongas o atavíos, porque podrían estar deformando sus orejas.

Con mucha frecuencia en mi consultorio, veo pacientes que han recurrido a cintas adhesivas, aretes de presión como los de antaño, nada personal, maquillajes y toda clase de suertes para cubrir un lóbulo bífido (dividido en dos), o sostener el arete dentro de un extenso ojal, que generalmente es en lo que termina convertido el orificio original que la enfermera perforó en la clínica cuando ustedes apenas comenzaban a vivir.

¿Cómo solucionarlo?

Bueno, se requiere de un procedimiento corto, no tanto como el de la enfermera, y mucho menos informal, pero si, no tan complejo como las personas en realidad creen que es. Se llama plastia de lóbulos auriculares, ¿qué raro no?, pero no temo equivocarme cuando les comento que he hecho tantos como cicatrices he corregido en mi experiencia como cirujano plástico.

Se puede hacer con solo anestesia local, charladito con cada una de mis pacientes, sin afán, con la posibilidad de volver a la oficina unos minutos después (como todas lo hacen) pero en una sala de procedimientos, con todo el material estéril y con un planeamiento y criterio claro: cerrar el lóbulo en su parte deforme por su extrema fragilidad, al tiempo que se perfora e instala un nuevo arete (claro de menor peso y tamaño que los que utilizaron antes) en una zona de mayor firmeza y cercanía al cartílago que evite la recidiva (lo cual pasa si como la gran mayoría cree es, cerrarlo y volverlo abrir en el mismo sitio).