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Descubriendo a tu fotógrafa interna

RevistaFucsia.com, 20/1/2013

La popular red social Instagram se convirtió en uno de esos placeres culposos del que no tememos hablar. Compartir nuestra vida fotografiada se convirtió, más que una actividad virtual, en una tendencia mundial.

Foto: Pantherstock - Foto:

Sin perder el ojo fotográfico, muchos profesionales en fotografía se han aventurado a abrir una cuenta en la red social Instagram. A pesar de que muchos se quejan que esta popular aplicación ha sido la culpable de que se pierda la esencia de la fotografía misma, otros lo ven como una ventana para ver lugares y cosas que nunca se pensó que existían.

Instagram es una aplicación gratuita para compartir fotografías. Fue lanzada en marzo del 2010, y hoy tiene 90 millones de usuarios activos al mes. Se calcula que diariamente se suben a la popular aplicación 40 millones de imágenes, lo que traduce un éxito incomparable con otras plataformas de socialización virtual. Instagram funciona también con ‘Me Gusta’ y comentarios habilitados para cualquier foto montada. Se estima que las fotografías compartidas por sus usuarios reciben 8.500 ‘Me Gusta’ y 1.000 comentarios por segundo.

Ahora, solo con tener un teléfono inteligente puedes convertirte en la fotógrafa  aficionada que siempre quisiste ser. Pero también existen límites. La facilidad de compartir las fotos subidas en Instagram con otras redes como Facebook, Twitter o Tumblr, también ha significado una piedra en el zapato para muchos usuarios, pues ver continuamente sus publicaciones de otra red les contamina sus muros y llega a ser incomodo.

El uso de Instagram también ha causado revuelo por la cercanía que podemos tener con las celebridades. Justin Bieber, Rihanna y Lady Gaga son algunos de los artistas que nos han compartido un poco de su vida cotidiana a través de Instagram, alimentando también nuestro fetiche voyerista de indagar en la vida íntima de los demás.

Otra variante de la popular aplicación es la opción de cambiar lo que no nos gusta de nosotros. Al mejor estilo de programas de edición fotográficos, Instagram también nos permite usar filtros para esconder o resaltar nuestros atributos. Lo más cuestionable es la posibilidad de cambiar nuestro tono de piel con filtros amarillos y marrones, que nos pueden ayudar a conseguir el bronceado perfecto, sin siquiera ir a la playa.

Aunque sean muchos los críticos, los usuarios de Instagram han podido también sacarle provecho a la red social a su estilo. Las mamás son ese público al que Instagram les ha dado un instrumento de socialización de la vida de sus hijos recién nacidos. Para muchas madres primerizas está se convierte en su obsesión pues no paran de compartir fotos de su bebé comiendo, su bebé durmiendo, su bebé gateando, etc.

Si bien el propósito de compartir una foto es que nuestros amigos la vean, para algunos es que el mundo entero la vea y le dé un like. Y no hay nada de malo en eso. Pero también es importante mantener ese equilibrio entre la privacidad y la exhibición, pues no sabemos que uso le den también a nuestras fotos al otro lado del mundo.

Para que no caigas en los estereotipos y no te conviertas en un usuario odiado, te invitamos a seguir los `NO´ del Instagram:

Los `NO´ de Instagram


No al abuso de hashtags:
Está bien usar los hashtags para que otros usuarios que no te siguen observen tus fotografías, pero hay personas que realmente se exceden escribiendo hashtags para ganar seguidores. Aprende a darle buen uso a este recurso y entiende que con miles de likes, no te darán un premio o reconocimiento.
No a las fotos de comida:
¿Cuál es el propósito de tomarle una foto a tu desayuno, a tu almuerzo y a tu cena? Ninguno. A nadie le interesa ver una foto de una bandeja paisa, un cereal o un ajiaco, ya todos sabemos como lucen esos platos y que saben. A menos que este sea un plato único y bien decorado, vale la pena ser retratado.
No a las fotos aburridas:
Nadie quiere ver la foto mientras esperas en el banco a ser atendido, o mientras estás en una sala de espera junto a otros pacientes. Simplemente no hay la necesidad de tomarle foto a momentos como estos.
No a fotos en el baño:
No, no y no. Ni fotos en el espejo, ni en el sanitario, ni en un baño público. Simplemente, no es bien recibido y demuestra tu mal gusto.
No a las fotos de lo que estás viendo o escuchando:
No queremos ver fotos de pantallas de televisión y de laptops informándonos lo que estás viendo. Eso simplemente indicará que no tienes mejor plan que ver televisión. De pronto para algunos es importante compartir sus gustos en cine, música y televisión, pero hay otras formas más interesantes de hacerlo que tomarle una foto a una pantalla.  


Pero no todo es malo, también reseñamos los aciertos de los usuarios en Instagram, para animarte a usar esta red social con dos propósitos: aprender y socializar.

Los `SÍ´ en Instagram


Street Fashion:
Si eres de las que capturas fotos de gente bien vestida en la calle estás haciendo algo bien. No solo estás retratando la moda en la ciudad, sino que estás ofreciéndole una mirada diferente a aquellos que no viven acá y quieren saber las tendencias en vestuario.
Pinta del día:
Algunas aplicaciones complementarias a Instagram nos permiten hacer collages, con los que podemos tomar fotos de nuestro look del día, de los pies a la cabeza. Bajo el hashtag #LookoftheDay podrás compartir con miles de fashionistas en el mundo entero lo que estás vistiendo.
Paisajes:
Atardeceres, montañas, lagos, prados verdes, cielos despejados y el único y tan fotografiado mar, son esos lugares que merecen ser retratados en cualquier momento y a cualquier hora del día.
Colecciones:
Puede que en secreto colecciones estampillas, stickers o anillos, pero hacer pública tu colección de algún objeto puede ser una fotografía llamativa que a muchos les gustaría ver.
Denuncia:
Las fotos no son mera diversión y hobbie, también tienen una función informativa. Si vas por la calle y observas unas situación única e irrepetible, tu mejor aliado será tu teléfono móvil para destacar o denunciar el hecho que presenciaste.