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Quiero ser mamá soltera

Revista FUCSIA , 12/5/2016

Muchas mujeres ad portas de los 40 optando por tener hijos sin una pareja. Hoy cumplir su deseo es más fácil gracias a páginas web en las cuales pueden elegir donantes de esperma a la carta: un moreno de 1,90, de ojos azules y matemático puede estar al alcance de un clic.

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Para Paula Nieto tener un hijo sola, por su cuenta y con la ayuda de un donante no estaba en sus planes. “Al principio este nunca es el plan A, ni el B, ni siquiera el C o el D”. Tenía claro que quería ser mamá y su lógica siempre le había indicado que, a la manera tradicional, primero se enamoraría, formaría un hogar y les daría la bienvenida a los niños, sin mayores dificultades.

“Aunque mi mamá no me crió para buscar marido, yo estaba convencida de que iba a llegar más temprano que tarde. Soy una empresaria exitosa, a los 30 años tenía varios tipos detrás de mí y pensaba que simplemente iba a aparecer alguien que me gustara –confiesa sin falsa modestia–. Pero llegué a los 31, los 32, 33, 34 y eso no pasaba”. La alarma empezó a sonarle cuando se acercaba a los 35, cada vez que iba a chequeos, pues solía tener el mismo diálogo con los médicos:

—¿Hijos?

—No todavía.

—¿Pero definitivamente piensa tenerlos?

—Sí… en el futuro.

“Yo quería esperar mínimo cinco años. El reloj biológico no se me había cruzado por la mente. Cuando me explicaban que con la edad aumenta la probabilidad de tener una serie de complicaciones relacionadas con la fertilidad y la salud de los bebés, pensaba que eran exageraciones. Luego hice cálculos: ‘Si conozco a alguien mañana… salimos un año y medio…’ así que empecé a sentir que estaba un poco tarde y decidí dejar de meterme con esos churros que siempre me habían gustado.

Entonces me di cuenta de una dura realidad colombiana: Los hombres a los que nunca habría volteado a mirar porque no eran mi tipo, y a los que empecé a prestarles atención sólo por ser los típicos juiciosos, se daban el lujo de escoger y ser ‘perros’. Ya no se morían por estar conmigo. La del afán era yo, no ellos porque sentían que les quedaba una década entera para ponerse serios. Yo trabajo en mercados y me di cuenta de que estaba detrás de un producto con sobredemanda. Había mujeres menores y mayores que yo buscando lo mismo. Así supe que ese no era el camino”, bromea.

Como el “papá de sus sueños” nunca apareció, a los 37 años optó por tener el “bebé de sus sueños” sin la necesidad de uno: se llama Victoria, de cariño le dice Kiki, tiene nueve meses y la orgullosa mamá se ufana de que parece de catálogo. ¿Cómo lo logró? Escogiendo al “donante de sus sueños” en el sitio www.knowndonorregistry.com. Con esa franqueza incluso les contesta a las desprevenidas que se le acercan para halagar a la nena rubia de mamá morena. “Para mí, que había tenido novios de distintas razas y que suelo inclinarme por los oscuritos, fue muy impactante que en esta búsqueda los prefiriera blancos y de ojos azules, quizá porque en mi familia hay ese perfil y así me imaginaba un hijo mío”.

El donante perfecto

Paula hace parte de una tendencia mundial llamada “Choice Mom”, que se refiere a las mujeres que son mamás solteras por elección. Por eso, acaba de abrir una comunidad de apoyo en Facebook para que más colombianas “sepan que su única opción no es esperar al príncipe azul, que pueden hacer realidad sus deseos independientemente de tener o no marido”.

En Estados Unidos existen varias entidades con la misma finalidad. La sicoterapeuta Jane Mattes creó en los 80 Single Mothers by Choice, motivada por su propia experiencia, una rareza en aquella época en que tuvo a su hijo: “En la actualidad existen páginas que funcionan muy parecido a los servicios de citas online. Uno escoge las cualidades del donante, como que sea deportista, alto, que tenga el pelo castaño… y el banco de esperma arroja los resultados. Lo más común y menos riesgoso es llevar la muestra al médico para que el proceso sea más exitoso”.

Sin embargo, hay sitios que ofrecen técnicas “caseras”, cuyos donantes aseguran no verle problema a hacer un domicilio. En tales casos la clienta bien puede usar una jeringa para inseminarse esperma fresca, o acceder al método natural por excelencia: las relaciones sexuales.

“La gran demanda ha dado paso a nuevas opciones en la industria reproductiva. Cada vez es mayor el número de mujeres de edad avanzada que solicitan donantes de óvulos”, comentó a FUCSIA la periodista Mikki Morrissette, mamá soltera por elección dos veces y autora del libro Choosing Single Motherhood: The Thinking Woman’s Guide. “En cuanto a esperma, aunque la modalidad viene de tiempo atrás, ha crecido el interés por conocer la mayor cantidad de datos sobre el donante y por cuestiones de competencia al respecto las mujeres tienen todo tipo de posibilidades. Aun así hay bancos que todavía mantienen el anonimato a pesar de que en su mayoría limitan el contacto hasta que el niño tenga 18 años”.

Wendy Kramer dirige The Donor Sibling Registry, una organización que ha conectado aproximadamente 13.000 concebidos por estos métodos con sus medios hermanos en más de 40 países. “Es normal que sean curiosos respecto a su origen, como sucede con los adoptados, y no es justo negarles deliberadamente la oportunidad de conocer algún día a la persona con la que comparten el 50 % de su ADN. Puede que un donante se considere una mera pieza de material genético, pero para un niño es parte de su apariencia, sus talentos, sus características mentales”, opina.

Por lo alto

Por su parte, Paula confiesa que descartó pronto la idea de realizar su búsqueda en Colombia por aspectos tanto legales como de genes. “En este país el tema es complejo porque no se renuncia a la paternidad aunque se firmen papeles. Además, visité varias clínicas de inseminación y en todas asumían que era gay. Recuerdo en especial a una doctora que en su consultorio le tenía altar a la Virgen y me dijo que le tocaba hacer su trabajo estando en contra de que mujeres como yo tuviéramos hijos.

Por lo menos la visita me sirvió para enterarme de que los centros especializados usan el banco de donantes de Profamilia. Y seamos honestos, si uno va a arriesgarse a hacer esto, el perfil que se busca no es el de un personaje al que le paguen unos 150.000 pesos por su semen. Por eso llegué a la página del California Cryobank, el más reconocido y que exporta muestras de hombres que aparentemente son como Brad Pitt de Harvard, y tengo entendido que a punta de sus servicios se pagarían la carrera”.

Por obtener la información gastó 50 dólares. Según sus cuentas, cada muestra rondaba los 900 y debía sumar el envío desde el exterior, así como 1.500 dólares reembolsables por el alquiler del termo en el que se envasa el material. En promedio se hacen tres intentos para lograr embarazarce en un laboratorio podrían haberle costado tres millones y medio de pesos cada uno. “Aparte toca pagar si uno quiere ver fotos del donante cuando era bebé. Nunca se me olvidará el código de mi elegido: el 13111”. Tuvo que esperar varios meses debido a una amenaza de toxoplasmosis, una enfermedad que causa malformaciones en el feto. “Y cuando finalmente estaba lista, tarjeta de crédito en mano, para separar las muestras, ese donante ya no estaba disponible.

Llamé a California, me insistieron que tenían otros para escoger. Pero quien se mete en esto quiere lo mejor y fui intensa. Así terminé enterándome de que el 13111 padecía un desorden genético. Mi angustia aumentó porque comprendí que básicamente a los candidatos les hacen unos exámenes médicos y confían en los datos que ellos mismos dan”. De todas maneras la institución advierte que menos del 1 % de los aspirantes califica para unirse a su red.

Hay opciones

Para ese momento ya le parecía tarde congelar sus óvulos y había descartado otros recursos como proponerles a sus mejores amigos solteros que se le midieran al asunto: “Les decía que sería como si fuéramos unos divorciados que se llevan bien, que no tenían que darme un solo peso, pero les pareció una locura. También conocí el caso de una mujer que salió un tiempo con alguien y apenas quedó embarazada lo dejó sin contarle nada. Las cosas resultaron de acuerdo con sus planes hasta que el ex se la encontró en un supermercado con un niño idéntico a él.

Hizo cuentas, pidió pruebas de ADN, confirmó que era el papá y le hizo la vida imposible debido al engaño. Esto se estaba volviendo muy complicado para mí. Era demasiada presión, me sentía como haciendo fila para pagar por un producto carísimo que nunca había querido. Y en medio de todo me preguntaba qué pasaría si por el camino conociera a alguien con quien empezar una relación seria”.

En esas estaba cuando descubrió que en Estados Unidos existen varios sitios web con hombres que ofrecen sus servicios de manera gratuita y es posible conocerlos en persona. “Algunos quieren ser papás y tampoco tienen con quién, otros se prestan únicamente para dar su esperma, pues desean ayudar. Elegí la segunda opción. En todo hay riesgos. Al menos uno puede hacerse una idea del tipo de persona que es después de mantener contacto por algún tiempo”. Paula prefiere no dar detalles de su donante, excepto que no es colombiano y que sólo le pidió análisis de VIH y hepatitis.

“Hago pública mi historia porque en la lucha feminista nuestras antecesoras se sacrificaron para que nosotras pudiéramos disfrutar de los derechos que gozamos. Me da tristeza encontrarme con las que ya tienen 50 o 60 que me dicen que a ellas les habría encantado atreverse a hacer lo mismo que yo… por miedo renunciaron a su anhelo. El mío es un testimonio real de las nuevas formas de construir familia. Si bien tengo el apoyo de mi mamá, estoy disfrutando ser independiente en la crianza de mi hija: no tengo una pareja que me pelee por las decisiones que tomo, ni una suegra opinando. Ya me acerco a los 40 y el próximo año planeo darle a Kiki un hermanito, sólo que ahora esta modalidad es mi plan A”.

Como sicóloga, Mattes es enfática en que elegir ser una mamá soltera no significa hacerlo todo en solitario. “Por la salud emocional del niño uno debe asegurarse de que tenga distintos modelos y esté rodeado de hombres y mujeres que lo amen, además de la figura materna”. Agrega que explicarle cómo llegó al mundo “puede ser algo complejo, pues se trata de una historia que tiene conceptos sofisticados. En nuestra versión el padre no murió, ni desapareció. Sólo hay una mujer que deseaba con todo su corazón convertirse en madre”.

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