Tener hijos te vuelve más inteligente

Comparadas con las mujeres sin hijos, las nuevas mamás tuvieron puntajes mayores en las pruebas de memoria visoespacial, es decir en su habilidad de percibir y recordar información sobre el ambiente que las rodea. Así lo afirma un estudio presentado en la Asociación Americana de Psicología.

Este interesante hallazgo refuta la creencia de que las mujeres desarrollan lo que algunos llaman “cerebro de bebé”, es decir una disminución de la memoria y la cognición luego de tener hijos, le dijo a la revista Livescience la investigadora del estudio Melissa Santiago, estudiante de doctorado de la Universidad Carlos Albizu en EE. UU.

Los estudios anteriores sobre este tema han tenido resultados contradictorios: que la maternidad le “hace daño” a la cognición, mientras otros en ratones con crías demostraron que tenían una memoria superior que aquellos sin descendencia.

Santiago analizó la información de 35 madres primerizas con hijos de 10 a 24 meses de edad, y otras 35 mujeres que nunca habían estado en embarazo. La mayoría eran latinas y ambos grupos tuvieron puntajes similares en las pruebas de inteligencia.

Sin embargo, cuando se les pidió a las madres que recordaran algunos dibujos, estas retuvieron más información y los volvían a dibujar sin cometer errores a diferencia de las participantes sin hijos.

El cerebro de ser madre

Durante el embarazo suceden muchos cambios en el cuerpo, por ejemplo, el cerebro reduce su tamaño en un cuatro a seis por ciento y regresa a su volumen normal seis meses después del parto. En este periodo, el cerebro puede “re-mapearse” explicando los cambios de memoria observados en el estudio, señaló Santiago.

La investigadora también comenta que, desde el punto de vista de la evolución, la memoria visoespacial de las nuevas madres les ayuda a percibir peligros en el ambiente que pudieran afectar a sus hijos.

El estudio fue pequeño y esta conclusión debe confirmarse con grupos de personas más diversas étnicamente, comentó la especialista, sin embargo, estos hallazgos evidencian la necesidad de indagar sobre los cambios que sufre el cerebro con la maternidad.