5 consejos para discutir 'bien' con tu pareja

Fucsia.co, 23/4/2014

Parte del éxito de una relación radica en enfrentar las discusiones de tal forma que estas resulten constructivas. Existen cinco pautas para que discutir alcance su objetivo: hacer más fuerte a la pareja y no al revés.

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Teniendo en mente que las discusiones son una parte fundamental de las relaciones personales y, especialmente, de las amorosas, resulta imprescindible discernir entre pelear y discutir, como indica Stephanie Sarkis, licenciada en salud mental.

Pelear encierra unas cualidades implícitas muy particulares:

* Se tiende a elevar tono normal de la voz
* Se recurre al pasado como foco argumental
* Se emplean apelativos despectivos para describir las situaciones que han llevado a la pareja a ese punto, por un lado, o a la persona que se tiene delante, por otro.
* Se centra la conversación en el problema.

En el caso de las discusiones, las características son las siguientes:

*El tono de voz se mantiene calmado
*Existe un respeto mutuo por el parecer del otro
*No se meten en la conversación más temas que el que se debe debatir
*Se centra el coloquio en encontrar una solución. 

En el libro La última oportunidad de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, el escritor mexicano brinda cinco consejos básicos para ayudar a las parejas cuando están inmersos en una discusión:

1. Si el problema está entre tú y yo, lo arreglamos tú y yo. Queda prohibido hacer partícipes a otros, hacer de la opinión de otros un argumento o discutir en presencia de otros. 

2. El cariño y la lealtad son conceptos no negociables. Por lo tanto, queda prohibido cualquier tipo de ataque, ya sea verbal o físico o proferir amenazas terminales, del tipo: “Esta es la última oportunidad…” o “Cómo no me hagas caso, me marcho”.

3. Queda prohibido tener actitudes extremas. Si la persona pierde el control deberá alejarse de la situación hasta volver a encontrar la tranquilidad necesaria para seguir discutiendo, pero nunca podrá llevar a cabo actos que la hagan poco confiable para siempre. 

4. Discutir una sola cosa a la vez. En caso contrario, el asunto inicial se deforma y el pleito no tendrá solución, que es el objetivo real de discutir. 

5. Prohibido quedarse con cuentas pendientes. Si algo no es lo suficientemente grave para discutirse en el momento, hay que dejarlo pasar. De nada sirve superar las adversidades si en la siguiente discusión se van a volver a sacar los problemas pasado.