Desgano sexual

Cuando ya no hay ganas: 6 razones de la sequía sexual (en ellos y ellas)

RevistaFucsia.com, 12/2/2012

Una vida de pareja feliz no siempre lleva sexo salvaje de por medio. Hay épocas en las que ellos también quieren sentarse a ver tv toda la noche mientras tu duermes plácidamente. ¿El punto en común? No hay ganas. Días, semanas y hasta meses en que la cama solo sirve para dormir. ¿Es normal? Más de lo que te imaginas.

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La época de sexo caliente día y noche ha desaparecido. Parece que fue ayer cuando no podías quitarle las manos de encima a tu novio y viceversa. Por más que lo intentes, nada se despierta “allá abajo” ni en tu cerebro, y comienzas a temer que una dolencia orgánica sea la raíz del problema. Pero cuando también le pasa a él, no sabes si sentir alivio o miedo: la dupla cero deseo está en plena crisis.

Muchas son las causas, mitos y rumores acerca de la inapetencia sexual, pero más que nada, son las actividades de nuestra vida diaria las que dan origen al problema. Conócelos e identifica cuál es el siguiente paso.

Eso que está fallando
1.    Aquellos productos que prometen “ponerte a volar” solo sirven como estimulantes, no como remedios efectivos para cuando se te ocurra. Los aceites, viagras femeninos, juguetes sexuales y hasta infusiones naturales son eficaces solo cuando necesitas avivar la chispa o experimentar, pero si no hay ganas, nada podrá sacarte de tu estado.

2.    Cansancio y fatiga: Las actividades diarias y una constante carga de trabajo (ya sea en la universidad, la oficina o la propia casa) se irá acumulando poco a poco hasta que tu organismo tenga las defensas y las energías bajas. Aquello de que muchas se quedan dormidas en plena previa es totalmente posible y válido: tu mente y cuerpo no están preparados para sentir placer debido al agotamiento extremo. El cansancio incluso puede ser señal de afecciones graves como anemia, diabetes, hepatitis, alteraciones hormonales o niveles extremos de estrés.

3.    ¿Qué hay de nuevo, viejo?: Si te preguntas por qué el inicio de una relación es tan excitante, la respuestas está en la química. El enamoramiento y un contacto novedoso permite la liberación de dopamina extra, aquella sustancia cerebral sirven como “combustible” para la producción de libido, según Laura Berman, experta en salud sexual. Si la novedad es menor (el mismo rostro, las mismas actividades, las llamadas a la misma hora y lo mismo de lo mismo), también la cantidad de dopatina. El remedio: tómense por sorpresa, innoven en su rutina de pareja y agréguenle un poco de misterio y aventura al asunto. Una escapada juntos, un fin de semana de viaje, un plan sorpresa, un vestido sexy sin previo aviso, etc. El deseo llegará poco a poco solo si le dan paso a la creatividad.

4.    El sexo con otros ojos: La baja autoestima (que también afecta a los hombres) es un inhibidor de un buen sexo, libre, sin presiones y sumamente apasionado. Si eres de las que prefiere la luz apagada siempre, las mismas posiciones y aún te sonrojas cuando él te habla sucio (y por supuesto, tú nunca te atreves a hacerlo), poco a poco tus actitudes negativas hacia la sexualidad eliminarán tus ganas por completo. Más que un goce, el sexo se convierte en una tortura de la que quieres salir lo más rápido posible. Experiencias sexuales traumáticas, poco amor por tu cuerpo, depresión, no sentirte segura de tu relación o el poco gusto por tu pareja, son detonantes que o bien debes charlar con tu novio u optar por hacer una terapia de “yo con yo” y darte a la aventura de conoce,  sin vergüenzas, tu cuerpo.

5.  
 Problemas personales: Depresiones, conflictos familiares, deudas, angustias y ansiedad también bajan los niveles de la libido de cualquiera. Para ellas, una afectación emocional contundente son los problemas sentimentales con sus amigos o familia, mientras que para los hombres los golpes a su ego y dificultades monetarias quitan por completo cualquier deseo de tirarte apasionadamente a la cama.

6.    Visita de la cigüeña: Que ni se atreva a presionarte si llevas su hijo a cuestas. Es normal que las mujeres embarazadas (después del 5 mes) piensen en cualquier cosa menos en sexo. Tener un bebé a bordo no es nada fácil si de hacer maromas kamasutra se trata. Otros cambios hormonales y anatómicos hacen que el desgano sexual sea normal sin que se convierta por completo en inapetencia. Y si a eso se le suma el hecho de que muchas parejas creen que con la penetración se le hace daño al bebé, lo que existe es poco conocimiento sobre el tema y temores. Cuando el niño llega al hogar, la cosa sigue cambiando por años. Con infantes revoloteando, no hay mucho tiempo ni espacio para jugar al doctor y la enfermera. Programa tu hora triple X para adultos, ya sea hablando con más amigos sobre el tema o aprovechando la fiesta infantil de la vecina o los primitos para que tú y tu esposo se pongan “juguetones” en la habitación.