¿Es posible amar a alguien para siempre?
Fucsia.co, 6/4/2014
Se dice que el amor verdadero es aquel que dura para toda la vida, pero ¿qué factores influyen en la prolongación de una relación de pareja? Un estudio científico devela los aspectos que se encuentran detrás de este proceso.
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En su libro Psicología de las masas y análisis del yo, el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, asoció la pasión de las relaciones de pareja con una sobreidealización del otro. A lo anterior, agregó el psiquiatra, Hagop Akiska, que “estar enamorado más de seis meses puede ser patológico”; incluso lo asoció con un trastorno obsesivo-compulsivo.
Ante esto, la neurocientífica Lucy L. Brown, del Albert Einstein College of Medicine y la antropóloga especializada en amor y atracción, Helen Fisher, decidieron realizar un estudio para desmentir las hipótesis sobre la duración de una relación afectiva.
El documento, titulado Correlaciones neurales del amor romántico intenso de larga duración, concluyó que el proceso de enamoramiento, así como las etapas posteriores a la relación afectiva son un asunto del sistema nervioso; es decir, es este el encargado de hacer que el amor dure o por el contrario, se esfume.
Para esto las autoras contaron con la ayuda de diecisiete personas casadas - diez hombres y siete mujeres-, quienes llevaban entre 10 y 29 años de matrimonio, y se les sometió a una resonancia magnética mientras se les mostraba fotografías de sus respectivas parejas, además de amigos cercanos y familiares.
Los resultados de los exámenes demostraron que, ante la imagen de sus parejas, el cerebro de los voluntarios activaba un área encargada de la dopamina, el neurotransmisor regulador de la motivación y la recompensa. Además, aseguraron, al observar las fotos, sentirse tan enamorados como en el primer día. “Los resultados sugieren que el sistema de recompensa que se activa en determinadas parejas duraderas se puede prolongar en el tiempo, como ocurre con un nuevo amor, pero también está relacionado con los sistemas implicados en el apego y el emparejamiento”, aseguraron las autoras del estudio.
De hecho, el terapeuta de pareja, Walter Riso, afirma, con respecto a su libro Enamorados o esclavizados: un manifiesto de liberación afectiva, que "jurar amor eterno es una locura". "¿Cómo voy a jurar sobre una emoción? La otra persona puede volverse explotadora, enamorarse de otro, cambiar de sexo... Uno solo puede comprometerse a las cosas que dependen de uno mismo, como ser sincero o respetar al otro", agrega.
En ese orden de ideas, sería el sistema nervioso el encargado de controlar la duración del amor, plazo en el que, también, interactúan otros aspectos como el apego emocional (lee: 'Consejos para controlar el apego', por Walter Riso') y la unión que establezcan los dos miembros de la pareja, lo que influye en el ‘querer’ y en que el gusto se mantenga, como en el primer día.
Ante esto, la neurocientífica Lucy L. Brown, del Albert Einstein College of Medicine y la antropóloga especializada en amor y atracción, Helen Fisher, decidieron realizar un estudio para desmentir las hipótesis sobre la duración de una relación afectiva.
El documento, titulado Correlaciones neurales del amor romántico intenso de larga duración, concluyó que el proceso de enamoramiento, así como las etapas posteriores a la relación afectiva son un asunto del sistema nervioso; es decir, es este el encargado de hacer que el amor dure o por el contrario, se esfume.
Para esto las autoras contaron con la ayuda de diecisiete personas casadas - diez hombres y siete mujeres-, quienes llevaban entre 10 y 29 años de matrimonio, y se les sometió a una resonancia magnética mientras se les mostraba fotografías de sus respectivas parejas, además de amigos cercanos y familiares.
Los resultados de los exámenes demostraron que, ante la imagen de sus parejas, el cerebro de los voluntarios activaba un área encargada de la dopamina, el neurotransmisor regulador de la motivación y la recompensa. Además, aseguraron, al observar las fotos, sentirse tan enamorados como en el primer día. “Los resultados sugieren que el sistema de recompensa que se activa en determinadas parejas duraderas se puede prolongar en el tiempo, como ocurre con un nuevo amor, pero también está relacionado con los sistemas implicados en el apego y el emparejamiento”, aseguraron las autoras del estudio.
De hecho, el terapeuta de pareja, Walter Riso, afirma, con respecto a su libro Enamorados o esclavizados: un manifiesto de liberación afectiva, que "jurar amor eterno es una locura". "¿Cómo voy a jurar sobre una emoción? La otra persona puede volverse explotadora, enamorarse de otro, cambiar de sexo... Uno solo puede comprometerse a las cosas que dependen de uno mismo, como ser sincero o respetar al otro", agrega.
En ese orden de ideas, sería el sistema nervioso el encargado de controlar la duración del amor, plazo en el que, también, interactúan otros aspectos como el apego emocional (lee: 'Consejos para controlar el apego', por Walter Riso') y la unión que establezcan los dos miembros de la pareja, lo que influye en el ‘querer’ y en que el gusto se mantenga, como en el primer día.
