Sexo

Errores de los hombres en la cama

, 10/8/2013

Aunque a las mujeres les molestan algunos comportamientos masculinos en materia de sexo, no todas los detectan a tiempo o se atreven a decirlos sin pelos en la lengua. Acá los más comunes para que puedas identificarlos y remediarlos.

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En el terreno sexual, la mente de las mujeres se parece mucho al dicho popular “ni mucho que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre”. Ellas quieren un hombre apasionado, pero no un salvaje desenfrenado que de miedo. Aplauden el erotismo mezclado con ternura, pero aborrecen el comportamiento infantil y torpe. Quieren equilibrio, no extremos aburridos o abrumadores.

Con la ayuda de la columnista Ester Balac y de su libro El Club del Buen Sexo, compartimos una lista de aquellos comportamientos puntuales de los hombres que hacen que el género femenino anhele la existencia de la tele trasportación para huir de los malos polvos.

1.      Bruscos, NO. 

Recuerden que podemos ser salvajes y apasionadas, pero nunca seremos un robot de juguete que puede caer mil veces al piso y seguir intacto. Ester les dice: “Si por fin encuentran nuestras zonas erógenas, no las traten como tuercas de carro. Las prácticas de mecánica nos espantan”.

2.      Torpeza, dejen así.

Conozcan sus limitaciones para que no pasen por ignorantes o torpes, si no saben hacer algo, no lo hagan. Es mejor que den de lo que saben dar y no que por ponerse de creativos todo termine mal. Ester les dice: “si no saben abrir un broche no lo intenten. No tenemos que arruinar el guardarropa por estar con ustedes. El molesto “yo lo pago” es patético”.

3.      Frenen, pero no en seco.

No todos tienen la resistencia del toro mecánico y las mujeres lo saben. Está bien que se regulen para no generar decepciones, pero parar de un momento a otro puede hacer que el deseo se refunda y no regrese. Ester les dice: “Si les decimos que no paren, no lo hagan. Tienen que saber que re empezar después de un freno puede matar un buen impulso”

4.      A la fuerza, nada.

Si les dijeron que no, vivan con ello y no insistan. Obligar a una mujer, aunque sea indirectamente, es un mata pasiones efectivo. Ester les dice: “Escuchen, si no nos gusta el sexo oral, es porque no nos gusta. No lo tomen como algo personal. Tampoco nos estrujen la cabeza como para decapitarnos. ¡Auxilio!”

5.      Interrogatorio, nunca

Si la mujer decidió tener un nuevo amante seguramente quiere un cambio, un aire nuevo y preguntarle por sus amantes del pasado o por el ex puede derrumbar su plan de renovar. Ester les dice: “No sean bobos, si nos preguntan por el último amante, nunca diremos la verdad. Siempre ustedes serán los mejores en nuestra historia. ¿Aceptarían otra respuesta? Ahórrense las preguntas.