Eyaculación femenina: mitos y creencias

Luisa Torres Tobar-sexóloga, 30/1/2014

Abandonar las falsas ideas y contectarte con tu 'diosa' interior, permitirá que experimentes la sensación de eyaculación, que se puede dar en momentos álgidos de excitación.

Hoy día, hay quienes siguen preguntándose si la eyaculación femenina existe o no, si es un mito o una realidad. A pesar de las  experiencias, pocas investigaciones y textos antiguos existen sobre el tema. El desconocimiento ha llegado a tal punto que ha habido casos de mujeres que son intervenidas quirúrgicamente pensando que tienen perdidas de orina durante la excitación y el orgasmo. Esta situación se vive por la falta de conocimiento que tenemos sobre sexualidad y  placer.

La sexóloga española  Mónica Quesada, en su articulo “La eyaculación femenina” publicada en la revista Pikara, (Madrid –España) comenta que al indagar sobre el tema, las investigaciones y escritos que se encuentran acerca de la eyaculación femenina  son confusos y demuestran la despreocupación con respecto a la sexualidad y, en concreto, a la de la mujer. Explica que las personas hablan mucho sobre este tema pero se sabe e investiga poco, y una de las razones es porque estos descubrimientos tratan sobre sexualidad y el placer y no únicamente sobre la reproducción. Los hechos lo demuestran, como mencioné anteriormente en el caso de las mujeres que fueron intervenidas quirúrgicamente.

¿Qué es la eyaculación femenina?

La eyaculación femenina es la expulsión de fluido que experimentan algunas mujeres durante el orgasmo, a través de la uretra.  Las responsables de la eyaculación femenina son las glándulas de Skene que se encuentran en la pared anterior de la vagina, alrededor del orificio de la uretra, cerca de donde se sitúa el punto G. Estas varían de tamaño dependiendo de la mujer.

Según las pocas investigaciones que existen sobre el tema, el 80% de las mujeres posee estas glándulas. Se cree que la razón por la que unas mujeres las tienen y otras no, es debido a que es una zona residual  que se desarrolla o no durante el crecimiento del feto. Su función aparentemente es indefinida. Lo que si sabemos es que estas glándulas secretan líquido prostático mediante las contracciones del orgasmo. El líquido es de un color blanco claro o transparente y es expulsado en gotas o chorros. Por esta razón, muchas mujeres  se confunden y  piensan que tienen fugas de orina al llegar al orgasmo, inhibiendo un proceso natural del cuerpo.

Por otra parte, la eyaculación femenina se asocia con la estimulación del punto G, pero esto no es necesariamente así. Puede producirse estimulando el clítoris o cualquier lugar del cuerpo que pueda desencadenar un orgasmo. Puede resultar mas fácil llegar a eyacular estimulando el punto G, ya que este se sitúa por la  zona donde se encuentran las glándulas de Skene.

También se asocia el orgasmo con la eyaculación, pero no es esencialmente así. Se puede producir por varias razones, como al presionar la musculatura pélvica, en el momento del parto o cuando las glándulas de Skene están cargadas por medio de la excitación. Puede ocurrir el caso de que ya lo hayas experimentado, pero no lo has hecho consciente. Muchas mujeres sin saberlo bloquean este proceso porque piensan que se pueden orinar y es que la sensación que precede la eyaculación es la misma sensación de expulsión por medio de la uretra.

Así pues, la eyaculación femenina sí existe y la mayoría de mujeres pueden disfrutarla,  hace falta abrir la mente, dejar falsas creencias atrás  y conectarse  con su diosa interior.