Sexo

Sexualidad para la Nueva Era: Predicciones Mayas

Luisa Torres Tobar, 21/1/2013

Millones de personas estuvieron atentas a la fecha del 21 de Diciembre 2012. Unos preocupados pensando que sería el fin del mundo; otros meditando, celebrando y haciendo conciencia de esta nueva era en la que entramos. Es hora de ser conscientes de estos nuevos cambios a nivel espiritual, emocional, mental y sexual.

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En lo visible, probablemente no ocurrió nada catastrófico; pero en lo invisible, en lo intangible, con seguridad ocurrió algo maravilloso: millones de seres humanos entrelazaron sus corazones y sus mentes para pensar, sentir, agradecer y honrar a la tierra; a la Madre Tierra, nuestro hogar.

Para tranquilidad de todos, los Mayas nunca pronosticaron el fin del mundo. Lo que hicieron, fueron cálculos astronómicos asombrosos porque tenían una especial manera de contemplar el universo y sus fenómenos, incluidos los ciclos del tiempo y de la evolución de los seres en la tierra. A esto se le llama la cosmovisión Maya.

Procurando interpretar lo que han dicho los ancianos del Consejo Maya y estudiosos de su sabiduría, la humanidad entró en un nuevo ciclo: un gran amanecer marcado por la energía de esa grieta o luz divina que es espiritualidad y también conciencia.
Vivimos en una sociedad en donde la lucha por la adaptación y por la supervivencia hace que nos alejemos cada vez más de lo que realmente sentimos. Estos mensajes son un llamado a la humanidad para que se enfoque en cultivar su interior y pueda crecer en conciencia, armonía y amor.  
Es tiempo de dejar de pensar en lo ajeno al ser, para conectarnos con nuestra alma y con nuestra esencia.
 

Un primer paso para acercarnos es observando como experimentamos nuestra sexualidad. Como ya bien sabemos,  la sexualidad es una dimension del ser humano que lo acompana y evoluciona  desde el nacimiento hasta la muerte, y abarca  al ser humano en todas las dimensiones. Desde la forma de sentir, pensar, comunicarse, vivir,  relacionarse con las demas personas,  hasta su forma mas elevada,  la espiritualidad.
     
En esta nueva era  la sexualidad debe ser vivida desde el amor, la comprensión, la conexión, la intimidad, el disfrute y el goce  de la pareja.  Actualmente personas y parejas viven la sexualidad con temor, ansiedad, deber, poder, competencia o  castigo.  Muchas personas llegan a la casa después de un largo día y ven sexo como una herramienta para “descargar”.    

El sexo por el contrario, es una energía genuina que fluye dentro de nosotros.
Tenemos que permitir que se eleve para convertirla en amor. Cuando el sexo es vivido con una intención positiva de amor, de conexión,  de exploración, de unidad divina, se eleva y se transforma en amor. Pensar en el sentido que queremos darle a nuestra sexualidad, es el primer cambio importante que debemos hacer  en estos tiempos para vivir y gozar  plenamente de ella.

Lo anterior  es una invitación a vivir la sexualidad en esta nueva era desde el sentir, sin ningún temor hacia los demás ni hacia nosotros mismos, para evitar cargarnos de inseguridades, egoísmos y miedos. Es una invitación a honrarnos a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, a la energía sagrada que vive en nosotros  y  a la sexualidad como fuente de amor que somos para afianzar el culto a la unión  de los cuerpos y  de las almas que nos conectan con la esencia de lo que somos.