Las zonas erógenas más sensibles de la mujer
Fucsia.co, 19/5/2014
Un nuevo estudio realizado revela cuáles son las partes del cuerpo femenino más sensibles a diferentes tipos de estimulación, desde las caricias a la vibración. Descubre cuáles son para conseguir en la mayor placer en las relaciones.
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Las relaciones sexuales placenteras pasan por saber cuáles son los gustos de la pareja en la cama. Muchos amantes se jactan de conocer a la perfección qué es lo que le gusta a su compañero de juegos, pero, ¿hasta qué punto se sabe realmente qué zonas son las más satisfactorias para recibir placer?
En el caso de las mujeres, un nuevo estudio realizado por investigadores del departamento de Sexología de la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y publicado en el Journal of Sexual Medicine, revela que no todas las zonas erógenas del cuerpo femenino responden del mismo modo al contacto y a los estímulos externos. Ser conscientes de esta realidad es el punto de partida para mejorar el desempeño en el apartado sexual, y obtener mayor placer, bien sea a través de las relaciones sexuales con otra persona o por medio de la masturbación.
La investigación se centró en analizar la sensibilidad de las zonas erógenas del cuerpo femenino. Para ello, se seleccionó a un grupo de 30 mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, a las que aplicaron diferentes tipos de estímulos (caricias, presión y vibración) de un segundo y medio de duración cada uno, en determinadas zonas de su anatomía: las zonas del perineo (formadas por el clítoris, labios menores, vagina y ano), los pezones, la areola, los pechos, el cuello, el antebrazo y el abdomen.
Los resultados dejaron patente que las áreas más sensibles ante las caricias son el cuello, el antebrazo y el contorno de la vagina; la que menos, la areola. En cuanto a la presión, el clítoris y los pezones son las zonas que presentaron mayor estímulo. Lo mismo ocurre con la vibración y estas partes del cuerpo: son las más sensibles, mientras que el abdomen y la parte lateral de los senos responden menos a este tipo de contacto.
Recientemente, otro estudio, realizado esta vez por investigadores del Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Bangor en Reino Unido y publicado en la revista Cortex estableció un ranking de las zonas erógenas femeninas y masculinas más sensibles, otorgándoles una puntuación de cero a diez.
En el caso de las mujeres, en lo alto de la lista se encuentra el clítoris (con un 9,1), la vagina (8,4), los labios (7,9), el cuello (7,5), los pechos (7,3), los pezones (7,3), la parte interna de los muslos (6,7), la nuca (6,2), las orejas (5) y, finalmente, la cola (4,7).
El ranking de los hombres lo lidera el pene con una puntuación de nueve sobre diez. A este le siguen los labios (7), los testículos (6,5), la parte interna de los muslos (5,8), el cuello (5,6), los pezones (4,8), el perineo (4,8), la nuca (4,5) y las orejas (4,3) en último lugar.
En el caso de las mujeres, un nuevo estudio realizado por investigadores del departamento de Sexología de la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y publicado en el Journal of Sexual Medicine, revela que no todas las zonas erógenas del cuerpo femenino responden del mismo modo al contacto y a los estímulos externos. Ser conscientes de esta realidad es el punto de partida para mejorar el desempeño en el apartado sexual, y obtener mayor placer, bien sea a través de las relaciones sexuales con otra persona o por medio de la masturbación.
La investigación se centró en analizar la sensibilidad de las zonas erógenas del cuerpo femenino. Para ello, se seleccionó a un grupo de 30 mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y los 35 años, a las que aplicaron diferentes tipos de estímulos (caricias, presión y vibración) de un segundo y medio de duración cada uno, en determinadas zonas de su anatomía: las zonas del perineo (formadas por el clítoris, labios menores, vagina y ano), los pezones, la areola, los pechos, el cuello, el antebrazo y el abdomen.
Los resultados dejaron patente que las áreas más sensibles ante las caricias son el cuello, el antebrazo y el contorno de la vagina; la que menos, la areola. En cuanto a la presión, el clítoris y los pezones son las zonas que presentaron mayor estímulo. Lo mismo ocurre con la vibración y estas partes del cuerpo: son las más sensibles, mientras que el abdomen y la parte lateral de los senos responden menos a este tipo de contacto.
Recientemente, otro estudio, realizado esta vez por investigadores del Centro de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Bangor en Reino Unido y publicado en la revista Cortex estableció un ranking de las zonas erógenas femeninas y masculinas más sensibles, otorgándoles una puntuación de cero a diez.
En el caso de las mujeres, en lo alto de la lista se encuentra el clítoris (con un 9,1), la vagina (8,4), los labios (7,9), el cuello (7,5), los pechos (7,3), los pezones (7,3), la parte interna de los muslos (6,7), la nuca (6,2), las orejas (5) y, finalmente, la cola (4,7).
El ranking de los hombres lo lidera el pene con una puntuación de nueve sobre diez. A este le siguen los labios (7), los testículos (6,5), la parte interna de los muslos (5,8), el cuello (5,6), los pezones (4,8), el perineo (4,8), la nuca (4,5) y las orejas (4,3) en último lugar.
