nutrición

Pan blanco o integral ¿Cuál escogerías?

, 2/12/2009

Dile adiós al sacrificio pues a pesar de la creencia popular, el pan también debe estar incluido dentro de una dieta. Aprende cuánto y de cuál consumir.

El pan ‘común’ está hecho de harina, agua y sal - Foto:

La obesidad, las enfermedades cardiovasculares y las relacionadas con los altos niveles de colesterol ‘malo’, son asociadas al consumo de pan. Sin embargo, los nutricionistas reconocen que comer este alimento no es necesariamente el causante de estos padecimientos que claramente sí son el resultado de la ingesta excesiva de azúcares y grasas saturadas de origen animal.

Lo importante es aprender a comerlo con moderación y elegir el que más beneficios traiga para el organismo. Para saber cuál es el mejor teniendo en cuenta la variada oferta que se encuentra en el mercado, la recomendación es dejarse tentar por uno integral que contenga altos niveles de vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y fibra.

¿Cómo reconocerlo?
El pan ‘común’ está hecho de harina, agua y sal. Algunos además, incluyen salvado o fragmentos de otros granos que si bien los hacen más nutritivos que el blanco, no llegan a ser tan benéficos como los de origen integral.

El verdadero pan integral es el que está elaborado con el grano que conserva la cubierta, es decir el que no ha sido sometido a los procesos de refinamiento y en consecuencia conserva la parte más nutritiva. Es fácil reconocerlo porque tiene características muy específicas:

* El olor: es fuerte y con un ligero aroma ácido pero agradable al olfato. 
La masa o miga: es de color café o un poco menos oscura y uniforme.
La corteza: es estructurada y de buen grosor. Estas características son precisamente las que protegen la masa interior y permiten la conservación del alimento por más tiempo comparado con el de los panes comunes.
* Los fragmentos de salvado o de otras semillas como la linaza se ven a simple vista pero su textura y tamaño son desiguales. Cuando son trozos muy parejos es porque éstos han sido añadidos industrialmente y pueden ser panes semi integrales, es decir hechos a partir de harinas blancas.

La fibra
Es falso que una tajada de pan blanco común pueda ser reemplazada por dos o tres de integral y menos aún que por ser de granos ‘vírgenes’ no aporten calorías. Lo que ocurre es que los nutricionistas recomiendan reemplazar el pan blanco por pan integral porque la fibra de éste último permite que el organismo lo procese con mayor facilidad y además contribuye al proceso de digestión.

Por otro lado, para las personas diabéticas, la fibra ayuda a regular los niveles de azúcar retardando progresivamente el paso de la glucosa a la sangre.En cuanto a los regímenes de adelgazamiento, lo que logra la fibra es producir mayor sensación de saciedad porque captura el agua del estómago y lo tiende a ‘hinchar’. Esto contribuye a que la persona sienta menos hambre y en consecuencia coma menos cantidad de otros alimentos.

Por último y para quienes padecen estreñimiento o desórdenes estomacales, la fibra del pan integral acelera considerablemente el ritmo intestinal y ayuda a curar estas dolencias. 
Ya los sabes, no es necesario erradicar de tu vida el pan, lo que debes es aprender a escoger el que más te convenga. Recuerda que en las tiendas especializadas puedes encontrar diferentes y deliciosas variedades como el pan de frutos secos, de siete granos, de ciruela, de piña, de salvado, de aceitunas etc.