Sexo

Aprende a concentrarte en el acto, para que no se caiga la pasión

, 10/11/2011

Pensando en los problemas del día, lo que tienes que hacer, los asuntos pendientes, etc., no es de extrañarse que la pasión se esfume tras el timbre del celular o ante la más mínima distracción durante las relaciones sexuales. Si este es tu caso, aprende a focalizar tus pensamientos solamente en tí y en tu pareja.

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De acuerdo con la doctora Ofelia Salgueiro, psicóloga especializada en sexología del Instituto de Psicología Argentino (INEPA), estas son algunas estrategias que te pueden servir para que no se te escape el momento de la pasión y termines teniendo una vida sexual insulsa.

La concentración mental está definida como un “proceso psíquico que consiste en centrar voluntariamente toda la atención de la mente sobre un objetivo, objeto o actividad que se esté realizando o pensando en realizar en ese momento, dejando de lado toda la serie de hechos u otros objetos que puedan ser capaces de interferir en su consecuencia o en su atención”.

La concentración es entonces imprescindible para llevar a cabo cualquier actividad de manera exitosa. Valga aclarar también que la actitud que más afecta la capacidad de atención es la desmotivación. Siendo esto así, para ganar concentración bajo las sábanas, todo lo que tienes que hacer es prestar cuidadosa atención a los signos sexuales, para que dejen de ser algo corriente y pasen inadvertidos y se conviertan en tu principal fuente de excitación.

De acuerdo con la psicóloga Ofelia Salgueiro, estas son las pautas que te ayudarán a tener una mejor y más concentrada vida sexual.
•    Disfrutar el paso a paso: “cada movimiento, mirada y sonido son importantes durante la relación sexual, cuanta más atención prestes al “paso a paso”, más se irán atenuando las molestias del afuera”.

¿Recuerdas cuando estabas iniciando tu vida sexual?, todo era nuevo, todo era significativo, bastaba con una mirada o un beso en el cuello para que te entregaras por completo a las mieles del placer; ahora con dificultad te das cuenta de que te han quitado la ropa.

Para evitar esta sensación, cuando estén empezando la acción, trata de pensar en la idea de que él está poniendo sus labios en tu cuello, que te está besando, que ahora te está apretando la cintura, etc. El truco de la concentración está en ponerse sensitivo; si las hordas de pensamientos sobre cosas externas no te lo permiten, trata de focalizar tu concentración en cada paso de lo que están haciendo tu pareja y tú, así poco a poco le irás ganando la batalla a las preocupaciones diarias.

•    Conectarse “piel a piel”:
“focalizar la atención en el sentido del tacto ayudará a incrementar la concentración y a desconectar por un rato la mente, perdiendo poco a poco la noción de nuestro entorno”.

Si te cuesta dificultad concentrarte y experimentar placer cuando ambas pieles desnudas se tocan, inicia por tratar de sentir la temperatura del otro, qué tan calientes están sus manos, su cara, su pecho y todo lo demás. Puedes utilizar tus manos, por supuesto, pero tienes aproximadamente 2 m² de tejido epitelial para tocarlo a él. No es lo mismo tocar con la yema de los dedos que con un pezón, no es lo mismo el dorso de la mano que el costado del tronco, no es lo mismo el muslo que los labios. Experimenta. Descubrir cosas te brindará la concentración que necesitas para tener un excelente encuentro sexual y además a él lo va a poner a mil por hora.

•    Enfocarse en los 5 sentidos:
“todo puede ser mucho más pleno si aprendemos a disfrutar con todas nuestras potencialidades”.

Expertos afirman que la razón principal por la que la pornografía resulta inevitablemente llamativa son los sonidos que emiten las personas al tener sexo. La respiración agitada o entrecortada, los jadeos y las frases sexuales son componentes fundamentales para encender la pasión. Si tienes problemas concentrándote, prueba escuchando detenidamente sus ruidos, sus suspiros y exclamaciones, descubrirás qué tan excitante puede ser.

No es recomendable pensar demasiado durante el acto sexual, pero si el tema de concentración es grave, procura pensar qué harías para obtener placer y qué te gustaría que te hicieran, expresa esos pensamientos no como un reclamo ni mucho menos, sino como una invitación sugestiva: me encantaría que pusieras tu mano aquí, tócame así, quiero hacerte aquello. Son frases que te ayudarán a propiciar la situación que deseas y además él obedecerá al instante porque las hallará supremamente excitantes.