Maquillaje

Domina el maquillaje de luces y sombras al mejor estilo Kardashian

Maria Dalmazzo, 20/11/2016

Aprende a lograr un look que resalte lo mejor de las facciones de la cara mientras oculta pequeñas imperfecciones utilizando el mínimo de productos.

Foto: Karim y María - Foto:

Rembrandt y Caravaggio, dos grandes artistas del Renacimiento, dejaron claro que el uso de las luces y las sombras era lo que le daba el dramatismo y el realismo a sus obras. Y así como en las pinturas o en las fotografías se hace uso de dichos recursos para lograr efectos especiales, en maquillaje estos pueden ayudar a perfilar las facciones de forma natural.

Menos complicada que la idea del contouring, que popularizó la estrella de realities Kim Kardashian, en maquillaje, las luces (para destacar o resaltar) y las sombras (para ocultar o disimular) solo exigen seguir unos sencillos pasos.

Para conseguir este efecto existen dos productos clave: el iluminador y el corrector. Como su nombre lo indica, este último corrige y tapa; en tanto que el iluminador, da luz. En maquillaje se corrige un granito, no se resalta.

Los correctores vienen en distintos colores:

Lila: para granitos amarillos e imperfecciones marrones.

Verde: para marcas de alergias y acné.

Amarillo: para ojeras violeta y moretones.

Naranja: para ojeras azuleso grises.

Azul: para manchas naranja.

Por su parte, el iluminador aporta luz a las zonas de sombra y tiene la virtud de “llamar la atención” sobre los rasgos más favorecedores de la cara; se trata de un producto que contiene partículas que atraen la luz, de manera que la piel se ve más luminosa y llena de vida. Sirve para devolver el brillo a la mirada.

Iluminadores en distintas presentaciones:

Polvo: se aplica con pincel y sirve para iluminar ligeramente el párpado superior o dar brillos por la noche, mediante pequeños toques.

Cremoso: son recomendados para el día ya que tienen un acabado mate que da un efecto más natural a la piel.

Lápiz: se usa en el párpado inferior interno para dar luz a la mirada.

Líquido o fluido: Se puede utilizar en toda la cara, evitando la zona de las ojeras, pero da un efecto de brillo natural. Algunos vienen con brocha y son ideales para realtar el arco de cupido, el lagrimal y el párpado móvil.

¿Cómo usarlos?

1. Primero, se aplica la base y luego el iluminador.

2. Se usa iluminador en crema en la zona T, es decir, la parte central de la frente, el puente de la nariz, el mentón y un toque ligero en la parte superior de los pómulos. Se aplica preferiblemente con los dedos, dando pequeños golpecitos.

3. El iluminador fluido se pone en el arco de la ceja, la parte central del párpado móvil, el lagrimal y el puente de la nariz, así como en el arco de Cupido de los labios para darles volumen. Por último, se hace un triángulo de luz en el centro de la cara.

4. Si se quiere un look natural, el iluminador líquido es ideal, pues al aplicarlo no son necesarios ni las sombras ni el pintalabios, solo un toque de rubor y algo de pestañina.

6. Los iluminadores se pueden mezclar entre sí, pero es importante resaltar que cuantas más capas se pongan sobre la piel, más pesada se verá y se sentirá, así que la recomendación es usar adecuadamente cada producto para que cumpla su función.

Tips de la editora

1. Para un acabado aún más natural, después del iluminador se puede aplicar un poco de polvo translúcido; la piel queda pareja y con toques de luz.

2. Si se usa iluminador y sombra mate o polvo bronceador en la clavícula, esta zona se ve marcada; solo es necesario iluminar encima del hueso y poner sombra en los “huequitos”.