Paola Turbay: “soy una mamá amiga”

“Los padres no pueden ser amigos de sus hijos” es una frase que se les escucha de manera recurrente a psicólogos y terapeutas. Pero en términos de crianza, parece que nadie ha dicho la última palabra. Eso lo tiene claro Paola Turbay, actriz y empresaria, quien siempre supo cuál era su tipo de familia ideal: “Queríamos que nuestros hijos sintieran que sus papás eran sus amigos; es algo muy difícil de lograr cuando uno es quien los enseña y los guía, y tiene que haber, por supuesto, indicadores de autoridad, pero lo logramos... siempre hemos sido muy amigos”.

Vivir tantos años fuera del país, y sus frecuentes traslados de lugar de residencia, consolidaron firmemente ese núcleo familiar. También que, a diferencia de las parejas que modifican sus hábitos, sus planes y su estilo de vida cuando llegan los hijos, Paola y Alejandro hayan decidido todo lo contrario: involucrarlos en sus actividades; los llevaban de viaje e incluso de fiesta. “Se convirtieron en nuestros acompañantes y hoy son nuestros compañeros de vida. Somos la muestra de que sí se puede, de que no es una utopía. Y sí, no es fácil lograr que los niños sean tan sinceros y tan abiertos con sus papás, no es normal que ellos, un par de adolescentes, quieran pasar el fin de semana con nosotros en lugar de con sus amigos… Esto ha sido el resultado de una buena amistad que se ha construido y se sigue construyendo entre todos”.

Los hijos: grandes maestros

Sofía Estrada Turbay (21 años) estudia Cultura y Medios en Nueva York; tiene un blog al que bautizó SoEs Sophisticated y allí comparte su mundo. Emilio Estrada Turbay (17 años), que está a un año de graduarse del colegio y vive en Bogotá con sus padres, tiene una marca de camisetas. La tarea está cumplida. “Aunque uno sigue siendo papá toda la vida y en la universidad los acompañaremos mucho, ya Emilio no estará viviendo con nosotros, así que nuestras decisiones no van a girar alrededor de ellos. ¡Alejandro y yo volveremos a ser adolescentes! Tenemos muchos viajes pendientes y yo, por lo menos, quisiera estudiar de nuevo, porque ahora, con tantas cosas al tiempo, me cuesta mucho trabajo. También queremos dedicarnos a algo que realmente nos llene: la filantropía y actividades que tengan un impacto social y ambiental”.

Cada uno ha sido, a su manera, un gran maestro de su madre. No solo ha aprendido de ellos, también le han mostrado quién es. “De mí he aprendido que soy muy cansona, intensa y estricta, pero cuando veo el resultado no me arrepiento de haberlo sido: cada segundo que les invertí a mis hijos valió la pena”.

Emilio es para Paola un alma vieja, un ser sereno que sabe manejar las situaciones complejas, equilibrado y balanceado. “Él me ha ayudado a ser un poco más calmada y menos impulsiva y explosiva. Cuando tengo una conversación con él o le hago algún reclamo, así llegue fuerte, él, que es lo opuesto, me tranquiliza, me centra… A veces las dinámicas son distintas y los papás son ellos”.

Sofía, por su parte, es para ella un ejemplo de berraquera, de disciplina. “Es la más parecida a mí, por eso a veces chocamos… Lo que quiere lo saca adelante, es la muestra de la capacidad de reinvención y de cambio”.

¿Una nueva etapa?

Su marca de belleza, 24/7 by Paola Turbay, lleva dos años en el mercado y está consolidada. Pronto entrará al mundo del e-commerce, lo que permitirá que el alcance de los productos (y la distribución) sea aún mayor. “Ya no tengo que supervisar absolutamente todo y cada vez puedo ir delegando más funciones. Cuento con un equipo de gente superpila que entiende la marca y su propósito”. Eso le dará más tiempo para ella y para la relación con su esposo.

Pasa igual con IndieBo, el festival de cine independiente de Bogotá, que prácticamente vuela con alas propias. Si bien este año tuvieron que cambiar la fecha debido a la Copa Mundial de Fútbol (ya no tendrá lugar en julio, sino en agosto), su esencia permanece intacta. “Tendremos las películas más sobresalientes del año en el cine independiente y llevaremos la experiencia de la gran pantalla al aire libre a las 20 localidades de la capital; queremos que la gente se vaya apropiando de espacios que antes no tenían ningún significado, a los que nadie iba… que se cree comunidad en torno al séptimo arte”.

La actuación sigue estando en su panorama, pero en 2018 no es una prioridad. Hace un año terminó de grabar en Estados Unidos Bosch, una serie policiaca producida por Amazon en la que encarnó durante nueve episodios a Anita Benítez, asistente de la fiscal; de ahí que en 2017 haya estado radicada en Nueva York con sus hijos. No obstante, regresó al país para que Emilio se graduara en Colombia. Eso no quiere decir, sin embargo, que no siga audicionando y que no le interesen proyectos particulares, como, por ejemplo, una película.

Entretanto le saca tiempo a la meditación. En su celular tiene una aplicación con la que la practica. Cada nuevo día viene acompañado de una pregunta: “La de ayer fue ‘¿cuál es tu pasión?’. Después de pensarlo un momento, respondí: ‘Para mí la vida misma es supremamente apasionante; no incorpo nada que no me genere pasión. Soy muy apasionada a la hora de hacer las cosas y no hago nada que no me apasione... Pero me hace falta explorar muchísimos temas y muchísimas profesiones’”. Le encantan la medicina, la biología, la entomología, quiere hacer un posgrado en psicología… Acaba de comprenderlo. “¿Sabes qué es lo que más me apasiona a mí en la vida? Aprender, aprender algo nuevo siempre”.

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