Indígenas latinoamericanas, la vulnerabilidad que se silencia

Fucsia.co, 22/4/2015

Un informe de la ONU alerta que las indígenas latinoamericanas son uno de los grupos poblacionales más marginados en el mundo. El documento asegura que sufren constante vulneración de sus derechos y maltrato de género por las tradiciones que regulan su vida en comunidad.

Las indígenas latinoamericanas son uno de los grupos poblacionales más marginado en el mundo. Así lo asegura el foro Permanente para las Cuestiones Indígenas (UNPFII) de  Naciones Unidas en su informe Dando apoyo a las mujeres indígenas del mundo.

En Colombia coexisten 102 pueblos indígenas, algunos de ellos reconocidos por el Estado y sus diversas instituciones, otras no. El DANE, por ejemplo, en su censo general de 2005, sólo avaló la existencia de 87 de ellos, con una población total de 1.378.884 personas.

La problemática con esta falta de consenso, como indica la Consejería Mujer Familia y Generación de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC),  tiene sus efectos en el reconocimiento y restablecimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas, por un lado, y en el desconocimiento de la situación real de vulnerabilidad de su población, por otro. Especialmente de mujeres y niños.

“Las mujeres indígenas comparten con otras a lo largo y ancho del globo la especial incidencia de la pobreza y la falta de igualdad de derechos humanos y de desarrollo económico y social”, indica el texto de la agencia de la ONU. También las consecuencias de la feminización de la violencia de género, tanto en el ámbito doméstico, como por los efectos de los conflictos armados que se suceden en el territorio. Sin embargo, su vulnerabilidad se ve acentuada  por las “múltiples formas de discriminación que padecen por razones de género, raza y etnia”.


Las cifras desactualizadas y la cultura del silencio no ayudan


En el caso colombiano,  indican voceros del Consejería Mujer Familia y Generación de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), “la mayor,  más  dolorosa y  silenciada  situación  que  viven  las  mujeres indígenas está ligada a la violencia sexual”

El Instituto de Medicina Legal cifró en 102 los casos de mujeres indígenas que en 2013 denunciaron haber sido víctimas de presunto delito sexual. El 77% de los agresores eran personas próximas a su círculo social. En lo que respecta a las cifras de la violencia intrafamiliar, se analizaron 205 denuncias de agresión a mujeres indígenas. “Realidad poco documentada, no cuantificada; no  existen  datos  que  hablen  fielmente  de  esta  realidad”, se asegura desde la ONIC.

A esta realidad de falta de datos verídicos y actualizados, se le suma el problema de la impunidad. “La ONIC no tiene conocimiento  de  la  existencia  de  condenas  por  violaciones  sexuales  u  otro  tipo  de violencias contra  mujeres  indígenas”, concluyen.

La UNPFII  resalta, por su parte, otra de cuestiones que incrementa la violencia contra las mujeres indígenas: la cultura del silencio que se perpetúa dentro de la comunidad. Y es que, muchas de ellas no denuncian los abusos de los que son víctimas.

Otra realidad que afecta a niñas y mujeres indígenas en el territorio es el de la mutilación genital femenina. En Colombia, esta práctica se presenta en comunidades de Risaralda, Antioquia, Chocó, Valle del Cauca, Caldas Quindío y Putumayo.

No se tiene una cifra estimada sobre la magnitud de la problemática ni cuántas niñas han muerto por esta causa, sin embargo los pocos registros realizados por el sector salud en el departamento de Risaralda durante los últimos años, dan cuenta de más de 90 casos de niñas que han padecido la mutilación genital femenina”, asegura la Consejera de Mujer, familia y Generación de la ONIC, Arelis Uriana.